Eurovisión se ha convertido a lo largo de sus 66 años de historia en escenario de grandes artistas y un sinfín de comentadas anécdotas sin las que el festival no sería tan recordado. Esta reunión europea ha sido escenario del nacimiento de estrellas, insólitos participantes, escenografías potentes, mensajes reivindicativos, espontáneos que no habían sido invitados, fallos “intencionados” y los más variopintos estilos y montajes. Echando la vista atrás hemos recuperado algunas de esas anécdotas que han marcado la historia del certamen europeo y de las que quizá no te acuerdas. ¿Nos acompañas?
Analizamos el fenómeno Eurovisión que sigue vigente 66 años después
- La primera entrega se denominó Grand Prix Eurovision de la Chanson y no como se llama actualmente, Eurovision Song Contest. La competición no ha estado exenta de problemas técnicos, como el de la tercera entrega, en 1958, que empañó la actuación del italiano Domenico Modugno. Su interpretación del tema Nel blu Dipinto di blu no se pudo ver en algunos países y para solucionar el fallo, una vez que terminaron el resto de aspirantes se le invitó a subir de nuevo al escenario (quedó en tercera posición).
- La participación de los suecos ABBA en el certamen de 1974 cambió sin duda la manera en la que se concebían las candidaturas. No solo se trataba de interpretar una canción sino que el espectáculo y la escenografía cobraron mayor protagonismo. Waterloo, elegida como el mejor tema del festival en su 50 aniversario, ganó esta edición en la que Agnetha Fältskog, Anni-Frid “Frida” Lyngstad, Benny Andersson y Björn Ulvaeus vistieron llamativos y brillantes atuendos diseñados por Inger Svvenke. El certamen fue su particular trampolín al podium de la música en el que permanecieron hasta 1982 con himnos como Dancing Queen, The winner takes it all, Super Trouper y Gimme gimme gimme, entre muchos otros. También saltaron a la fama en Eurovisión Olivia Newton-John, en 1974 con Reino Unido, y una jovencísima Celine Dion en 1988: con solo 20 años ganó el certamen representando a Suiza con la canción en francés Ne partez pas sans moi.
- En 1985, Suecia organizó un certamen presentado por Lill Lindfors, que participó en una broma con la que los espectadores se quedaron literalmente boquiabiertos. Se planeó un accidente para que inesperadamente se le cayera la falda y acabara en ropa interior. El truco estaba en que su top se desplegaba y la cubría. La ocurrencia sin embargo no fue del agrado de la organización que no había autorizado la broma (no había salido en los ensayos previos para que fuera una sorpresa).
- La edad mínima para participar en el certamen son 16 años pues los aspirantes más pequeños tienen su propia competición, Eurojunior. Sin embargo en sus inicios no existía este límite por lo que ha habido aspirantes de hasta 11 años en Eurovisión. Un ejemplo de adolescentes que han triunfado en el festival es el de Sandra Kim, que ganó con 16 años en 1986 con la canción J’aime La Vie.
- Dana International ganó con Israel en 1998, una victoria que generó tanta expectación como la obtenida por el grupo sueco ABBA veinte años antes. La artista se hizo con el triunfo con su himno Diva en medio de una gran polémica en su país por su participación, pues los sectores más ortodoxos no cesaron en sus protestas (incluso recibió amenazas de muerte). No solo la canción era una clara ganadora sino que Dana deslumbró con una chaqueta de plumas creada por Jean-Paul Gaultier. Su popularidad no dejó de aumentar: se convirtió en la primera artista israelí en ser entrevistada por la MTV y vendió 400.000 copias del single que le dio el triunfo en Eurovisión. Volvió a ser protagonista al año siguiente, 1999, cuando iba a entregar el gramófono a su sucesor y, mientras entraba en el escenario, bromeaba con el peso que tenía el trofeo. Un comentario que fue premonitorio pues la artista cayó al suelo después de un resbalón. Las malas lenguas aseguraron que la caída había sido intencionada para acaparar una mayor atención de las cámaras. En 2011, Dana Internacional volvió a probar suerte en el festival con Ding Dong, aunque esta vez no pasó de semifinales.
- Finlandia ha participado en Eurovisión desde 1961, pero no fue hasta 2006 cuando se hizo con su primera victoria. Casi nadie se esperaba que una banda de rock duro y heavy metal como Lordi alcanzara el podium, pero su Hard Rock Hallelujah arrasó en las votaciones. Ni se había mencionado entre las favoritas de la edición y además no contaban con el apoyo de la televisión finlandesa, que no quería correr con los gastos de la pirotecnia que querían incluir en su número. Tuvieron que hacer una colecta entre sus seguidores y eso les permitió actuar con una batería de fuego, una carismática y potente interpretación con la que arrasaron. Esta victoria, tan inesperada como rotunda, les convirtió en auténticos reyes en su regreso a Finlandia -en las celebraciones batieron un récord Guiness al reunir a 80.000 personas cantando su canción en un karaoke-.
- El año 2008 fue uno de los más peculiares en la historia del certamen. En represalia por los representantes que los países del este de Europa enviaron el año anterior (el voto por bloques declaró ganadores a Serbia y Ucrania), los participantes más tradicionales se tomaron la revancha. Ucrania había participado en 2007 con un cómico, actor y cantante muy famoso llamado Andry Mijálovich Danilko, que se vistió como una especie de drag queen espacial con un traje plateado, así que algunos países como España (con Chiquilicuatre) e Irlanda escogieron a unos artistas de lo más originales. Todos recordamos los pasos del "chiki chiki", pero quizá no cómo era el representante de Irlanda, Dustin the turkey, una marioneta con forma de pavo hecha con un calcetín con ojos y pico. Llegó con una puesta en escena llena de colorido y una canción en la que pedía a los países del este de Europa que valoraran la música irlandesa. Por el momento este ha sido el único representante no humano en participar en el festival… pero en Eurovisión nunca se sabe.
- Austria ganó en 2014 a Conchita Wurst, otra de las intérpretes más recordadas del festival. Thomas Neuwirth estaba detrás de esta artista y la creó, según dijo, como “una declaración de la tolerancia y la aceptación”. Su canción Rise Like a Phoenix la convirtió en protagonista de titulares alrededor de todo el mundo y en una estrella que ha paseado por alfombras rojas (Cannes o los Globo de Oro), por la pasarela de Jean Paul Gaultier y por el Parlamento Europeo donde interpretó uno de sus temas. “Esta noche está dedicada a todos los que creen en un futuro de paz y libertad. Vosotros sabéis quienes sois, estamos unidos y somos imparables” dijo mientras levantaba un gramófono ante un público enloquecido. La igualdad ganó aquel año.
- En 2020 la pandemia mundial del coronavirus obligó a la organización a cancelar el festival de Eurovisión, algo que no había ocurrido en sus más de 60 años de historia, una decisión sin duda insólita provocada por la alerta sanitaria. Blas Cantó se quedó sin poder presentar su canción Universo al escrutinio europeo, aunque un año después regresó al certamen con Voy a quedarme. Recoge su testigo Chanel que, si se cumplen las apuestas, podría dejar otro de estos hitos históricos del festival que recordaremos el año que viene: un nuevo triunfo para España.