Rocío Carrasco y Rocío Flores no están dispuestas a reconciliarse. Ambas tienen muy clara su postura. "Tengo esperanza de que algún día se pongan las cosas en su sitio y que cada uno sea consecuente y consciente. Esto no es una puerta entreabierta. Es una puerta, simplemente. Y esa puerta, de momento, se va a quedar así", aseguró la empresaria al hablar de su hija. La colaboradora, por su parte, fue mucho más tajante. "Por mi parte, la puerta sigue cerrada". La distancia entre ellas parece infinita, a pesar de las últimas declaraciones de Rocío Flores, en las que se muestra muy agradecida con su madre por la decisión que tomó cuando Rocío Jurado, la matriarca del clan, cayó enferma de cáncer de páncreas.
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La colaboradora era muy pequeña, pero recuerda perfectamente que su madre evitó que fueran testigos del deterioro físico de la artista. "En la etapa en la que ella estaba peor, incluso un poco antes de irse a Houston, mi madre nos quitó ese mal trago de tenerla que ver enferma y en mal estado y eso sí que se lo agradezco", ha declarado Rocío Flores en el programa Ya son las ocho.
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Las palabras de la colaboradora coinciden con las de su madre. Rocío Carrasco contó en su día que sus hijos sabían que su abuela estaba enferma, pero que no les había dado excesivos detalles de la dolencia que padecía, y que casi todos los días hablaban por teléfono con ella. "Saben que está bien y cuando la oyen, que la oyen lo mismo echarles una bronca que contarles un chiste, que es lo normal en ella", dijo a finales de 2004, meses antes de su muerte, el 1 de junio de 2005.
Por eso Rocío Flores insiste tanto en que solo tiene buenos recuerdos de la intérprete. "Tengo el recuerdo de encontrarla bien y todos mis recuerdos son positivos. Yo he pasado mi infancia con ella. Mi abuela se murió cuando yo tenía nueve años, pero esos nueve años, la mayor parte del tiempo, los pasé en su casa", ha explicado. "Mi hermano David flipa con su abuela. Tanto para él como para mí es la persona más importante que hemos tenido", ha añadido entre lágrimas. Eso sí, evitó compartir con todos los espectadores cómo fue su último encuentro con la cantante. "No lo puedo contar, pero sí lo recuerdo, lo tengo en mi memoria presente. Fue algo que pasó, no es algo muy negativo, pero prefiero mantenerlo en secreto".
La colaboradora considera que si Rocío Jurado no hubiera fallecido tan pronto -solo tenía 61 años- el devenir de la familia habría sido totalmente distinto. De hecho, cree que "si estuviese viva" la relación con su madre no estaría rota. "Ella lo que llevaba por bandera era la unión de su familia. Estoy segura de que hubiera hecho todo y más para que su familia no se rompiera".