A Carmen Morales, hija de los fallecidos Rocío Dúrcal y Junior, la vida le sonríe, y, tras vencer a una crisis matrimonial con su marido Luis Guerra, los esfuerzos de ambos les empujan a ayudar a los damnificados por la guerra de Ucrania. La actriz quiere acoger en su chalet de Torrelodones a una familia de aquel país.
“Estoy colaborando como puedo con las víctimas de esa guerra tan cruel, mandando alimentos, artículos para bebés, ropa… y sí, quiero acoger en mi casa a una familia. Lo que no sé es cuando podrá ser. En cuanto sea posible, lo haré. Desgraciadamente, y espero equivocarme, esta guerra va para largo. Porque ese tipo, Putin, no tiene intención de parar la que está liando”, declaraba la actriz.
“Cuando dos personas se aman, siempre se encuentran soluciones a los conflictos”
— Tu marido también está ayudando…
— Sí, ya sabes que tiene la cadena de gimnasios Holiday Gym, y colabora en una campaña solidaria junto a Mensajeros de La Paz y una asociación benéfica de los bomberos de la Comunidad de Madrid. Están mandando a la frontera con Ucrania todo tipo de mercancías.
— Luis y tú habéis superado una crisis matrimonial. ¿Las aguas han vuelto a su cauce en casa?
— Sí, tuvimos una pequeña crisis y ahora estamos muy bien. Yo lo llamé bache porque la vida nunca es perfecta. Pasa en cualquier matrimonio. A veces ocurren cosas… Mira, cuando dos personas se aman siempre se pueden encontrar soluciones a los conflictos de casa. Aunque discutas o te pelees alguna vez, los problemas se van quedando atrás. Luis y yo llevamos quince años juntos, y casi once casados.
— ¿Y el balance?
— Es totalmente positivo. Siempre prima lo bueno sobre lo malo.
Su faceta como madre
Para Carmen, la maternidad es una de sus razones de vida. Es madre de un hijo, al que adora, nacido durante su relación con el empresario Óscar Lozano: “Christian ya tiene veinticinco años, es un hombre hecho y derecho. Nos queremos mucho, y soy muy madraza”.
— Llevas mucho tiempo sin desarrollar tu carrera como actriz. ¿Volveremos a verte sobre un escenario?
— Sí. Estoy estudiando varios proyectos para regresar. Pero no será hasta el 2023… Estoy dudando entre dos obras teatrales.
“Quiero acoger en mi cassa a una familia ucraniana”
— Shaila, tu hermana pequeña, se ha instalado definitivamente en España. Estarás contenta…
— Sí, contentísima y muy feliz de tenerla cerca, porque llevaba años residiendo entre Mexico y Estados Unidos.
— ¿Por qué hay tanto interés en airear que estáis peleadas?
— No lo entiendo. Ni estamos enfadadas ni nada que se le parezca.