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hermanas g mez cu tara© JDS

Silvia, Mónica y Eva Gómez-Cuétara, la dulce historia de las ‘hermanas Miller’ españolas: las herederas de las galletas que fascinan a la ‘jet set’

Todas ellas han llamado la atención en la boda de Ramón Hermosilla, hijo de Silvia, con la chef Karla Covarrubias el pasado fin de semana en México


10 de mayo de 2022 - 16:06 CEST

La figura de las hermanas tiene un poder literario innegable. Ahí están los libros, las crónicas y las noticias protagonizadas por las Brönte, las Mitford, las Chanel, las Cushing o, más recientemente,  las Miller . Todas ellas elegantes, bellas, ricas, afamadas y cuyas fascinantes vidas llaman la atención de escritores y cineastas. En España, también existen tres hermanas que recogen el testigo de estos grandes personajes y que, tímidamente, copan cada vez más titulares. Lo poseen todo: son herederas de un gran y ‘dulce’ imperio, tienen clase a la hora de vestir y se mueven en sociedad entre presidentes, políticos y grandes empresarios.

Se trata de Silvia, Mónica y Eva Gómez-Cuétara, nietas de Florencio Gómez Cuétara, cofundador de Cuétara, la productora de galletas María, y tres de las seis hijas de Florencio Gómez-Cuétara Fernández, fundador de los aperitivos Risi, la conocida marca de gusanitos. El pasado sábado 30 de abril, todas ellas brillaron en la boda de Ramón Hermosilla, hijo de Silvia Gómez-Cuétara, con la chef Karla Covarrubias en México. Pero, ¿quiénes son?

Silvia Gómez-Cuétara© JD
Silvia Gómez-Cuétara.

Silvia, de 57 años, es la que hace las delicias de los periodistas. Considerada una de las mujeres más elegantes de España, abandonó el anonimato en 2002, cuando se casó en segundas nupcias con Luis García Cereceda, uno de los empresarios mejor conectados de nuestro país y promotor de la conocida urbanización La Finca, ubicada en Pozuelo de Alarcón (Madrid) y donde viven grandes estrellas. Anteriormente estuvo casada con el abogado Ramón Hermosilla, con el que tuvo cuatro hijos: Ramón, Jaime, Chivi y Victoria. En 2010, tras la muerte de su segundo marido, se vio envuelta en la guerra judicial que enfrentó a Susana y Yolanda, las hijas del conocido empresario, por su vasto patrimonio. Desde 2012, sale con el empresario asturmexicano Juan Antonio Pérez Simón, uno de los mayores coleccionistas de arte del país azteca -tiene cuadros de Dalí, El Greco, Goya, Picasso o Sorolla- y quien fuera mano derecha de Carlos Slim.

Mónica Gómez-Cuétara© JD
Mónica Gómez-Cuétara.

Por su parte, Mónica, de 55 años, también cuenta con una historia fabulosa. Apasionada de la moda, fue una de las primeras personal shopper de España. Hoy, es una de las asesoras de imagen más reputadas de nuestro país. Entre su cartera de clientes: miembros de las casas reales y futbolistas como Cristiano Ronaldo. Estuvo casada con Juan Miguel Pérez-Ilzarbe Welham, con el que tuvo tres hijos Juan, Mónica y Diego. Este último sueña con triunfar con la música. Durante un tiempo se la relacionó sentimentalmente con Alberto Palatchi, el fundador de la firma Pronovias, tras su separación de Susana Gallardo.

Eva Gómez-Cuétara© JD
Eva Gómez-Cuétara.

Eva es la más desconocida de las ‘fascinantes hermanas Gómez-Cuétara’. Vive en Miami con su marido, Jean Paul Schumann, presidente de la importadora y distribuidora de vinos Mack & Schuhle, y sus hijos, Pablo, Eugenia y Alegra. En Estados Unidos, Eva trabaja en el sector inmobiliario. Licenciada en Comunicación en la Universidad de San Diego, ha desarrollado su carrera como presentadora, periodista y editora de moda para revistas como Vogue o Glamour y también como consultora de imagen y estilista para videoclips. En Miami ha fundado The Porcelain Family, una firma de porcelana. Con talento para el diseño, hace unos años, lanzó, junto a sus hermanas Silvia y Mónica, una marca de zapatos llamada Chivis. Se trataba del calzado que ellas usaban y, tras el éxito en su círculo más cercano, quisieron darlo a conocer. No hay duda de que todas ellas han heredado el gen empresarial de su pasado. ¿No son sus fascinantes vidas también merecedoras de su propia novela? Sin duda, no faltaría el glamour.

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