Los cuatro hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin siempre han hecho gala de una gran discreción, pero sí hay uno que, quizás, siempre ha estado más apartado del foco, ese ha sido Miguel, el tercero de los hermanos, que ya tiene 20 años. La última imagen que hemos visto de él es bastante reciente, y corresponde a la visita que hizo a su padre en Vitoria justo antes de viajar junto a su familia a Abu Dabi para ver a su abuelo, don Juan Carlos, la pasada Semana Santa. Ahí ya pudimos constatar el gran cambio del joven que definitivamente ha dejado atrás la adolescencia.
Don Juan Carlos recibe la visita de sus hijas y sus nietos en Abu Dabi
Con gafas, aunque solo las lleva en algunas ocasiones, muy alto -tanto como su padre- y con un estilo deportivo pero muy estiloso, así es Miguel actualmente. Ya el pasado verano se podía vislumbrar que del niño que fue no quedaba nada, al menos físicamente. En unas fotografías publicadas por ¡HOLA! de sus vacaciones familiares en Bidart (Francia), Miguel aparecía practicando surf junto a su hermano Pablo, ambos con un físico imponente, pero llamaba especialmente la atención el del hermano menor al que recordábamos en su versión algo más infantil y con varios centímetros menos de altura. Antes de estas apariciones recientes, le habíamos visto paseando por Vitoria en las navidades de 2019 durante uno de los permisos penitenciarios de su padre y visitando a su abuelo a la clínica Quirón de Madrid en compañía de su madre y de sus hermanos Juan e Irene en agosto de ese mismo año.
Así son los cuatro hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
Al hijo de la infanta Cristina no se le ve demasiado en público, algo que encaja con su carácter discreto y que la distancia con España la facilita. El ahijado del rey Felipe estudio en el colegio Ecolint de Ginebra, la ciudad suiza en la que estuvo viviendo con su familia desde 2013, y se trasladó a Londres, donde reside actualmente, para cursas sus estudios universitarios de ciencias ambientales. También deportista y amante de la música como sus hermanos, tiene un carácter alegre y espontáneo y de él se ha dicho también que es muy estudioso y el más bromista de los Urdangarin. Uno de sus deportes favoritos es la vela, disciplina que aprendió en el Club Náutico de Calanova, en Mallorca. También es un gran aficionado al fútbol, esquí y esquí acuático, además del surf, deporte que aprendió con Kyril de Bulgaria durante sus veranos en aguas baleares y que, en los últimos años, se le ha visto practicando en la costa francesa de Bidart.
Miguel comienza está segunda década de su vida en un momento de cambios para su familia. Su padre ya es libre tras cumplir su condena por el caso Noos, por lo que ya puede encontrarse con él en cualquier punto de la geografía. Además la interrupción de la relación matrimonial, como ellos lo comunicaron, entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, ha puesto a sus hijos en el punto de mira. Ha sido Pablo el que ha acabado por canalizar esa atención mediática con gran éxito ya que su educación, disponsición y talante con la prensa han cautivado a la opinión pública. Por el momento, Miguel sigue manteniendo un perfil bajo, y manteniendo en la esfera privada ese sentido del humor que le caracteriza.