,type=downsize)
Miguel Báez, ‘El Litri’, y Casilda Ybarra de Fontcuberta se casaron, el pasado sábado 14 de mayo, en el cortijo ‘Carrascalejo’, situado en la provincia de Sevilla, entre los términos municipales de Sanlúcar la Mayor, al que pertenece, y Castilla del Campo. La finca de setecientas hectáreas, que el diestro adquirió hace poco menos de cuatro años, se convirtió en el lugar perfecto para celebrar la boda que querían. Un broche de oro a su discreta historia de amor de dos años. Se trata del segundo matrimonio para el torero, de cincuenta y tres años, y el primero para la historiadora de arte sevillana, de cuarenta y uno, que se rodearon en su gran día de sus familiares y amigos más cercanos.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Fue una ceremonia civil, ya que ni El Litri ni su exmujer, Carolina Herrera, que anunciaron su ruptura en el verano de 2017, después de trece años de unión, han solicitado la nulidad eclesiástica de su matrimonio, del que nacieron sus tres hijos, Olimpia, de diecisiete años; Miguel, de quince, y Atalanta, de trece. Los tres estuvieron el sábado en la boda de su padre —también en la petición de mano, el pasado marzo—, como no faltaron tampoco la madre del torero, Conchita Spínola, una de las damas más elegantes, y sus hermanas, Miriam y Rocío. Su padre, Miguel Báez y Espuny, ‘El Litri’, de noventa y un años, se quedó en Madrid debido a su delicado estado de salud. Junto a la novia estaban su padre, el empresario Antonio Ybarra Llosent, bisnieto de José María Ybarra Gutiérrez de Caviedes, que fuera alcalde de Sevilla y promotor de la creación de la Feria de Abril; su madre, Casilda de Fontcuberta Alonso Martínez, perteneciente a una familia de raíces aristocráticas, y sus tres hermanos, Antonio, Pablo e Iván, a quien se relacionó en el pasado con la modelo y periodista Teresa Baca. Por parte materna, la novia es nieta de los marqueses de Bellamar y está emparentada con los Medinaceli.
Tras la ceremonia civil, se organizó en la capilla un servicio religioso. Según confirmaba, a las puertas de la finca, el padre Miguel, amigo de la familia, “venía a celebrar una Misa de Acción de Gracias”, y aseguró que, tras haber conversado con los novios en días anteriores, los veía “muy contentos a los dos”. Entre los invitados se pudo ver al cantaor Arcángel, íntimo del novio; el rejoneador Fermín Bohórquez Domecq y su hermano, Iván Bohórquez Domecq, junto a su mujer, África Serra Díez; la diseñadora Rocío Peralta, que acudió con su marido, Cayetano García Soriano, buenos amigos de los novios; la aristócrata María de León Castillejo, que compartió su look en sus redes —vestido verde de Cortana, tocado de Mimoki y, para protegerse del sol, una sombrilla tailandesa realizada a mano por artesanos—; el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales Domecq, y Ana María Abascal junto a su hija, Patricia Medina, y su yerno, Jerónimo Solís Guardiola. La relación de Casilda con la hermana de Naty Abascal y su hija viene de lejos, ya que formó parte del equipo de su tienda de antigüedades en Sevilla, Abascal Antiques.
Fue una ceremonia civil, ya que ni El Litri ni Carolina Herrera han solicitado la anulación eclesiástica de su matrimonio, que terminó en 2017, después de trece años
Casilda eligió un taller de Madrid para su vestido, hecho a medida, de corte sencillo, con brocados en oro, entallado y con cuello a la caja. Recogió su pelo en una coleta bubble, de máxima tendencia. El diestro llevó un traje de chaqueta azul marino.
El banquete nupcial fue servido por el catering sevillano Alda & Terry, cuyas propietarias, Clara Ruiz de Alda y Gadea Vázquez Terry, son habituales de los eventos más exclusivos, como la boda de Claudia Ortiz Domecq y José Entrecanales o la puesta de largo de Cayetana Rivera. Se sirvió bajo carpas abiertas, situadas al lado de la plaza de toros, en mesas imperiales vestidas con manteles de hilo grises. Los recién casados, muy animados y cómplices, abrieron el baile al ritmo de Tú me quieres dejar, yo no quiero sufrir ante sus invitados, que disfrutaron durante la fiesta de música en directo y de un DJ.
El novio estuvo acompañado en la boda por sus tres hijos, Olimpia, Miguel y Atalanta, de su unión con Carolina Herrera, que mantienen una estupenda relación con la ya mujer de su padre
La historia de amor de Miguel Báez, ‘El Litri’, y Casilda Ybarra de Fontcuberta surgió, según parece, en verano. Ella pasaba unos días de descanso en la localidad onubense de Punta Umbría, donde la familia Báez Spínola tiene una bonita casa, y los presentaron unos amigos comunes. Pero las imágenes de la pareja no llegarían hasta más de un año después, en concreto, en noviembre de 2021, cuando ¡HOLA! publicó las fotografías que confirmaban la relación. Esa misma semana acudían al funeral, en Jerez de la Frontera, de Mercedes Domecq Ybarra, pariente de Casilda. La pareja mantiene una estrecha relación con Iván y Fermín Bohórquez Domecq, hijos de Mercedes.
La ya esposa del diestro estudió Historia del Arte , en la Universidad de Sevilla, y se especializó en Musografía y Exposiciones, por la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado en distintos proyectos culturales, como la galería Coll & Cortés, fundada, en la capital, en 2005, por Jorge Coll y Nicolás Cortés, o la asociación sin ánimo de lucro Factum Foundation Spain, dedicada a la conservación de obras, de la que es Cultural Projects Associate. Por su parte, desde su retirada de los ruedos, en 1999, Miguel Báez Spínola está dedicado a los negocios, no solo en cuanto a gestión de patrimonio inmobiliario, sino también en otros ámbitos empresariales. Es, por ejemplo, junto a Rosauro Varo, José María Pacheco y otros socios, propietario de un restaurante en la capital hispalense.