Encontramos a Olivia de Rothschild estos días pasados en el Canto de la Cruz, Colmenar Viejo (Madrid), durante la segunda edición del Concurso Completo de equitación Flor de Lis Horse Trials. Es una apasionada de los caballos e hizo plan con sus amigos, entre ellos, Alejandro Fernández de Araoz y Diego Sánchez Huerta, para disfrutar del fin de semana en la finca de Teresa de Borbón y Borbón. La princesa de las Dos Sicilias y marquesa de Laserna fue de nuevo la anfitriona del evento ecuestre y social que ya nadie se puede perder en primavera.
No sabíamos que Madrid, después de los últimos desembarcos de príncipes, princesas y jóvenes empresarios, también había sumado a filas a esta joven heredera, pero el recorrido campo a través (Cross-country) con los mejores saltos que se pueden encontrar en España, nos brindó la oportunidad de descubrir a esta joven encantadora y sencilla, que cumplirá 20 años este verano.
Una dinastía de siete generaciones
Fue en el siglo XVIII, cuando los hijos del fundador de la estirpe, el alemán, Amschel Mayer Bauer, -se cambió el apellido a Rothschild en guiño al color del escudo familiar- constituyeron la banca Rothschild en las principales capitales europeas. Si Mayer, calificado por Forbes como uno de “los veinte hombres de negocios más influyentes de todos los tiempos”, fue el primer banquero que forjó su negocio operando con los Estados, sus herederos se encargaron de extender su poder por toda Europa.
En particular Nathan, que dirigió la sucursal de Londres; y James, la rama de la que desciende nuestra protagonista, que fundó Rothschild Frères, un gigante financiero, en París. Ambos, junto a sus otros hermanos, al frente de las sucursales de Frankfurt, Viena y Nápoles constituyeron una de las fortunas familiares más importantes del mundo. Edmond, el tatarabuelo de Olivia, quinto hijo de James; y su bisabuelo, Maurice, continuaron la tradición del negocio, aunque la Segunda Guerra Mundial y la persecución antisemita de Hitler, provocó la huida de una parte de la familia a Suiza y a Estados Unidos.
Y fue ya el abuelo de Olivia, Edmond de Rothschild el que regresó a Europa en 1950, incorporándose al banco Rothschild Frères, principal entidad operativa de la división francesa de la familia Rothschild, y abriendo nuevos horizontes. En 1953, fundó su propio banco: La Compagnie Financière Edmond de Rothschild. Y, en 1960 adquirió la entidad de gestión patrimonial suiza Banque Privée, cambiando así la denominación del banco por Banque Privée Edmond de Rothschild. No sólo eso, Edmond de Rothschild, gran apasionado de la vela, también marcó la historia de los monocascos.
El Rothschild más rico
Y llegamos al padre de Olivia, Benjamin de Rothschild, nacido de su segundo matrimonio con la actriz Nadine Lhoptailier, en 1963, en Neuilly-sur-Seine. A los 26 años fundó su propia empresa, la Compagnie Benjamin de Rothschild, especializada en gestión de riesgos financieros; y años después, tras la muerte de su padre, en 1997, se convirtió en presidente del Grupo Edmond de Rothschild.
El 23 de enero de 1999, Benjamin de Rothschild contrajo matrimonio con Ariane Langner, nacida en 1965, en El Salvador, había estudiado en Francia, tenía un MBA en gestión financiera por la Universidad Pace en Nueva York y trabajaba en las oficinas de AIG de París cuando conoció a su futuro marido. Benjamín, según la revista Challenges, que estimó su fortuna en 2.800 millones de euros, ya era el Rothschild vivo más rico. Fruto del matrimonio nacieron cuatro hijas, Noemí de 26 años; Alice de 23; Eve, de 21; y la benjamina, Olivia, de 19.
Ariane, la madre de Olivia, baronesa latina y aguerrida financiera
Tras la boda, Ariane de Rothschild se incorporó a la empresa familiar (bodegas, granjas, hoteles, restaurantes). Y, en 2006, se unió al grupo financiero iniciando una meteórica carrera. En el año 2009, centrada en la modernización de la compañía y con un nuevo estilo de liderazgo, fue nombrada vicepresidenta; y, en 2015, presidenta del Comité Ejecutivo, supervisando las operaciones del Grupo. Cuatro años después, cuando la empresa dejó de cotizar en bolsa, y pasó a tener un capital 100% familiar, Ariane de Rothschild se convirtió en presidenta de la junta de accionistas siendo la primera mujer en ostentar un cargo de primer nivel en la historia familiar y también la primera en no pertenecer a la sangre de la estirpe.
Desde entonces, Ariane preside una organización financiera tan poderosa como Edmond de Rothschild Group, una banca privada que gestiona más de 150.000 millones en activos y tiene presencia en 15 países. Asimismo, y siguiendo la tradición, Ariane de Rothschild también está al frente de Edmond de Rothschild Foundations, con nueve fundaciones activas en arte y cultura, salud e investigación, medio ambiente, diálogo intercultural y emprendimiento social. Apoya proyectos de investigación universitarios en Israel y preside entre otras, la Fundación Ariane de Rothschild, con sede en Madrid.
España en el corazón de los Rothschild
España está muy en el corazón de las últimas generaciones de los Rothschild. Es el único país, junto con Francia, en el que el grupo desarrolla sus tres líneas de negocio: banca, filantropía y hospitality. Y la prueba también pasa por el Palacio de Samaniego y la bodega Benjamín de Rothschild & Vega-Sicilia, en la Rioja alavesa, a cuya inauguración asistió el Rey Juan Carlos acompañado por la infanta Elena, en junio de 2017. La fundó el padre de Olivia, cuatro años antes de morir prematuramente en enero del pasado año. El barón y filántropo, gran amante del mar, tenía 57 años y falleció de un ataque cardíaco en su hogar de Pregny, Suiza. Era un apasionado por las finanzas, las regatas -con su flota capitaneada por el monocasco Gitana-, los coches y el vino.
Olivia y sus tres hermanas
Tras su desaparición, su viuda y sus cuatro hijas se han convertido en la “columna vertebral” del imperio familiar, aunque ahora “lo importante es que sigan su propio camino y vivan sus propias experiencias al máximo”, según declaró la propia Ariane de Rothschild en una de las pocas entrevistas que ha concedido. Y poco se sabe de las herederas de la estirpe. Noemí hizo comunicación y marketing en la Universidad de Quebec en Montreal, fundando en septiembre de 2021 la consultora NDR Communications, especializada en ESG. Alice cursa Microbiología en la Universidad de Nueva York y Eve estudia Ciencias Medioambientales. En cuanto a Olivia, nació el 2 de agosto de 2002 en Ginebra y está estudiando en el IE Business School de Madrid. Enamorada como sus padres de España, lleva una vida muy discreta.
Le encanta el campo, la caza, los caballos y las islas Baleares, donde han pasado algunos veranos. Está muy comprometida con la empresa familiar, al igual que con la marca de perfumes Caron, adquirida por el Grupo familiar. Sin haber terminado todavía sus estudios, y junto con sus hermanas, Olivia ya trabaja para ser digna heredera de una dinastía centenaria vinculada a un imperio económico del que dependen miles de familias. Su ilustre apellido defiende tres valores: Concordia (unión), Integritas (honestidad) e Industria (trabajo).