Su Alteza Real doña Teresa de Borbón y Borbón, princesa de las Dos Sicilias y marquesa de Laserna ha regresado triunfal a escena como anfitriona de la segunda edición del concurso completo Flor de Lis Horse Trials . A sus ochenta y cinco años, sigue arraigando su legado en el mundo ecuestre, a la vez que, con el apoyo de su familia, escribe un nuevo capítulo para su hierro en su finca de ‘El canto de la cruz’, Colmenar Viejo (Madrid).
Es una de las criadoras de caballos de pura raza árabe más importantes de España y del mundo, una autoridad reverenciada, pero, en los últimos años, se ha echado a la espalda un nuevo cometido: estar al frente cada primavera de uno de los eventos hípicos de carácter olímpico más importantes de España, que va camino de las tres estrellas.
Para ello ha traído hasta su casa el espíritu de la cita ecuestre más prestigiosa del Reino Unido y, también, una de las favoritas de la Reina Isabel II: Badminton Horse Trials, fundado en el siglo XX por el duque de Beaufort.
El CCE, una de las tres disciplinas de categoría olímpica, se compone de tres pruebas: la doma clásica, que demuestra la armonía entre jinete y caballo ; el recorrido campo a través (cross-country) con obstáculos fijos, y el concurso de saltos en pista. Las tres suman resultados para conseguir la mayor calificación poniendo nombre a los vencedores. Y este año los campeones de las dos competiciones nacionales han sido: Pablo Santana, montando a ‘Oliva 26,60’, en el Trofeo Merbauto Mercedes-Benz 2*, y Juan Carlos Alanis, con ‘Brutus de Adriano’, en el Trofeo Comunidad de Madrid 1*.
En España, esta modalidad se desarrolla generalmente a lo largo de una jornada, pero Flor de Lis Horse Trials también va un paso por delante. Inspirándose en países vecinos y queriendo traer a España lo mejor, la princesa ha apostado por celebrar el triatlón ecuestre durante tres días, del 6 al 8 de mayo. De la campiña inglesa, número uno de esta especialidad, a las faldas del Cerro de San Pedro, sierra de Guadarrama, con una evocadora puesta en escena en un fin de semana perfecto.
La infanta con sus primas
Solo tiene dos años de recorrido, pero las 2500 personas que han pasado por ‘El canto de la cruz’ en esta edición lo han convertido en el concurso de completo con más afluencia de público en España. No solo eso, también ha quedado señalado como el nuevo evento social imprescindible de la primavera. Las familias de la hípica, el círculo de la presidenta de Flor de Lis, que entronca con reyes, príncipes e infantes; los amigos de la familia Moreno de Borbón, la Comunidad de Madrid y el mundo de la empresa —¡HOLA!, Merbauto Mercedes Benz, Entrecanales Domecq, Barons de Rothschild, Mahou, El Corte Inglés…— han dado a esta cita ecuestre un apoyo con muy pocos precedentes.
Entre los invitados, la infanta Elena, muy unida a la familia desde siempre. Sonriente, y junto a sus primas, las hermanas Moreno de Borbón, disfrutó el domingo del village comercial y una zona gastronómica en la que se pudo degustar desde buey de Valles del Esla a Sushi, sin olvidar el café Aruba. La hermana del Rey acudió sola con ‘Tula’, su fox terrier, y se fue antes de la entrega de los premios para ir a ver con su hijo Felipe la gran final entre Carlos Alcaraz y Alexander Zverev en el Mutua Madrid Open.
También acudieron al evento la princesa Cristina Borbón Dos Sicilias con su primogénita, Victoria; los duques de Terranova, Gonzalo de la Cierva y Patricia Olmedilla, con sus hijas, María, Sofía y Alejandra; Fernando Martínez de Irujo, Marqués de San Vicente del Barco; Alonso Álvarez de Toledo y Urquijo, marqués de Valdueza; Nina Wendelboe-Larsen, en su primera aparición tras la boda de su hija, Isabelle Junot, nueva marquesa de Cubas; así como muchos representantes de la nueva generación. Entre ellos, Victoria de Hohenlohe-Langenburg y Olivia de Rothschild.
La noble con más títulos
La XX duquesa de Medinaceli , distinción que ostenta desde hace siete años, lleva el nombre de la Reina Victoria Eugenia y es la noble con más títulos de Europa. Con veinticinco años cumplidos en marzo tiene más de cuarenta, diez de ellos con grandeza de España, pero es una desconocida para la gran mayoría y así quiere seguir en su vida. La encontramos sentada en pleno campo disfrutando con una amiga —la hija de Gonzalo Prado—, de la prueba cross-country. La más espectacular del triatlón ecuestre con los mejores saltos que se pueden encontrar en España: pasos de agua, una charca de cross y más de cien obstáculos, muchos de nivel olímpico, como la luna, el marco, la herradura, diseñados y construidos por el equipo Flor de Lis, al igual que los naturales.
En el mismo escenario, y rodeada de su pandilla —entre ellos, Alejandro Fernández de Araoz y Diego Sánchez Huerta—, también vimos a Olivia de Rothschild . La heredera de la dinastía de banqueros que se remonta a 1743 es una enamorada de España, al igual que su padre, el barón Benjamin Rothschild, fallecido en 2021 a los cincuenta y siete años. Estudia en Madrid, le encanta la caza y los caballos y disfrutó muchísimo de su día en el campo.
Doña Teresa monta desde niña —ahora ya no— y ama a los caballos. Heredó la yeguada Flor de Lis en 1964, tras la muerte de su padre, don Alfonso de Borbón y Borbón, infante de España y duque de Calabria, y consiguió convertir a sus ejemplares en auténticos campeones en el Raid o concursos de completo tanto nacionales como internacionales. Es su obra. Con el apoyo de su marido, no solo ha dado notoriedad a los caballos de pura raza árabe, sino que ha convertido ‘El canto de la cruz’ —los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía inauguraron las instalaciones— en una de las hípicas más privilegiadas de España.