Belén Esteban se sometía este viernes a una operación de tibia y peroné, y aunque la operación fue un éxito, la colaboradora no ha recibido muy buenas noticias ya que su alta hospitalaria de la madrileña clínica de La Luz se ha retrasado más de lo que esperaba. Tendrá que permanecer diez días más ingresada y varios meses de baja para recuperarse totalmente de la lesión que se produjo al caer en pleno directo mientras estaba haciendo una prueba emulando a las de Supervivientes hace unas semanas, algo lo que la tiene muy tocada y baja de ánimo, según ha informado Sergi Ferrer en Sálvame.
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La operación de Belén fue más complicada y más larga de lo que en un principio se esperaba. Estaba en buenas manos y la intervención fue bien pero, tal y como le puso como ejemplo su médico, el peroné es como si fuera el hueso fuera de cristal que hubiera estallado en miles de pedazos, por lo que ha sido una fractura "muy considerable". El problema que surge ahora es que el postoperatorio es muy "doloroso", por lo que tienen que administrarle medicación para ayudar a calmarlo. La presentadora de Lo de Belén no lo está pasando bien y apenas puede descansar por las noches aunque, poco a poco, va logrando dormir un poco más. "Cada dos por tres se queda dormida de día por los calmantes, que le están intentando reducir para asegurar el descanso nocturno", ha afirmado Sergi, que ha asegurado que estaba agotada.
La empresaria está pasando por un momento muy complicado pero, como siempre, cuenta con su pilar fundamental, su marido, Miguel Marcos, que no se separa de ella ni de día de ni noche y que seguro que le está ayudando a sobrellevar mejor este trance y le está dando todo el apoyo que necesita. Belén está muy baja de ánimo, tiene el teléfono desconectado la mayor parte del tiempo y no está con ganas de recibir muchas visitas, pero sí ha querido que su compañero de programa subiera a charlar un rato con ella para contarle cómo se encontraba y al verlo se ha emocionado. Sergi la ha visto "muy floja" y "muy desanimada, nada más entrar en la habitación se ha puesto a llorar", ha explicado el reportero desde la puerta del hospital.
A la tertuliana le encantaría poder estar en su casa y hacer otras muchas cosas, actividades cotidianas incluidas, algo que no va a poder realizar durante un largo periodo de tiempo. Belén tiene la pierna amoratada y una máquina junto a la escayola que le va drenando para facilitar la curación. La colaboradora está hundida, según su compañero de programa, y los médicos le han comunicado que debe permanecer en el hospital, al menos diez días más, después podrá marcharse a casa y comenzará con la rehabilitación. Pero eso no es lo peor, sino que se estima que su reincorporación al trabajo no será posible hasta dentro de varios meses, por lo que aún tardaremos en verla en los platós donde tanto se la echará de menos hasta su vuelta.
Belén ingresó el 28 de abril con fuertes dolores en su pierna para intentar ser intervenida, pero tuvo que volver a casa a esperar a que las heridas que le había producido la escayola cicatrizaran. Tras unos días de reposo, la colaboradora volvió a ingresar el día 5 de nuevo en el hospital para ser operada de sus lesiones en tibia y peroné, cuando ya se pudo llevar a cabo la cirugía. Recordemos que se cayó el pasado 25 de abril durante la emisión del programa, mientras estaba junto a sus compañeros haciendo una de las pruebas a las que se someten los concursantes de Supervivientes 2020 colgándose de una barra de fuerza, al soltarse de la misma cayó mal y fue cuando se produjo la lesión.
Fueron los médicos del programa los primeros en atenderla y en comprobar que la desafortunada caída era grave, decidieron trasladarla al hospital donde se pudo confirmar que dos de los huesos de la pierna estaban rotos: tibia y peroné. Fue escayolada a la espera de no tener que ser intervenida y poder curar la pierna a base de reposo pero, finalmente, la gravedad de las lesiones ha hecho que tenga que pasar por quirófano.