Sus dos hijas son el mayor regalo que la vida le ha dado a Elena Tablada . Diez años de diferencia hay entre las dos -Ella ya tiene doce años, mientras que Camila cumplía dos el pasado 21 de abril-, y en este momento, lidia con estas dos etapas tan diferentes como intensas en la vida de un niño, la preadolescencia y los conocidos como “terribles dos”. Feliz con su faceta de madre, la diseñadora reconoce que está viviendo esta segunda maternidad -junto a su marido, Javier Ungría- de una manera muy distinta a cómo lo hizo con su primera hija, nacida de su relación con David Bisbal . Y es que la experiencia es un grado y el paso del tiempo hace mirar al futuro de otro modo. “Cuando tuve a Ella era un poco más una niña, entonces no lo vivía de la manera, no con la responsabilidad que siento ahora con mis hijas”, explica.
En los últimos años, la relación de Elena con el padre de Ella también ha pasado por diferentes etapas y han protagonizado enfrentamientos que les han llevado hasta los tribunales . Pero parece que después de la tempestad, por fin ha llegado la ansiada calma. El cantante forma parte de su pasado, pero también de su presente y de su futuro por la hija que tienen en común, a la que quieren con locura y por eso hay que tender puentes para llegar al entendimiento. Con motivo del Día de la Madre, hablamos con Elena sobre su vida como madre y sus retos y en esta conversación también nos contó en qué punto se encuentra su relación con él.
“Ahora con él las cosas están bien. Cómo pasa con todas las exparejas, es como una montaña rusa constante”, confesaba contenta porque están atravesando un buen momento y espera que todo siga así de ahora en adelante. “Dios quiera que falte mucho para que volvamos a tener un enfrentamiento, pero bueno, yo creo que, con cabeza, con sabiduría y con inteligencia, se pueden llevar bien las cosas”, aseguraba.
Días después de contarnos esto, el destino quiso que se encontrara por primera vez con Chenoa , expareja de David Bisbal, a la que nunca había visto en dieciocho años. Las dos estuvieron en la fiesta de la primavera organizada por Anne Möller y ¡HOLA!, las resentó Anne Igartiburu, estuvieron hablando y se hicieron una foto juntas. “La verdad es que ha sido una cosa muy natural. Yo tengo mi vida, los años pasan, maduramos, y ella también. Lo que más me ha sorprendido cuando la vi es que han pasado dieciocho años y nunca habíamos coincido en ningún sitio”, nos decía sobre este comentado encuentro.