Repetía hace unos días Jennifer Lopez que el verde es su color de la suerte. Si la diva del Bronx ya lo había reconocido en alguna ocasión, con mayor motivo, esta era muy especial. Nuevo anillo en mano quiso compartir con sus seguidores su (re) compromiso con Ben Affleck . Justo hace dos décadas que la pareja se enamoró por primera vez y dieciocho años desde que rompieron a las puertas de su boda. Si entonces sellaron su intención de casarse con un espectacular diamante rosa, ahora es un diamante verde el que brilla ya en el dedo de la cantante. “Siempre digo que el verde es mi color de la suerte. Me di cuenta de que hubo muchas veces en mi vida en las que pasaron cosas increíbles cuando usé este color”, comentaba en su newsletter OnTheJlo. Tan increíbles como la propia joya que, según los expertos, estaría valorada entre los cinco y los diez millones de dólares dada la exclusividad y rareza de la piedra.
Lo cierto es que son seis los diamantes de compromiso que han pasado -alguno para quedarse- por la vida de Jennifer López y su joyero. Y de todos los colores, como si fueran las gemas del infinito de Marvel. Si sumamos su valor estimado, hablamos de todo un patrimonio: unos quince millones de dólares. Y el precio de las sortijas que le han regalado sus parejas en cada momento ha sido proporcional también a su crecimiento artístico. Según han ido pasando los años, más espectaculares han sido.
Se casó por primera vez con Ojani Noa, el actor y modelo cubano al que conoció en un bar de Miami cuando tenía veintiséis años. Se comprometieron con un diamante en forma de pera que, según se dijo, rondaría los cien mil dólares. La boda tuvo lugar el 22 de febrero de 1997 y once meses después anunciaban su separación.
En 2001, se casó con el bailarín Cris Judd del que se enamoró tras coincidir en su vídeoclip Love Don’t Cost a Thing. Un año después se separaron y finalizaron su divorcio en enero de 2003, cuando ella estaba ya comprometida con Ben Affleck. El coreógrafo le pidió matrimonio, en esta ocasión, con un diamante talla esmeralda cuyo coste se estimó entre ciento cincuenta mil y quinientos mil dólares.
Al actor de Pearl Harbor lo conoció mientras rodaban la comedia romántica Gigli y se convirtieron en la pareja más perseguida en los inicios del siglo XXI. Affleck selló su amor con una joya muy especial: un diamante rosa de 6,1 quilates encargado en exclusiva a Harry Winston y valorado en dos millones y medio de dólares. Sin duda una pieza única para J.Lo quien, al parecer, nunca se deshizo de ella cuando, a finales de 2003 rompieron el compromiso y la relación en enero de 2004. “Nunca le devolvió el anillo. Era enorme. Se que me va a matar por decir esto, pero era tan grande que en un primer momento yo pensé que era falso” ha comentado en el podcast Naughty but Nice Rob Shuter, encargado de la carrera de Jennifer a principios de los años 2000. No se casó con él, pero en 2004 dio el ‘sí, quiero’ … a Marc Anthony, padre de sus mellizos Max y Emme y de quien se separaría finalmente en 2014. El famoso cantante le propuso matrimonio con un diamante azul de 8,5 quilates, también de Harry Winston que costó alrededor de 4 millones de dólares.
Hasta hace menos de un mes, el top de la lista lo ocupaba la sortija con la que se arrodilló Alex Rodríguez en la primavera de 2019 estando de viaje en las Bahamas. La cantante y el exjugador de béisbol comenzaron a salir en 2017 y aunque su noviazgo parecía destinado a llegar al altar, los continuos aplazamientos de la boda terminaron el marzo del año pasado tras cuatro años. Para entonces Ben Affleck se había vuelto a cruzar en el camino de la diva del Bronx, fue al parecer un mensaje el ‘culpable’ de una reconciliación digna de la mejor comedia romántica de Hollywood. Ya ha habido petición. Ya ha habido un ‘sí, quiero casarme contigo’. Y todo el mundo espera que, veinte años después, esta segunda oportunidad, termine en boda.
De momento, la gema que completa la colección es única, ya que solo los diamantes que están expuestos a radiación pueden adquirir ese color verde.