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Las mujeres de dos futbolistas ingleses están en pie de guerra en el caso que los medios británicos han denominado "Wagatha Christie". Hablamos de Rebekah Vardy, que acusa a Coleen Rooney de difamación en un juicio que está atrayendo toda la atención mediática después de que la mujer de Wayne Rooney asegurara públicamente en 2019 que la esposa de Jamie Vardy había vendido a The Sun las imágenes (falsas) que había publicado en su Instagram privado. Después de que la modelo admitiera que su agente, Caroline Watts, podía haber sido la responsable, ahora señala a la empresaria y escritora de haber envenenado a sus seguidores para que la atacaran. "Parecía como si hubiera convertido a sus fans en un arma contra mí", ha dicho Rebekah, de 40 años, entre lágrimas ante el juez.
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Rebekah Vardy asegura que recibió multitud de insultos y amenazas de muerte después de que Coleen Rooney publicara en 2019 sus sospechas sobre quién era la responsable de las filtraciones. En ese momento estaba embarazada de siete meses y alega que llegó a temer por su bebé. "[Coleen] sabe exactamente lo agresivos y desagradables que pueden ser en redes sociales, debería haber usado su influencia para pedir a los trolls que pararan y no lo hizo", ha acusado la mujer de Jamie Vardy, que juega en el Leicester y fue compañero de equipo en la selección británica de Wayne Rooney.
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Los abogados de Coleen Rooney están intentando demostrar que, pese a que Rebekah Vardy acusa a su agente de haber sido la responsable de la filtración, fue todo bajo su expreso deseo. Como supuestas pruebas están utilizando algunas de las conversaciones de WhatsApp entre la modelo y su representante en las que critican abiertamente las publicaciones privadas del Instagram de la esposa de Wayne Rooney, pero la mujer del futbolista del Leicester se defiende diciendo que era sin mala intención y que era todo una broma.
Rebekah Vardy ha señalado que "posiblemente" fuera su agente, Caroline Watts, quien filtrara la información, pero sus abogados han pedido que se desestime su intervención en el juicio en base a su estado de salud mental, puesto que está recibiendo ayuda psicológica tras haber expresado ideas suicidas. Además, señalan al equipo de Coleen Rooney como los culpables de su estado inestable, mientras que la modelo asegura haberse sentido manipulada y víctima del bullying.
Durante la jornada, le llegará el turno de testificar a Coleen Rooney, que de nuevo ha sido acompañada por su marido en el juzgado y ha estado tomando notas de todas las declaraciones de Rebekah Vardy. La mujer del retirado futbolista ha firmado un contrato con Netflix para producir un documental de este juicio.
Acusan a Rebekah Vardy de destrucción de pruebas
Los expertos han sido incapaces de analizar el iPhone de Rebekah Vardy puesto que la modelo lo tiró accidentalmente al mar mientras se encontraba en un viaje en barco por la costa de Escocia, días después de que el tribunal lo requiriera. Los abogados han acusado a la mujer del futbolista por su "catálogo de supuestos momentos de mala suerte" que han afectado directamente al caso. Tampoco sirvió el ordenador, puesto que supuestamente había dejado de funcionar y se había desecho de él. La esposa de Jamie Vardy ha negado vehementemente haber borrado o desechado las pruebas potencialmente incriminatorias, y de hecho asegura que los mensajes que faltan habrían sido una ayuda para su situación.