,type=downsize)
Miguel Báez, ‘El Litri’, ha tenido que emprender su viaje más difícil . Su padre, Miguel Báez y Espuny, quien también hizo historia en los ruedos con el nombre de ‘El Litri’, ha fallecido a los 91 años de edad en Madrid. Una triste noticia que se conocía ayer, días después de que el diestro diese el ‘sí, quiero’ a Casilda Ybarra en una íntima ceremonia civil.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Fue el pasado sábado cuando Miguel Báez celebró su boda con la historiadora del arte en el el cortijo ‘Carrascalejo’, en Sevilla. Enlace al que acudieron los familiares y amigos más cercanos a la pareja, entre los que, sin embargo, no se encontraba el padre del torero. Su estado de salud era delicado desde hace tiempo, y es por ello que no pudo estar al lado de su hijo en este día tan importante para él.
Como es costumbre, una vez convertidos en ‘marido y mujer’, Miguel y Casilda empezaron su romántica luna de miel. La feliz pareja había puesto rumbo a Italia, pero, ante este duro e inesperado golpe, han decidido interrumpir sus vacaciones y volver a España.
Tal y como muestran estas imágenes, los recién casados han aterrizado en el aeropuerto de Madrid, cabizbajos y con semblante serio.
En la capital está instalada la capilla ardiente de Miguel Báez y Espuny. Los restos del legendario torero descansan en el Tanatorio de San Isidro de Madrid, en el que sus seres queridos podrán darle el últmo adiós.
Según informaba ayer Huelva Información, por deseo de la familia, se llevarán también los restos mortales del diestro a su querida Huelva, a la que estaba muy unido. El marido de Conchita Spínola y su hijo son descendientes de una de las dinastías de toreros onubenses más importantes, y, para Huelva, Miguel Baéz y Espuny fue una de sus pesonalidades más eminentes. Entre los diversos reconocimientos que recibió a lo largo de su carrera, estaban la Medalla de Oro de las Bellas Artes, que logró en 1998, la Medalla de Andalucía, en 2007, y la Medalla de Oro de Huelva.
La última vez que se le vio en la plaza fue en Nimes, Francia, donde pasó el testigo al que estaba llamado a continuar su extenso legado, su hijo Miguel.
El entierro tendrá lugar en el cementerio de La Soledad de la misma ciudad.