Andrés Roca Rey ha vuelto a poner de acuerdo crítica y público en la Real Maestranza de Sevilla. Según dicen los entendidos desde que comenzara su carrera en septiembre de 2015 en la plaza de Nimes (Francia), el diestro peruano se sitúa entre las máximas figuras del toreo gracias a su arrojo y elegancia. No obstante, a sus veinticinco años, también disfruta del éxito en el plano personal, pese a que consiga mantener esta parcela de su vida con discreción.
Desde septiembre de 2015, Roca Rey mantiene una relación sentimental con Andrea Romero, una atractiva administrativa de casi veinticinco años –los cumple en verano–. Junto a su perro, Leo, un simpático ejemplar de cocker, ambos se encuentran instalados en la localidad sevillana de Gerena, en la que el torero compró un imponente cortijo, hace ahora dos años, y donde también reside la familia de su novia.
Graduada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Sevilla, desde junio de 2019, Andrea trabaja en la oficina de seguros en la que su padre está al frente. Sin embargo, su sueño es poder dedicarse la moda. Al tiempo que ejerce de administrativa, se encuentra realizando un master en Gestión de Empresas de Moda, en la Universidad de Loyola. De hecho, la joven ya comienza a mostrar sus propios diseños, como el que lució en la primavera del año pasado, en la boda de su hermana Lorena.
En las redes, la novia de Andrés Roca Rey no sólo deja constancia de su pasión por las tendencias, sino también de su amor por los animales –tiene abierta una cuenta dedicada a su cocker– o desvela alguna de sus amistades más llamativas. Por ejemplo, suele escribirse mensajes tanto con Victoria de Marichalar –también con Rocío Laffón, íntima de la hija de la infanta Elena–, como con la televisiva Nuria Bermúdez o con Josefina Vargas Llosa, nieta del Premio Nobel. A todas ellas le une su gran afición a los toros.
Igualmente, Andrea recurre a Instagram para confirmar su amor por Andrés. Ya el pasado mes de septiembre, cuando la pareja celebró el sexto aniversario de su relación, la sevillana se mostró sorprendida de lo rápido que había pasado el tiempo junto al diestro. “¿En qué momento han pasado seis años?”, se preguntó. “Lo bueno pasa rápido”, le respondió su novio. Lo cierto es que juntos han compartido grandes momentos juntos, como sus románticos viajes a Roma, Venecia, Budapest y Nueva York. También en Lima, tierra natal del torero, donde Andrea ya ha pasado las Navidades junto a los Roca Rey.
A pesar de todo, Andrés y su chica logran vivir un discreto romance en Gerena (Sevilla). Allí residen en La Consentida, una impresionante cortijo de cerca de diez hectáreas, que tiene una gran historia detrás: cuentan que Orson Welles se inspiró en él para la película Ciudadano Kane. La propiedad la compró Joanne Hearst Castro, nieta del magnate de la comunicación William Randolph Hearst, en 1984. Posteriormente, fue propiedad de empresario mexicano Javier Rodríguez Borgia, dueño de casinos, y, ya en mayo de 2020, la adquirió el torero. Ahora que está afianzado su amor y tienen su soñada casa para poder construir un futuro en común, ¿se animarán Andrés y Andrea a dar un paso más en su relación?