La tormenta ha pasado, pero la historia continúa. Tres meses después de salir a la luz las imágenes de la traición, la relación entre Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia se afianza. A golpe de encuentros secretos el camino se ha ido despejando, el romance clandestino ha dejado de serlo y la pareja camina hacia su vida. Aunque, de momento, los espacios están acotados; ni los hijos del exduque conocen a Ainhoa, ni los dos de ella han visto a Iñaki. Y la Semana Santa fue momento de pasar tiempo en familia.
Como publica ¡HOLA!, Urdangarin se reunía en Barcelona con su hijo Miguel, antes de que éste viajara, junto a su madre, la infanta Cristina, y sus hermanos Juan, Pablo e Irene a Abu Dabi para visitar al rey Juan Carlos; mientras, Ainhoa viajaba desde Vitoria a la costa alicantina, donde tiene una casa desde el año 2003, para pasar unos días de descanso y relax a la orilla del mar. Ha sido allí donde la analista contable dejó buena cuenta de su excelente forma con un favorecedor bikini verde, jugando a las palas y disfrutando del sol. Y las claves de su buen estado físico, a sus cuarenta y tres años y tras dos embarazos, son el resultado de su tiempo dedicado al deporte, una práctica habitual en su día a día, y ahora también una afición común con Urdangarin. La pareja recibe clases de yoga en el centro Sita fundado por Yolanda Izarra hace más de dos décadas. Se desconocía que el exjugador de balonmano lo practicara, pero lo cierto es que ambos han sido fotografiados en varias ocasiones entrando y saliendo de la escuela, incluso ¡HOLA! publicó su primer beso tras el cristal. Un lugar que se convirtió en un refugio donde encontrar tranquilidad, equilibro, conocimiento pleno y una mente clara en mitad del huracán y en una nueva etapa llena de cambios.
Más allá de las calles de Vitoria, y como amantes que son de la Naturaleza, Iñaki y Ainhoa también se escapan a los bosques de Álava para hacer rutas de senderismo por los parajes singulares que ofrece la provincia vasca. Entre ellos, el parque natural de Garaio, a 25 kilómetros de Vitoria. Les encanta, además, la zona del embalse de Ullibarri-Gamboa, un impresionante espacio natural muy apreciado por los alaveses. El pádel y el running les gusta a ambos también. Ya mucho antes de conocer a Iñaki, Ainhoa participó en varias maratones en Vitoria, como la carrera contra el cáncer de mama, con su madre y su hermana en 2011, o la Carrera de la Mujer también junto su hermana en 2012.
El deporte está muy presente en su familia. De hecho, Laura Armentia es monitora deportiva y su marido, Jon Negueruela es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y es también monitor deportivo; y ambos practican surf, como se ha visto en algunas imágenes de redes, una afición que también Iñaki Urdangarin comparte con sus hijos, a los que hemos visto disfrutando de las olas en las playas de Bidart en numerosas ocasiones. El baile también es un buen aliado para la tonificación y sabemos que a la analista contable le gusta bailar por los números vídeos que compartía en Tik Tok antes de convertirse en la mujer más buscada del momento.
Urdangarin jugó en el Barça entre 1986 y 2000, equipo con el que ganó seis Copas de Europa y diez Ligas. Con España disputó 154 partidos y logró dos bronces olímpicos (Atlanta 96 y Sídney 2000) y uno europeo. Actualmente se prepara como coach deportivo y recientemente realizó unas prácticas no remuneradas en el FC Barcelona. En el segundo equipo azulgrana juega Pablo, su segundo hijo, que sigue sus pasos en el mundo del balonmano.