Cinco días después de que la policía hallara el cuerpo sin vida de la exprincesa qatarí Kasia Gallanio, de 46 años, en su casa de Marbella por una supuesta sobredosis, se van conociendo más detalles sobre su trágico final. De larga melena negra y mirada felina Kasia Al-Thani, como era popularmente conocida, era la tercera mujer del multimillonario y miembro de la familia real catarí, Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani, tío del actual emir de Qatar, con el que actualmente mantenía una dura batalla judicial por la custodia de sus tres hijas (Malak, Yasmin y Reem).
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Nacida en Los Ángeles y de ascendencia polaca, la exprincesa estaba afincada en España, en un ático valorado en 2,3 millones de euros en la costa del sol mientras sus hijas vivían con su padre en una lujosa propiedad en París. Precisamente fue una de ellas, las que al no poder contactar con su padre durante cuatro días, dio la voz de alarma, sin imaginar el fatal desenlace.
Muy conocida entre la alta sociedad de Marbella, por la que se movía con el pez en el agua, Kasia no solo mandó a través de las redes sociales un bonito mensaje a sus hijas antes de su repentino fallecimiento en el que les recordaba cuanto las queria sino que también se puso en contacto con su asistenta Teodora Poma para regalarle varias bolsas con ropa de diseño.
Teodora, quien ahora cree que el gesto de Kasia podría estar relacionado con su intención de quitarse la vida, ha señalado también, tal y como recoge el diario Daily Mail, que la exprincesa le pidió a ella y a un colega que fueran a limpiar su apartamento de Pueto Banñus el pasado lunes, pero que cuando la escribio para confirmar la hora, nunca obtuvo respuesta, probablemente porque Kadia ya estuviera muerta. Junto al cuerpo sin vida de Kasia se encontraba su perro, un pomerania, que ahora ha sido devuelto a sus hijas.
La empleada de la limpieza ha señalado que la exprincesa viajó a Paris el pasado mes de abril para luchar contra su exmarido Abdelaziz bin Khalifa Al Thani, de 73 años, por la custodia de sus tres hijas, dos gemelas de 17 años y una niña de 15 años. Pero la justicia francesa acabó dictaminando que las niñas deberían quedarse en Francia, donde vive su padre, tras presentarse ciertos informes en los que se señalaba que la Sra. Gallanio era propensa a los ataques de nervios y había visitado clínicas de desintoxicación.
Durante el juicio también se habló sobre la supuesta agresión sexual que vivió una de sus hijas, algo que él siempre ha negado tajantemente, tal y como señala el diario francés Le Parisien. Aún así la Fiscalía de París ha abierto una investigación sobre estas denuncias en las que se señala que Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani abusó de una de sus hijas entre los 9 y 15 años.
El entorno de la exprincesa ha querido recalcar que Kasia no bebía ni tomaba drogas y que llevaba un estilo de vida saludable, acudiendo a yoga y saliendo a correr asiduamente. Una rutina, que su asistenta ha confirmado, admitiendo también lo mucho que la va a echar de menos. “Me estaba dando mucho apoyo moral para superar un tratamiento hepático al que me estoy sometiendo” señalaba Teodora. “Era una persona realmente encantadora, muy cariñosa y una verdadera luchadora por sus hijas. Siempre decía que quería estar con sus hijas y las amaba mucho” añadió.
Sin darse a conocer todavía la causa de su muerte, parecer ser que las pruebas forenses se han visto obstaculizadas tras haber estado cuatro día el cuerpo sin vida de la exprincesa en su casa marbellí. Aunque según ha confirmado un portavoz de la policía de Marbella a Daily Mail la muerte no estaba siendo tratada como sospechosa. “Hasta ahora no ha habido ningún resultado. Los informes en los medios que dicen que el personal forense ha encontrado alcohol u otras sustancias no han sido corroborados por fuentes oficiales” ha señalado el agente. Las hijas gemelas de la Sra. Gallanio y su abogada francesa Sabrina Boesch volaron desde París el lunes para identificar su cuerpo.