Iñaki Urdangarin no ha podido sentirse más orgulloso de su hijo en un día como este, después de que el joven Pablo haya escrito por primera vez su nombre con letras de oro en la historia del balonmano español. El todavía marido de la infanta Cristina viajaba de Vitoria hasta Pamplona para presenciar el emocionante partido en el que su vástago se proclamaba flamante campeón de la Liga Asobal con su equipo, el FC Barcelona. Durante el encuentro que se ha disputado en el mediodía de este sábado, veíamos primero al exduque de Palma sentado en las gradas del pabellón conocido popularmente como La Catedral. Desde ahí seguía muy atentamente y vibraba con todo lo que ocurría en este choque de verdadero infarto para los aficionados, que ha acabado con un resultado final de 34-35 goles a favor de los visitantes sobre los aguerridos locales del Helvetia Anaitasuna.
La familia Urdangarin, una piña arropando a Pablo en su último partido
Tras el pitido final, el jugador de 21 años salía por momentos de la cancha y se acercaba hasta su padre, abrazándose a él para celebrar juntos el triunfo y protagonizando unas imágenes de lo más felices y cariñosas. Vestido de calle con cazadora gris, camiseta polo verde y pantalón, el exduque de Palma no paraba de sonreír e incluso posaba ante las cámaras con su descendiente, que lucía la equipación blaugrana y después cantaba el alirón con el resto de sus compañeros. Era una jornada de enorme significado para el aún yerno de don Juan Carlos y doña Sofía, al ver cómo su hijo sigue con éxito sus pasos tras los incontables trofeos tanto nacionales como europeos que el propio Iñaki conquistó en su día como integrante del Barça. Hoy, los catalanes siguen demostrando que no tienen rival después de hacerse nada menos que con su duodécimo título liguero consecutivo, el primero que logra Pablo como miembro del primer equipo.
Iñaki Urdangarin, orgulloso de su hijo en su reaparición tras obtener la libertad condicional
Además de disfrutar de los éxitos deportivos de Pablo, Iñaki Urdangarin recibía hace muy pocos días en su casa por Semana Santa la visita de su hijo Miguel. El tercer vástago del exjugador vasco y la Infanta viajó desde Londres, donde estudia Ciencias del Mar, hasta la capital alavesa para encontrarse con su padre. Desde allí, se desplazaron juntos a Barcelona, donde quedaron con algunos viejos amigos del exduque de Palma. En ese mismo lugar, con toda probabilidad, Miguel se unió a su madre y a sus tres hermanos para volar hasta Abu Dabi y reencontrarse con su abuelo, el rey Juan Carlos. A la espera de firmar su divorcio de doña Cristina, Iñaki disfruta libremente de su noviazgo con su compañera de trabajo, Ainhoa Armentia, y cuenta con el apoyo de sus familiares. Sin embargo, no hay constancia de que por ahora alguno de sus descendientes haya conocido ya en persona a la nueva pareja de su progenitor.
El aplomo que demuestra Pablo Urdangarin en los momentos delicados