victoria junot e isabelle junot© Bibiana Fierro y Equipo

Descubrimos a Victoria Junot, la nueva Pippa Middleton

Se dedica al mundo de las finanzas, es una gran amazona, le apasiona España y causó sensación como dama de honor de su hermana, la nueva marquesa de Cubas


8 de abril de 2022 - 18:08 CEST

En la boda de cuento de Isabelle Junot y Álvaro Falcó no ha faltado junto a la novia su gran compañera de vida, su hermana mayor, Victoria, quien ha estado a su lado mientras se preparaba y ha compartido con ella todas las emociones previas al ‘sí, quiero’. Si Isabelle parecía una princesa, Victoria -que además de ser uno de sus testigos, se encargó de la primera lectura de la ceremonia religiosa-, no se ha quedado atrás y ha causado sensación como dama de honor de la nueva marquesa de Cubas.

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Como ocurrió con Pippa Middleton en la boda de los duques de Cambridge, la mayor de las hijas de Philippe Junot y Nina Wendelboe-Larsen no ha dejado indiferente a nadie en su papel de mano derecha de la novia. Para el gran día, apostó un diseño de Alaïa muy vaporoso, de seda en verde agua, que combinó con una diadema de parasisal gris con velo vintage azul, de Mimoki; y confió para su maquillaje y peinado en Sonia Marina. Un look con el que cautivó a todos.

© Bibiana Fierro y Equipo

Como ocurrió con Pippa Middleton en la boda de los duques de Cambridge, Victoria Junot no ha dejado a nadie indiferente en su papel de mano derecha de la novia.

Victoria actualmente reside en Florida, después de haber pasado una temporada en España, y siempre ha estado muy unida a Isabelle, con quien se lleva tan solo dos años y medio, por eso comparten el mismo círculo de amistades. Ella es una enamorada de los caballos y una destacada amazona que estudió en la Universidad de Virginia, como su hermana. Se graduó en Historia y Ciencias Políticas y ha trabajado en un bufete de abogados en Whashington, en unas ONG en Londres y Nueva York, enfocadas a programas educativo de derechos humanos y prevención el abuso de drogas y ahora, trabaja en la empresa de su pareja, Vincent Romell, quien estuvo a su lado en la boda. Ella está feliz al lado del empresario -quien es padre de un niño que también estuvo entre los invitados- y para ella fue la primera de las cuatro réplicas del  ramo de novia  que Isabelle entregó, demostrando así la gran complicidad entre las hermanas. Hablamos con Victoria sobre cómo ha vivio este momento tan feliz, cómo es su vida ahora en Estados Unidos y qué significa para ella su hermana.

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“A pesar de vivir lejos, hablamos varias veces al día y estamos siempre en contacto”, nos cuenta Victoria.

-Estás muy unida a Isabelle, ¿cómo la has ayudado con los preparativos de la boda?

-A pesar de vivir lejos, hablamos varias veces al día y estamos siempre en contacto. Yo también vengo mucho a Europa, estuve aquí hace dos meses, también en octubre y en verano, entonces la he ayudado poquito a poco. De hecho, le dije “ya tienes que meterte en el tema del vestido” porque estaba organizando varias otras cosas y casi no habíamos empezado. La he ayudado con el vestido, eligiendo detalles y estilo de las flores… Bueno, lo decidieron ella y Lito, pero yo siempre estaba al corriente y ayudé con el emplazamiento de las mesas. A ver cómo sale (ríe) porque estamos mezclando amigos de Estados Unidos, de Suiza, de Inglaterra, de Francia, de nuestra infancia, de la universidad… La verdad es que es una alegría. En la vida hay dificultades, hay pérdidas, hay toda esa parte que a veces es un challenge pero también hay que disfrutar de momentos de felicidad. Una boda es una unión de dos personas, da una visión de mucho futuro, especialmente después de estos dos años. Ahora me da como una visión futura de la vida que va a tener.  Álvaro es mi hermano elegidocomo lo llamo, me llevo muy bien con él y le llamo Lito (ríe). Tengo mucha confianza con él, lo pasamos muy bien. Él y Vincent se llevan muy bien también, entonces somos Modern Family.

-¿Cómo viste a tu hermana vestida de novia?

-Es verdad que ya había visto el vestido en las pruebas, pero verlo en este sitio tan precioso, que es muy único y familiar y verla a ella ya vestida con sus joyas, el peinado… Fue precioso, una sensación única.

-¿Te emocionaste mucho?

-Absolutamente, sin duda. Porque soy muy emocional y con la estética del lugar, la música, la parte religiosa de la boda… Es algo que es difícil describir en palabras, pero es casi la sensación más bonita de la vida porque se unieron familia y los amigos.

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Las dos hermanas están muy unidas, y así volvió a verse en el día de su boda.

-Fuiste como su dama de honor

-Sí, obviamente. Ella fue la estrella del día y para todo lo que hizo falta estuvo allí para manejarlo encantadísima. No lo habría hecho de otro modo. De hecho, estaría celosa si lo hubiera hecho otra persona. ¡Era mi papel! (ríe).

-¿Te imaginabas que te iba a entregar su ramo de novia?

-Sí, puede ser (ríe)… Bueno, no lo planeé con ella, pero imaginaba algo.

-Victoria, pasaste parte de la pandemia en Marbella, ¿te gusta mucho España?

Sí y he vivido mucho tiempo en Andalucía, en Marbella y en Ronda. He montado a caballo prácticamente toda mi vida y cuando vivía en Madrid pasaba cada fin de semana en un sitio. Conozco Badajoz, Cáceres, Zaragoza y también varios pueblos más pequeños porque es donde íbamos para ir a concursar en la hípica. Me siento muy en casa en España, en Madrid, pero Andalucía es especial… He pasado muchos veranos en Cádiz e inviernos también, haciendo una ruta hípica que dura ocho semanas. También tengo en Sevilla tengo muchos amigos que montan.

-¿Ahora sigues con los caballos?

Ahora en Florida, donde vivo, hay una vida ecuestre muy desarrollada, pero lo que me gusta de la hípica son mis amigos y mi grupo que tengo aquí. Yo aprendí a montar en el Pony Club de La Moraleja, de donde vienen muchos jinetes españoles. En Florida soy feliz con mi vida, mi trabajo, salimos a navegar… Es una vida muy de playa y de islas, digamos más marina (ríe), entonces no monto a diario pero tengo mis botas y mi casco, lo tengo todo listo en mi armario. Monto de vez en cuando, pero no todos los días.

-Y, ¿sigues trabajando en el mundo de las finanzas?

Trabajo para una empresa global que es una tecnología que usan más de trescientos mil hoteles en el mundo entero. Es la empresa de mi novio y trabajamos juntos, él es el CEO y yo, como tiene confianza en mí -menos mal (ríe)-, llevo toda la parte de todas las finanzas.