El sábado 30 de abril, la Ciudad de México, cuna del arte, mariachi y tequila, fue el escenario de una de las grandes bodas de la primavera. El empresario Ramón Hermosilla, hijo del prestigioso abogado Ramón Hermosilla y Silvia Gómez-Cuétara, se casó con su prometida, la chef mexicana Karla Covarrubias , conocida como ‘Chula’. La pareja eligió para su ‘sí, quiero’ un escenario mágico: el claustro del exconvento de las Vizcaínas, un colegio ubicado en el corazón de la capital del país azteca, con más de doscientos cincuenta años de historia. La capilla acogió la emotiva ceremonia, que congregó a más de seiscientos invitados. El novio, promotor inmobiliario y uno de los hombres mejor conectados de España, realizó su entrada con su madre, mientras sonaba el Canon de Pachelbel.
Considerada una de las mujeres más elegantes de nuestro país, Silvia Gómez-Cuétara , viuda de Luis García Cereceda, padre de la urbanización madrileña La Finca, y actual pareja del empresario y coleccionista astur-mexicano Juan Antonio Pérez Simón, deslumbró con un diseño en azul de Roberto Diz, que combinó con un colorido tocado.
Por su parte, la novia caminó hacia el altar, del brazo de su padre, con una emocionante Salve rociera de fondo. Karla sorprendió con un vestido que constaba de un top confeccionado con encaje español de hilo de oro y una falda elaborada con doscientos metros de tul. La idea era suya y la ejecutó el diseñador Nemo Ipäal. Completó el estilismo con una espectacular mantilla bordada a mano en la India. A su vez, lució un aderezo compuesto por una perla champán, también de la India, que pendía de la frente, y los mismos pendientes que su madre usó hace treinta y cinco años, cuando se casó. Tras la ceremonia, la novia, chef de profesión, ofreció su ramo a la Virgen de Guadalupe y, ya junto a su marido, abandonó la iglesia mientras sonaba el Himno de la Alegría.
La novia brilló con un vestido elaborado con doscientos metros de tul y una mantilla bordada a mano en la India
Más tarde, el exclusivo catering Mayita sirvió una cena mexicana. Todo ello regado con unos vinos especialmente elaborados para la boda por las bodegas Pago de Vallegarcía, propiedad de los hermanos Felipe y Carlos Cortina, buenos amigos de Ramón Hermosilla, quienes viajaron desde España junto a sus mujeres, Amelia Millán y Carla Vega-Penichet.
Entre la comitiva de invitados que volaron desde nuestro país también se encontraban Marta Ortega y su marido, Carlos Torretta , quienes compartieron mesa presidencial con los novios. La presidenta de Inditex destacó con un total look en negro de alta costura. El enlace supuso un desfile de la mejor moda. Otra de las mujeres más elegantes de la velada fue Victoria Hermosilla, hermana del novio, quien, de rojo, acudió junto a su pareja, Emilio Botín, nieto del banquero español y de Hubert d’Ornano, fundador de los cosméticos Sisley. A su vez, sus tías maternas, Mónica y Eva Gómez-Cuétara, destacaron con sus cuidados estilismos.
También estaban Álvaro Falcó e Isabelle Junot , marqueses de Cubas; Alonso Aznar, hijo del expresidente del Gobierno, y su novia, la activista Renata Collado; las interioristas Mercedes Peralta y Mercedes Valdenebro, con sus respectivos maridos, Juan Arena y Alfonso Cebrián; Adriana Sainz de Vicuña; Vega Royo-Villanova y Marcelo Berenstein; Alejandra de Rojas y Beltrán Cavero; Marta de la Rica y Guillermo Castellanos; Pedro Bravo y Carlota Pérez-Pla; Paola Zóbel y Santiago Laborde; Verónica Corsini y Francis Btesh; Carlota Cortina, nieta de Alicia Koplowitz, y el relaciones públicas Jacob Bendahan.
Otros asistentes fueron Evelio Acevedo, director del Museo Thyssen; Alberto Cortina Koplowitz e Inés Balmaseda; el empresario de la comunicación Blas Herrero; Jorge Cosmen, presidente de Alsa, y su guapísima esposa, Covadonga Rodríguez, y la familia Colomer, propietaria de la promotora inmobiliaria Pryconsa. Hollywood estuvo representado con la aparición por sorpresa del actor Richard Gere, que acudió con su mujer, la española Alejandra Silva, buena amiga del novio. Darío Yazbek, conocido por su papel en La casa de las flores, también acudió.
Hollywood estuvo presente por la aparición por sorpresa de Richard Gere y su mujer, la española Alejandra Silva
Para el momento del baile, la novia se cambió y se decantó por un nuevo vestido, firmado en esta ocasión por Oscar de la Renta. La ya señora de Hermosilla bailó Ain’t no mountain high enough junto a su padre. Por su parte, el novio lo hizo con una versión flamenca de la mítica canción Stand by me junto a su madre. Silvia Gómez-Cuétara sorprendió a los presentes por su elegante forma de bailar, como si fuesen unas sevillanas. La socialite está de enhorabuena, ya que, además de la boda de su primogénito, celebra que su hijo Jaime Hermosilla y su mujer, Marta Nicolás, serán padres de su primera hija en los próximos meses.
Ramón Hermosilla y Karla Covarrubias pusieron el toque divertido al cambiar el tradicional vals por la ranchera Cielito lindo. Y eso es lo que hicieron: cantar y no llorar. Todo lo contrario. Celebraron por lo alto su gran historia de amor.