Tres meses después —19 de enero— de salir a la luz las imágenes de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia, la pareja ha dado el salto definitivo para ir a su aire y hacer su vida. En el ámbito que les importa, el de sus familias, todo se ha aclarado, los matrimonios están rotos y acabarán en divorcio, y en su mundo común, a golpe de encuentros secretos, el camino se ha ido despejando. El romance clandestino se ha convertido en una gran historia donde sus protagonistas se pierden en los bosques vascos entre besos y abrazos. Así lo mostrábamos la pasada semana en exclusiva con las imágenes definitivas y más románticas de su nueva vida.
Aunque, según adelantaba ¡HOLA!, aún no habrían dado el paso de irse a vivir juntos. Mientras llega el momento, y… todo se andará, la Semana Santa ha servido de desconexión después de las intensas semanas tras descubrirse su romance. Mientras el exduque se encontraba en Barcelona con su hijo Miguel —antes de que este volase a Emiratos Árabes junto a su madre y sus hermanos para visitar al Rey Juan Carlos—, Ainhoa ponía rumbo a su refugio en la costa alicantina junto a sus dos hijos. En las playas de la Comunidad Valenciana está su casa familiar de veraneo, una segunda residencia que tienen desde hace casi dos décadas, donde suele reunirse con su hermana, Laura; su cuñado, y sus sobrinos, y a quienes, en esta ocasión, también se unió su padre.
El buen tiempo acompañó la escapada —casi setecientos kilómetros desde Vitoria— y Ainhoa pudo disfrutar del sol y las altas temperaturas. Durante estos días a la orilla del mar, ha aprovechado para broncearse con los primeros rayos, charlar con amigos y familiares y jugar a las palas, demostrando la estupenda forma física en la que se encuentra, a los cuarenta y tres años, tal y como muestran las imágenes exclusivas de estas páginas, donde lució dos favorecedores bikinis en verde y en negro.
La mujer que ha enamorado a Urdangarin, que fue jugador de balonmano profesional, comparte con él su pasión por el deporte. No se sabía que el exduque practicase yoga, pero, a raíz de otras imágenes exclusivas en ¡HOLA!, descubrimos que es una afición que la pareja comparte y asisten a las clases que se imparten en el centro Sanatana Dharma, fundado por Yolanda Izarra Valle hace más de dos décadas.
Ainhoa, de cuarenta y tres años, también mostró su particular estilo a la orilla el mar: camisa blanca, minifalda y borsalino, tras unas horas disfrutando del sol
Más allá del asfalto, y como amantes que son de la Naturaleza y del deporte al aire libre, Iñaki y Ainhoa también se escapan a los bosques de Álava para hacer rutas de senderismo por los parajes singulares que ofrece la provincia vasca. Entre ellos, el parque natural de Garaio, a 25 kilómetros de Vitoria. El mismo al que se escapó Urdangarin con su familia días después de publicarse las fotos que destaparon su infidelidad. A la pareja le encanta la zona del embalse Ullibarri-Gamboa y perderse por el parque, de 116 hectáreas. Un espacio en el que se les ha podido fotografiar paseando entre arces y fresnos, charlando y viviendo su historia de amor con la mayor naturalidad y casi siempre abrazados. Momentos excepcionales que ya comienzan a formar parte de su rutina como pareja y su vida en Vitoria, donde, tras los días de descanso y relax, la técnico especialista en administración y gestión volvió a incorporarse al despacho de abogados en el que todo comenzó y ella continúa trabajando.