Los Rolling Stones han llenado de ritmo la noche madrileña. La primera parada de su gira Europea Sixty, que tuvo que ser retrasada en el año 2020 por la crisis sanitaria del coronavirus, tiene como objetivo principal celebrar los 60 años que la formación lleva sobre los escenarios. Una noche que ha estado plagada de momentos únicos para sus seguidores que han podido disfrutar en directo de algunos de los temas más míticos de la historia de la música. Una ocasión especial que también se ha reflejado en la emoción de los músicos que han dedicado un sentido homenaje a Charlie Watts, el baterista original de la banda fallecido en 2021 a los 80 años de edad. Para ello se ha proyectado una imagen suya a tamaño de real en una de las pantallas del fondo para dar la sensación, que, desde allá donde esté, sigue al mando de las batutas.
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Una velada irrepetible porque, presumiblemente, este será uno de los últimos tours que 'sus satánicas majestades' realicen. Por ello, algunos rostros populares del país, entre los que se encontraban Juan Peña, Anne Igartiburu, Carmen Alcayde o David Valldeperas, tampoco se han querido pedir la cita musical del mes y se han dejado ver por las instalaciones del Wanda Metropolitano con estilismos de clara inspiración roquera, perfectos para la situación, y dispuestos a darlo todo mientras disfrutan del ritmo imparable de estas leyendas de la música.
Tras actuar delante de los 45 mil fans incondicionales que han llenado el estadio. Los Rolling Stones ponen rumbo a Alemania, donde tienen programada su próxima cita profesional, con un sabor de boca muy dulce puesto que han disfrutado enormemente de su breve estancia en Madrid. Unos días en los que como tantos otros turistas han podido conocer más a fondo la ciudad, disfrutar de la gastronomía, la música y la variada oferta cultural de la capital. Esta última cuestión ha suscitado algo de polémica, después de que el vocalista de la banda, Mick Jagger, haya publicado una foto enfrente del Guernica de Picasso, algo que los visitantes, en general, tienen prohibido.
Con el espíritu rebelde que siempre los ha caracterizado y que de nuevo ha estado presente en este recital se han comido el escenario. Porque, pase el tiempo que pase, ninguno de ellos ha perdido su esencia, descarada y gamberra, que los hizo alcanzar la fama desde sus inicios. Ataviados con ropas de colores, donde destacaba la chupa de cuero en tonos naranja fluorescente de Mick Jagger, una sonrisa en los labios y su inconfundible gesto de la lengua fuera han demostrado que la edad es solo un número y que, como bien dice el dicho, los viejos roqueros nunca mueren.
Una demostración de talento de la que también han participado los grupos españoles Sidonie, que celebran por partida doble por su gran afición al Atlético de Madrid, casa que acogía el concierto, Vargas Blue y John Byron, sobrino de Mick Jagger, que ha dejado claro que la música corre por sus venas, e incluso es un candidato perfecto para hacer el relevo generacional a su tío.