De un despiste a un ‘sí, quiero’. La historia de amor de Isabelle Junot y Álvaro Falcó parece salida de una película romántica y su primer encuentro, obra del destino. Se conocieron casualmente, hace casi seis años en la estación de esquí de Gstaad. Ella se acercó a saludar a Álvaro, al que había confundido con otra persona.
Más tarde, al caer en el error, volvió para disculparse. A él le pareció muy divertida. Pero ahí quedó, hasta dos años después, cuando volvieron a cruzarse, esta vez, en Madrid. Y todo cambió. El pasado 2 de abril, la pareja se casó en una boda de cuento en el palacio del Marqués de Mirabel, en Plasencia, vinculado a la familia del novio desde hace seis siglos. La pareja disfrutó de su gran día acompañados por sus familiares y amigos más cercanos, unos doscientos setenta invitados, que se unieron a un gran día lleno de emociones. Los novios hablan con ¡HOLA! en exclusiva y nos cuentan cómo vivieron y disfrutaron de su ‘sí quiero’.
- Álvaro, ¿qué pensaste al ver a Isabelle vestida de novia?
- Cuando la vi vestida de novia entrando en la iglesia me emocioné muchísimo. No pensé que me iba a emocionar tanto, de hecho.
- Vista así y en un palacio parecía una auténtica princesa.
- Sí, totalmente.
- ¿Cómo ha sido finalmente casarte en este lugar tan importante para ti?
- Pues ha sido un momento muy importante y muy emocionante, ya que hay una larga tradición de bodas de mi familia en el palacio, empezando por la de mis padres.
- ¿Qué ha significado tener a tu madre al lado?
- Muy orgulloso de tenerla a mi lado.
- Habrás recordado mucho a tu padre.
- Sí, por supuesto, ha estado muy presente durante todo el fin de semana.
- A pesar de la ausencia de tu padre y con su recuerdo tan presente, ha sido una ceremonia muy alegre y ha habido muchas risas estos días. ¿Cuál ha sido para ti el momento más divertido?
- Ha sido un fin de semana lleno de momentos muy divertidos, pero me quedaría con el flamenco, cuando subimos a cantar y bailar La Macarena con Los del Río.
- ¿Y el más emotivo de este día?
- Isabelle, ¿y para ti qué ha sido lo más divertido y lo más emotivo?
- Lo cercana y familiar que ha sido la ceremonia, que se ha convertido en un diálogo y ha habido momentos de carcajadas de risa por unos malentendidos míos (ríe). Y lo más emotivo encontrarme con Álvaro en la capilla y abrir el baile con mi padre.
- ¿Y cómo fue encontrarte con Lito en el altar?
- Me emocionó verle a él tan emocionado.
- Tu padre no pudo contener las lágrimas, ¿pensabas que se iba a emocionar tanto?
- No, pero me muero de amor con él. Al verme vestida de novia ¡se quedó sin palabras! Está emocionado y está feliz.
- ¿Cómo fue junto a él el paseo hasta la capilla?
- Muy sereno y emocionante, mi padre me ayuda mucho a estar tranquila, me relaja mucho su sentido del humor y hace que todo sea muy natural.
- ¡Es un gran bailarín! Y tu madre también lo dio todo en la pista.
- ¡Sí, ahora todos entienden por qué me gusta tanto bailar a mí!
- ¿Entregar el ramo a Tamara fue algo que teníais pensado? ¿Cómo lo recibió?
- ¡Sí, claro! ¡Lo recibió con mucha ilusión!
- Isabelle, tú siempre has conectado muy bien con Tamara, que está muy unida a Álvaro.
- Sí, es que además es muy difícil no conectar con Tamara porque es tan amorosa… Es genial. He entrado en una familia increíble y estoy feliz.
- Álvaro, ¿ha sido la boda tal como la esperabas?
- Ha sido aún mejor de lo que nos esperábamos. ¡Se ha pasado demasiado rápido! Pero, por supuesto, hemos podido disfrutarla al máximo.
- ¿Qué ha sido lo mejor?
- Para mí –dice Isa- la comida. El cochinillo y los churros calientes con chocolate a medianoche fue un gran toque.
- Y para mí –añade Álvaro- la música en la cueva donde seguimos la fiesta con disfraces.
- ¿Qué tal os visteis abriendo el baile? ¿Habíais ensayado mucho?
- Muy cómodos. Ensayamos una vez treinta segundos –dicen riendo- Decidimos ir con el flow.
- ¿Qué esperáis del futuro?
- Formar una familia un día, ¡cuando toque!
- ¿Vais a ser papás pronto?
- No creo que vaya a ser ahora mismo, pero obviamente en un futuro sí –responde Isabelle-.
- ¿Cómo habéis vivido vuestros últimos días de ‘novios’?
- Separados –ríe Isabelle-. Muy bien, la verdad. Muy cariñosos y muy equipo a la vez. Si faltaban cosas de último momento, detalles, y yo estaba ocupada, pues se ponía él a los mandos y viceversa.
- Nos dijiste hace poco que nunca habías soñado de niña con tu boda, pero esta parece una boda de ensueño… En un palacio, vestida como una princesa…
- Sí, la verdad que estoy bastante sorprendida –ríe-. No me imaginaba que iba a ser así, pero estoy encantada. ¡Es una boda, de verdad, y voy vestida de novia de verdad! -ríe de nuevo-.
- Y llevas esa diadema tan espectacular de la familia Falcó.
- Sí, es preciosa y es mi… como se dice en inglés something borrowed (algo prestado). Siguiendo la tradición, lo nuevo es el vestido y lo azul un lacito que lleva el traje con mi nombre grabado.
- ¿Qué significa para ti haberte convertido en la nueva marquesa de Cubas?
- Para Lito el título es muy importante, ya que es el legado de su padre y para mí es un honor llevarlo porque representa sus raíces familiares y nosotros ya estamos unidos. Por eso lo respeto muchísimo, aunque mi vida no va a cambiar realmente.
- En vuestra boda habéis podido reunir a familiares y amigos llegados de Francia, Dinamarca, Estados Unidos… Algo impensable hasta hace poco con la pandemia…
- No tengo palabras para describir la ilusión y la felicidad por que todos hayan venido y se hayan desplazado hasta aquí.
- El sacerdote ha recordado la anécdota de que Lito y tú os conocisteis por una divertida confusión tuya en Gstaad. Seis años después de aquel encuentro te has casado con él.
- Nunca jamás habría podido imaginarme que acabaríamos casándonos –ríe Isabelle-. Cuando nos conocimos yo estaba en otro momento y él también, pero cómo son las cosas de la vida… No podría estar más encantada por cómo lo hemos conseguido y estamos juntos.
- ¿Qué es lo que más admiras de tu marido?
- Su paciencia, su bondad, está siempre de buen humor, como yo. Es muy detallista, nos pone a todos por delante, a mí, obviamente, a su familia… Es genial. Y nos divertimos mucho juntos, además. ¡No nos aburrimos!
- Álvaro se lleva muy bien con tus padres y tú con su madre y vuestras familias entre sí.
- Sí, todos se llevan bien con todos, de verdad. Mi familia es maravillosa igual que la suya, es muy fácil todo.
- ¿Y qué os han dicho hoy vuestras familias?
- Que están muy contentos de vernos tan felices.
- En estas horas de casados os habéis acostumbrado ya a referiros como ‘mi marido’ y ‘mi mujer’?
- ¡Todavía no! Pero nos hace mucha gracia.