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Isabelle Junot y Álvaro Falcó se dieron el ‘sí, quiero’ ayer en una emotiva ceremonia que tuvo lugar en la capilla del siglo XVI del palacio del Marqués de Mirabel, un lugar lleno de recuerdos para el novio y el mismo escenario en el que sus padres, Fernando Falcó y Marta Chávarri, se dieron el ‘sí, quiero’ el 2 de junio de 1982.
Fue un día cargado de emociones que los novios vivieron rodeados de sus familiares y amigos, muchos de ellos llegados de Estados Unidos, Dinamarca, Suecia y Francia. Uno de los momentos más emotivos llegó después de cortar la tarta, un pastel danés como homenaje a la madre de Isabelle, Nina Wendelboe-Larsen, elaborado por los hermanos Sandoval, que como comentó el prestigioso chef , el menú estaba basado en los sabores y el gusto de los novios. “Traemos una tarta especial que evoca a Francia, Dinamarca y España. Va a haber aperitivos de primero y un cóctel”.
La novia y su padre, Philippe Junot, primer marido de la princesa Carolina de Mónaco, abrieron el baile en el patio renacentista del histórico palacio de estilo gótico, construido en dos pisos con arcos de medio punto y decorado con los blasones de la casa nobiliaria Zúñiga-Mirabel. En el patio central se colocó una carpa trasparente para proteger a los invitados, ya que los días anteriores estuvo lloviendo. Finalmente, los más de 200 invitados pudieron disfrutar de la música y el buen tiempo.
© Bibiana FierroPara abrir el baile, padre e hija, por un lado, y Álvaro con su madre, Marta Chávarri, bailaron la canción francesa de Charles Aznavour, titulada Formidable . Mientras que la pareja disfrutaba de la primera canción, Xandra y Tamara Falcó lanzaron, desde el segundo piso del patio renacentista, flores a la pista. Sin duda, una estampa de lo más idílica para los recién casados, donde primaba el verde y las flores silvestres en color blanco en el patio central, para crear un escenario romántico y bucólico.
Después los novios bailaron el tema This Arms of Mine, de Otis Redding. Philippe Junot y Marta Chávarri decidieron acompañarlos mientras sonaba esta canción. Tras el primer baile, algunos invitados como Amparo Corsini y Manolo Falcó, marqués de Castel-Moncayo, disfrutaron en la pista de baile, y al igual que el resto de familiares y amigos que se encontraban allí, se animaron poco a poco a bailar mientras sonaba Madre tierra, de Chayanne.
También Los del Río amenizaron la velada, y, el ritmo de La macarena resultó irresistible para todos los presentes -los propios novios-, aunque Philippe Junot resultó ser el auténtico rey de la pista.
Y es que la historia de amor entre Isabelle Junot y Álvaro Falco, que comenzó con un despiste, se ha convertido en un ‘sí, quiero’, y en un espectacular baile que pone el broche final a una de las bodas más esperadas de esta temporada entre dos miebros de la jet set española y que ha unido a dos familias: los Falcó y los Junot.
