Este sábado 28 de mayo, Mallorca acogió una boda real, treinta y tres años después de la del príncipe Kyril de Bulgaria y la consultora de arte Rosario Nadal, la de la mayor de sus tres hijos, Mafalda Sajonia-Coburgo-Gotha , con el financiero de origen libanés Marc Abousleiman.
La cantante, de veintisiete años, se decantó por la campiña de la isla balear, donde veranea desde pequeña, para dar el ‘sí, quiero’ a su prometido. El lugar elegido fue una finca al este de Palma. Propiedad de su madre, la residencia, una bucólica ‘possessió’ de estilo mediterráneo, se encuentra rodeada por más de cien hectáreas de algarrobos, pinos e higueras que sirvieron de escenario para un enlace romántico y campestre. Si el de sus padres, celebrado en 1989, en la capilla del palacio de la Almudaina, de la capital, fue todo un acontecimiento social que congregó a más de cuatrocientos invitados, la de la primogénita del príncipe de Preslav ha sido una ceremonia completamente privada para no más de ciento cincuenta personas. Mafalda y Marc quisieron preservar la intimidad del enlace, que se desarrolló entre grandes medidas de seguridad y del que no se han distribuido imágenes por su expreso deseo.
La cantante deslumbró con un vestido vintage de Valentino que había pertenecido a su madre, musa del diseñador italiano
Solo asistieron sus familiares y amigos más cercanos. No faltaron los padres y los hermanos de los novios. Por parte de Mafalda, su madre, Rosario Nadal, fiel a su estilo, que la ha convertido en una de las mujeres más elegantes de Europa; su padre y padrino, Kyril, quien fue acompañado por su pareja, la empresaria y coleccionista Katharine ‘Jibba’ Butler, y sus hermanos, Olimpia y Tassilo. Por parte de Marc se encontraban su madre y madrina, Marie-Christine Riachi; su padre, el prestigioso abogado Camille Abousleiman, exministro de Trabajo de Líbano, y su hermano mayor, Pierre-Chaker. También estuvieron los abuelos de Mafalda, Miguel Nadal Bestard e Isabel Fuster Puigdorfila, así como los Reyes Simeón y Margarita de Bulgaria. El abuelo paterno del novio, Chaker Abousleiman, fallecido en 2022, fue una figura destacada de la sociedad libanesa. Abogado respetado, fue miembro del Parlamento del país.
El vestido más esperado
Pasadas las siete de la tarde del sábado, llegó el momento del ‘sí, quiero’. Marc y Mafalda ya eran oficialmente marido y mujer. Hace unas semanas, se casaron por lo civil, en Boston. Así que para esta ocasión idearon un blessing que ofició un sacerdote amigo de Rosario Nadal. No fue técnicamente una boda religiosa, ya que la cantante y el financiero no forman parte de la misma Iglesia. Aunque ambos son cristianos, él no es católico, sino maronita, religión mayoritaria en Líbano.
Entre los cerca de ciento cincuenta invitados, se encontraban los Reyes de Bulgaria, abuelos de la novia, y la princesa Alia de Jordania, exmujer del príncipe Faisal
Fue entonces cuando la novia apareció del brazo de su padre. La artista sorprendió a los asistentes al lucir un diseño vintage de Valentino que había pertenecido a su madre, una de las grandes clientas y musas del legendario modista italiano. Un look ceñido que llamó la atención porque ‘no parecía un vestido de novia’ y porque no era blanco, sino ‘marfil’.
Mafalda y Marc sellaron su historia de amor con una celebración muy campestre. El nuevo miembro de la Familia Real de Bulgaria es hijo de Camille Abousleiman, exministro de Trabajo de Líbano
Por su parte, el novio lució un outfit relajado, compuesto de traje gris, camisa blanca, corbata y alpargatas azules. Kyril se encontraba “muy feliz” por haber acompañado a su hija mayor en una boda que “fue muy entrañable y emocionante”. El hijo del Rey Simeón pronunció unas sentidas palabras y, tras el intercambio de los votos, los invitados se dispusieron a disfrutar de una cena típica mallorquina.
