¿Qué habría sido de Laura Pausini si no hubiera ganado el Festival de San Remo de 1993? La cantante italiana lo tiene claro: no sería una de los artistas italianos más internacionales, pero seguiría siendo feliz. Así nos lo afirmó ella misma en Madrid, durante el estreno de Laura Pausini. Un placer conocerte , su documental para Amazon Prime Video. La cantante acudió a la cita con su pareja, Paolo Carta, y Paola, la hija que tuvieron hace nueve años . En su visita a nuestro país, Laura nos reveló sus planes de boda, truncados por la pandemia, al igual que nos confesó la lección aprendida tras quedarse a las puertas de ganar un Oscar por la canción Io Sí.
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—Háblanos del documental.
—Yo cantaba en un piano bar con mi padre, pero soñaba con hacerlo sola y eso era muy difícil, porque, entonces, solo eran hombres los que cantaban en restaurantes. Cuando gané San Remo me pregunte: ‘¿Por qué yo?’. Soy una chica de un pueblo desconocido de Italia y no sé por qué el destino me ha elegido.
—¿Te queda algún sueño por cumplir?
—No tengo más sueños. Durante la pandemia, ya tenía todo cumplido y más, pero llegó la nominación al Globo de Oro y lo gané. Después, llegó la nominación al Oscar, aunque, por suerte, perdí.
—¿Por suerte?
—Fue importante perderlo porque mostré a mi hija que su madre es igual cuando gana el Globo de Oro que cuando pierde el Oscar. Perder no es algo que nos enseñen de niños. Siempre nos dicen que tenemos que ganar y ser número uno… Pero la vida no es así. Aunque me ha ido muy bien. Ahora quiero saber qué hay después.
Una boda por celebrar
—¿Algún sueño personal?
—Ya hice todo lo que quería.
—¿Y casarte?
—Mi marido, porque ya le llamo así, tras diecisiete años juntos, me preguntó si quería casarme en dos mil doce. Fue la semana antes de descubrir que estábamos esperando a Paola, así que decidimos esperar para que ella nos llevara los anillos. Como soy muy fanática de los números y mi favorito es el ocho, queríamos casarnos en el año que mi hija los cumpliese —en dos mil veintiuno—. Coincidió con la pandemia y no queríamos una boda con mascarillas. Veremos más adelante.
—¿Quizá en el dos mil veintiocho?
—¡Ay, seré muy vieja! (Ríe). Es broma. Nos falta una fiesta para mostrárselo a mi hija. En realidad, hasta tengo el anillo. ¡Lo tengo todo! Lo tengo a él, que es lo más importante.