Luto en el mundo del cine y la música tras la muerte de Vangelis, el conocido compositor de bandas sonoras tan míticas como las de Carros de Fuego (1981) y Blade Runner. El músico falleció a los 79 años de edad en un hospital parisino, tal y como sus abogados detallaron en una nota de la que se ha hecho eco la Agencia de Noticias de Atenas. No se han desvelado las causas de la muerte de este artista griego que fue uno de los pioneros de la música electrónica y que recogió un Oscar por su trabajo en la conocida historia de los dos atletas británicos de los años veinte, Harold Abrahams y Eric Lidell, dirigida por Hugh Hudson.
Evangelos Odysseas Papathanassiou nació en 1943 y desde que era joven experimentó con los sonidos utilizando objetos cotidianos como ollas y sartenes y colocando vasos o clavos entre las cuerdas de un piano. Estas pruebas le convirtieron en uno de los artistas que avanzó los sonidos electrónicos en las películas. Su carrera comenzó a finales de los 60, cuando lideró el grupo de rock progresivo Aphrodite's Child (en este cantaba su primo Demis Roussos). En 1970 ya inició su carrera en solitario.
En las décadas de los 70 y 80 lanzó varios álbumes de estudio, algunos de cuyos temas se utilizaron por ejemplo en la serie documental Cosmos, de Carl Sagan. También comenzó entonces a componer bandas sonoras para películas como La fête sauvage, L'apocalypse des animaux y Antarctica. En 1981 llegó Carros de Fuego, una melodía con la que definió a la perfección el esfuerzo de los atletas que buscaban la gloria y entrenaban a orillas del mar y que permanece en la memoria colectiva. Al año siguiente, 1982, participa en uno de los clásicos por excelencia de la ciencia ficción Blade Runner, dirigida por Ridley Scott, en la que volvió a imprimir su sello personal y sus característicos toques electrónicos. Este cineasta contó de nuevo con su talento en la película 1492: la conquista del paraíso. Trabajó después con Oliver Stone en Alexander (2004) y con la soprano Montserrat Caballé, con quien participó en su disco El Greco.
Su éxito, que continuó de manera estable a lo largo de su vida, traspasó las fronteras de su Grecia natal para emocionar al mundo, convirtiéndole en uno de los nombres inscritos en la historia de la música. Entre sus logros, sin duda está el de conseguir el primer Oscar para una partitura hecha únicamente con sintetizadores. "Mi música no trata de evocar emociones como alegría, amor o dolor en la audiencia. Simplemente va con la imagen, porque trabajo en el momento" dijo cuando recogió la estatuilla.