La relación entre Alessia Samaranch y Hadrien Forterre ha iniciado un nuevo capítulo. La nieta del que fuera presidente honorífico del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, ha contraído matrimonio con su pareja, a la que conoció en Londres cuando ambos trabajaban en la ciudad del Támesis al finalizar la carrera universitaria. El 14 de mayo celebraban un enlace informal en el que les acompañaron los más íntimos y que supone solo la primera parte de los festejos. Y es que en junio reunirán a todos sus seres queridos así como a amigos y compañeros en Suiza para brindar por su felicidad con una gran celebración religiosa.
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Con el registro de Chamberí como telón de fondo, la pareja se dio el "sí, quiero" en una ceremonia civil necesaria para poder casarse más adelante por la iglesia en Gstaad (Suiza) ya que así lo exige el país de Europa Central. Alessia y Hadrien, que es de nacionalidad francesa, organizaron una boda pequeña e improvisada en la que sus hermanos ejercieron como padrinos. La persona encargada de oficiar la ceremonia fue el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ya que tiene una relación personal y profesional con el padre de la novia y aceptó encantado cuando en una cena le comentaron la posibilidad de casar a la pareja.
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En su enlace, Alessia deslumbró con un traje satinado color marfil de Zara. El pantalón, de tiro alto, tenía una abertura lateral en el bajo mientras que la blazer era entallada, con cuello solapa, frunces y un solo botón. Lo combinó con unas sandalias en tono crema. La única joya que usó para su enlace fue un collar de Montse Esteve que era una cadena de diamantes pequeños con una flor que tenía también un diamante en el medio. Además, su ramo de flores era obra de Inés Urquijo.
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Ya convertidos en marido y mujer, se desplazaron hasta la casa de los padres de Alessia, situada en el barrio de El Viso, para hacer la celebración, una pequeña fiesta. Aprovechando el radiante sol con el que Madrid amaneció ese día, el jardín de la vivienda fue el punto de encuentro de los novios y sus invitados. En total había unas treinta personas entre las que se encontraban los padres de los contrayentes, los hermanos de ambos y amigos cercanos que decidieron a última hora coger unos billetes para estar presentes.
Un enlace lleno de romanticismo en los Alpes
La próxima gran cita de la pareja tendrá lugar el próximo 25 de junio en Gstaad, donde están ultimando los detalles para hacer una boda religiosa en la que Alessia lucirá un diseño a medida de Jorge Vázquez en cuyo diseño se está implicando personalmente. Durante la liturgia ejercerán como padrinos los dos hermanos de Hadrien así como la hermana de la novia y una de sus primas. Para la celebración, ya por la tarde-noche, subirán a lo alto de la montaña, que tiene unas privilegiadas vistas. El matrimonio ha elegido este romántico escenario ubicado en el cantón de Berna ya que desde que eran niños es uno de sus destinos predilectos para veranear y para esquiar.