A pesar de la discreción con la que quisieron celebrar su enlace, el matrimonio de Mafalda y Marc congregó a una reducida comitiva de royals y personalidades venidas desde todas partes del globo. Mette-Marit de Noruega viajó hasta Mallorca sin su marido, el príncipe heredero Haakon, pero estuvo acompañada por sus tres hijos, los príncipes Ingrid y Sverre Magnus, así como por su primogénito, Marius Borg.
Mette-Marit viajó a Mallorca sin su marido, el príncipe Haakon de Noruega, y estuvo acompañada por sus tres hijos, Marius Borg y los príncipes Ingrid y Sverre Magnus
La Infanta, en Palma
Otra de las invitadas cuya presencia causó un gran revuelo fue la infanta Cristina , buena amiga de Kyril y Rosario. La hermana del Rey Felipe VI, que regresó a Palma tras varios años de ausencia en la ciudad, cuyo ducado llevó hasta 2015, acudió junto a su hijo Miguel y su hermana. La infanta Elena optó por un estilismo de lunares muy español. Del resto de casas reales, destacó la asistencia de la princesa Alia de Jordania, exmujer del príncipe Faisal, hijo del desaparecido Rey Hussein I y hermano del actual Rey Abdalá de Jordania, que fue con sus hijas, las princesas Sara y Aisha.
La infanta Cristina, que desde hace nueve años no veranea en Marivent, regresó a la isla junto a su hermana, la infanta Elena, y su hijo Miguel
Además de los Reyes de Bulgaria, estuvieron los tíos de Mafalda, Kubrat y su mujer, Carla Royo-Villanova , príncipes de Panagyurishte, junto a sus hijos, Mirko, Lukas y Tirso. Carla deslumbró con un vestido vintage de Josep Font y una colorida pamela mallorquina. También se encontraban Konstantin de Bulgaria y su mujer, María García de la Rasilla, príncipes de Vídin, junto a sus hijos, Umberto y Sofía, así como Miriam de Ungría, princesa de viuda de Tírnovo, junto a sus hijos, Boris y Beltrán.
Entre el resto de invitados, la socialite neoyorquina Olivia Palermo y su marido, el modelo Johannes Huebl. La influencer fue otra de las más elegantes, con su estilismo firmado por Giambattista Valli. A su vez, se desplazó hasta la isla Carlos Souza, relaciones públicas de Valentino. Del mundo artístico acudieron las cantantes Alba Reche y Anaju, exparticipantes del programa Operación Triunfo, así como la fotógrafa Rocío Aguirre, pareja de C. Tangana, y la actriz argentina Justina Bustos, todas ellas amigas de Mafalda. Sin embargo, hubo una significativa ausencia: la de la princesa Kalina de Bulgaria, tía de la novia. “No hemos recibido la invitación”, fue la breve respuesta que nos dio su marido, el explorador y aventurero Kitín Muñoz. Aunque no nos aclararon los motivos de este distanciamiento, sí nos confesaron su sorpresa y malestar.
Preboda en Porreres
La noche anterior a la boda, Mafalda y Marc reunieron a sus invitados en una fiesta en la casa que Kyril posee en Porreres, en el interior de la isla. Una divertida celebración con la que despidieron su soltería. Los novios salen desde hace más de ocho años y se conocen desde que coincidieron en el Liceo Francés, de Londres, donde ambos estudiaron. Posteriormente, volvieron a encontrarse en Boston, Estados Unidos, durante su etapa universitaria.
Hubo una ausencia significativa: la de Kalina de Bulgaria, tía de la novia. “No hemos recibido la invitación”, nos confesó su marido, Kitín Muñoz, sin aclarar los motivos
Recientemente, Mafalda se ha instalado en Madrid, donde está triunfando en el mundo de la música como cantante. Por su parte, Marc, que trabaja como financiero, cursa un nuevo máster en Harvard. A pesar de tener dos trayectorias internacionales, es habitual verlos durante el verano en las playas de Mallorca, un paraíso al que Mafalda viaja desde pequeña. Por eso su boda en la mágica campiña balear ha resultado tan especial.