Una revolución que ha roto esquemas con personalidad y atreviéndose a ser ella misma, un ascenso imparable que ha hecho de ella un referente de estilo y tendencias y una fascinación que la han convertido en la más buscada: todo eso es el ‘ efecto Victoria ’, que se ha hecho evidente en una primavera sin respiro de planes, fiestas y viajes.
La hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar es la nueva estrella de todas las fiestas.
Revolución real
Aunque su intención nunca fue la de convertirse en una influencer , la nieta mayor de los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía ha visto cómo sus seguidores subían en tiempo récord de 3.000 a 165.000 seguidores, mientras ella crea su propio estilo acudiendo a eventos, concediendo entrevistas e incluso se ha atrevido con un posado: es una chica de portada.
El cambio que ha dado en dos años ha sido impresionante.
Ha roto esquemas y ha traído de la mano una revolución atreviéndose a ser ella misma con independencia y personalidad
De aquella Victoria que debutaba tímida, en Sevilla, tras cumplir dieciocho años, a la nueva, de veintiuno, sofisticada y con personalidad, que mira directamente a la cámara, y que ha aparecido en la Feria de Abril dejando claro que el ‘fenómeno Victoria’ está aquí para quedarse.
El efecto Victoria, y ¡olé!
Ya se lo había contado a ¡Hola! durante aquella primera feria. “De Sevilla me gusta todo. La tradición… ¡Me encanta Sevilla!”. ¡Y tanto! Victoria, vestida de amazona a lomos de un caballo haciendo el símbolo de la victoria (la inicial de su nombre); Victoria, mirando segura y fijamente —¡esta soy yo!— a la cámara del prestigioso fotógrafo de moda Jesús Isnard… Victoria, de flamenca, con vestidos de seda hechos a medida, uno rojo y otro añil con lunares, de No te lo digo, la firma de Pilar Gómez Ferrer, tía de Rocío Laffón, una de sus mejores amigas. Victoria, bailando sevillanas, o agitando un pañuelo en la Plaza de Toros de La Maestranza en las tardes taurinas. Victoria, paseo arriba y abajo, fundiendo el Real, aún con susto grande. Le robaron su teléfono y se corrió la voz (sin pruebas oficiales) de que hasta el CNI investigó la desaparición.
La realidad de su relación con Jorge Bárcenas
Un susto que no se sabe cómo terminó, aunque de lo que no hay duda es de cuánto ha disfrutado en esta última Feria de Abril. Y, además, sin Jorge Bárcenas, al que no se ha visto por Sevilla. Victoria escribía, además, un mensaje abierto a interpretaciones: “Sevilla en primavera, que, olé, las penas quita”, escribió en sus redes. Aunque, según ha podido saber ¡HOLA!, la pareja no ha roto.
En lugar de comunicados, ellos lo van desmintiendo con sus apariciones juntos. La primera vez, a finales de abril, en la Ciudad Condal, cuando asistieron juntos a la Bridal Fashion Week. La segunda, después de que estos días volvieran a saltar todas las alarmas cobrando cada vez más fuerza el distanciamiento. Los rumores quedan de nuevo atajados con estas imágenes que traemos a nuestras páginas, en la Misa funeral en recuerdo de José María Álvarez de Toledo y Gómez-Trenor, conde de la Ventosa, celebrada en la iglesia del Espíritu Santo de Madrid.
Independiente, con carácter y personalidad, ha dado un giro a su vida, pero no a sus estudios, y le queda un curso para terminar la carrera de Comunicación y Marketing
Después de hacer vidas separadas con planes muy diferentes —tú, a la feria y a los toros; yo, al tenis (ahí se vio a Bárcenas solo)— reaparecían junto a la infanta Elena —primera vez que la infanta coincidía con el DJ en un acto público— apoyando a Rita Allendesalazar, quien perdió a su marido el pasado 7 de abril, por un fallo cardiorrespiratorio; es la mejor amiga de la hermana del Rey y una persona muy importante en la vida de Victoria. Entraron por separado, pero se fueron juntos en el mismo coche en dirección a la casa que comparten desde el pasado otoño. Otro gran paso para Victoria, que dejaba atrás la casa de su madre para vivir su vida, después de un largo año de noviazgo, en el que apenas se separaron. Ni siquiera en el confinamiento, que pasaron juntos en un cortijo-hotel rodeado de olivares y campo, en Villacarrillo (Jaén).
Referente de estilo y tendencias
Victoria se acorta el nombre — ‘llamadme Vic’—, pero impulsa su fama. En un plis plas se ha convertido en uno de los referentes de la moda española. La hemos visto asistiendo a los desfiles de alta costura en París junto a su padre, Jaime de Marichalar, que de pasarelas sabe mucho, y seguramente es su mejor asesor en estilo. También, posando con espectaculares vestidos de fiesta, con mantilla y peineta, traje de flamenca, en bikini, con minifalda, mono, vaqueros rotos y zapatillas deportivas… Su armario lo abarca todo y todo le queda bien. Mide 1,80 metros, está delgadísima —los buenos hábitos se los llevó de casa—. Aunque en carácter se parece a los Borbones y también hace alarde del sentido del humor de la casa, su complexión es la de su abuela paterna, la condesa de Ripalda, una mujer de largas piernas que fue muy elegante.
Se ha convertido en uno de los referentes de la moda española y tiene en su padre al mejor asesor de estilo. Su armario lo abarca todo y todo le queda bien; mide 1,80 metros y está delgadísima
Su estilo ya ha traspasado fronteras y, aunque no sepa hasta dónde puede llegar, Victoria va en busca de encontrar su lugar en el mundo.
Los estudios y el futuro
Tiempo al tiempo, de momento, concilia una gran vida social con sus estudios de Comunicación, no de Business, como se ha venido publicando desde que empezó su carrera en el College For International Studies (CIS), una universidad americana el Endicott College.
Es el mundo que más le gusta —desarrollar e implementar estrategias de comunicación y marketing en un entorno global y competitivo— y el lugar donde le gustaría que estuviera su futuro.
La relación con el DJ Jorge Bárcenas, hoy por hoy, continúa y siguen viviendo juntos, aunque es evidente que han atravesado momentos complicados
Consultora de moda, de estrategias de marca en comunicación y planes de marketing… Es ahí donde hoy por hoy se escribe el futuro de Victoria a largo plazo. Pero para eso aún le queda un curso por delante y, visto lo visto, nuevas y grandes aventuras que vivir.