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Boris Becker está pasando por el peor momento de su vida. El extenista alemán, ganador de seis torneos de Grand Slam, se ha declarado en bancarrota y se enfrenta a siete años de cárcel, acusado por la justicia británica de presunta ocultación de activos. El que fuera número uno del mundo acudió a las primeras audiencias del proceso contra él, que se celebra en los juzgados de Southwark, en la capital británica, acompañado por su pareja , la bella y glamurosa Lilian de Carvalho Monteiro, y asistido por un intérprete alemán.
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Involuntariamente, Lilian de Carvalho se ha convertido en la otra gran protagonista de este juicio por su belleza y estilo. Nacida en Santo Tomé y Príncipe, es hija de Víctor Monteiro, exministro de Defensa de ese país africano. Pasó su juventud en Roma, donde primero asistió a una escuela privada y luego estudió en la Universidad La Sapienza, e hizo su máster en la Universidad SOAS, de Londres. Desde entonces, trabaja como analista de riesgos para firmas financieras. Además, Lilian habla varios idiomas, incluido el alemán.
Boris y ella comenzaron su relación en junio de 2020, dos años después de que él se separase de su segunda mujer, Lilly Kerssenberg, con quien tuvo un hijo, Amadeus. Aunque ahora se encuentra en el punto de mira de la opinión pública y esté viviendo uno de sus peores momentos, el extenista alemán cuenta con el apoyo incondicional de Lilian, quien ha cautivado la atención de las cámaras en estas fotografías, cogida del brazo de su pareja. También hemos podido apreciar su estilo elegante a la hora de vestir. En las imágenes vemos a Lilian con conjuntos sobrios y formales, muy adecuados para la ocasión, pero sin perder el glamour. La analista ha apostado por combinar una prenda que nunca falla, la camisa blanca, bien con una blazer ajustada, bien con una falda de tubo y un cinturón que estilice su figura.
La Fiscalía atribuye a Becker, de cincuenta y cuatro años, 24 presuntos delitos por esconder a los gestores del concurso de acreedores personal, presentado en 2017, numerosos bienes y trofeos. Entre ellos, propiedades en Alemania e Inglaterra por valor de 1,5 millones de euros, varias cuentas bancarias y una deuda de 825.000 euros. También se le acusa de sustraer bienes por valor de 500.000 euros. Ante estas declaraciones inculpatorias, el extenista ha negado todos los hechos que le atribuyen.