La iglesia Bautista Abisinia de Harlem, en Nueva York, se convertía, la semana pasada, en el punto de encuentro de grandes rostros de la moda, que no quisieron perderse la Misa funeral en memoria del prestigioso editor de moda André Leon Talley, que falleció el pasado mes de enero. No faltó la célebre periodista y editora Anna Wintour, al lado de quien Leon trabajó muchos años y con quien mantenía una gran amistad; además de diseñadores, como Carolina Herrera, Marc Jacobs, Diane von Fürstenberg y Zac Posen, y modelos, como Karlie Kloss. Pero, sin duda, quien acaparo más flashes a su llegada fue Naomi Campbell.
La top llegó a la puerta de la iglesia en medio de una gran expectación, en un espectacular Rolls-Royce clásico del mismo color que su rompedor look, firmado por Schiaparelli. Y es que prefirió dejar a un lado el protocolario negro para apostar por un sofisticado vestido con detalles en dorado, abrigo de plumas, tocado y unos originales zapatos, rindiendo así homenaje a su amigo. Un auténtico espectáculo de moda, con una gran puesta en escena, que a él le habría encantado. También le dedicó, entre lágrimas, unas sentidas palabras, recordando la última vez que se vieron, en un desfile en Nigeria.