Mónica Sada y Vicente Calderón, nieto del histórico presidente del Atlético de Madrid, se casaron en plena pandemia, en una ceremonia civil sujeta a las estrictas restricciones de aforo que existían en octubre de 2020, por lo que aún tenían pendiente una gran celebración que, aunque no se prevé multitudinaria, sí reunirá a su familia y amigos. Ese día será el sábado en Lisboa, cuando se darán el 'sí, quiero' en una ceremonia religiosa seguida de una fiesta en la que se darán cita importantes nombres de la élite empresarial española, ya que entre sus amistades se encuentran, entre otros, Alfonso de Borbón y Eugenia Silva. El nombre más ilustre de la familia del novio es más que conocido y hasta él mismo lo lleva, menos conocida es la novia, pero no por eso sus antepasados son menos distinguidos. En absoluto.
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Mónica Sada está emparentada nada más y nada menos que con los Borbones. Su abuela es descendiente directa de Carlos IV y su bisabuela, Beatriz de Borbón, prima de don Juan Carlos. No obstante, no se espera a ningún miembro de la familia real en la boda ya que, tal y como ella misma ha explicado en una entrevista con ¡HOLA!, no tiene relación con ellos, tan solo su abuela mantiene contacto por vía epístolar y se reúne con ellos en ocasiones especiales. Es también sobrina en segundo grado de Olivia, Alfonso y Alejandra de Borbón. De todos ellos, es con Alfonso con el que mantiene una relación más cercana, gracias también, a su amistad con su mujer, Eugenia Silva.
Además de formar parte de un árbol genealógico tan ilustre, la vida de Mónica ya es de por sí fascinante. Estudio Derecho y Administración y Dirección de Empresas en ICADE y tras licenciarse se mudó a Nueva York. Allí, desde el corazón de Wall Street comenzó a trabajar en la banca privada hasta que el espíritu emprendedor le hizo tomar la arriesgada decisión de dejarlo todo y volver a España para poner en marcha su idea: su propia firma de cosmética. Hija y nieta de médicos, aunque su formación se enfoca en las finanzas, ha sabido combinar ambas disciplinas para lanzar Unicskin, que combina la dermocosmética con la teconología. "La idea surge como consecuencia de los múltiples problemas en la piel que he sufrido desde los dieciséis años. Primero fue el acné, acompañado posteriormente de una fuerte dermatitis atópica, hipersensibilidad al sol, psoriasis y un melanoma", contaba Mónica a ¡HOLA!. Su periplo por múltiples dermatólogos en Madrid y Nueva York, le hicieron interesarse por el sector hasta el punto de lanzar su propia marca.
Ahora compagina su labor al frente de su empresa con la dedicación a sus dos hijos, Fabiola, de un año y medio, y Vicente, que está a punto de cumplir siete meses y se llama como su padre de acuerdo con la tradición familiar. Vicente Calderón, por su parte, compagina el cuidado de sus hijos, como su mujer con el mundo de las finanzas. En su caso, continúa dedicándose a la banca como director del área internacional de Bakinter.