Está siendo un día de grandes emociones para Isabelle Junot y Álvaro Falcó. Después de casi cuatro años de relación, la pareja se ha dado el ‘sí, quiero’ esta mañana en el palacio marqués de Mirabel, en una ceremonia repleta de momentos inolvidables para sus protagonistas. Y ahora, tras el paso por el altar, llega la gran fiesta.
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Como habíamos avanzado, Álvaro e Isabelle se han casado en la pequeña capilla del palacio -que, en su origen, fue un oratorio, y se ubica en la segunda planta-. En este íntimo templo, con siglos de historia -sus orígenes se remontan al siglo XV-, han unido sus destinos, pero no han podido hacerlo ante todos sus invitados, como les hubiera gustado. Dado el poco espacio disponible, no todos han podido ser testigos del acto. Sólo algunos de ellos los han acompañado durante la ceremonia. Otros han accedido, directamente, al patio central, donde les esperaba un ameno cóctel.
“Es una pasada”, nos decía hace unos meses Isabelle sobre este rincón del edificio. El palacio, que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1977, cuenta alberga numerosas joyas artísticas en su interior, entre las que, por supuesto, se encuentra su espectacular patio, de estilo neoclásico, formado por arcos de medio punto, y en el que todavía se pueden ver huellas de su glorioso pasado -con los blasones de la casa nobiliaria Zúñiga-Mirabel-.
Aunque esta mañana Plasencia ha amanecido con sol, la lluvia que cubrió el cielo placentino los días anteriores ha llevado a los novios a proteger el patio con una carpa transparente, que no ha impedido que la luz natural inundara todos los rincones del lugar.
Ya convertidos en ‘marido y mujer’, Álvaro e Isabelle, muy sonrientes y felices bajaron al cóctel, donde charlaron y saludaron a todos sus convidados. De hecho, todo fue según se había planeado, y no hubo ningún retraso: el convite comenzó a la hora prevista, las 15:45.
El banquete se organizó en la segunda planta -la misma donde se halla la capilla- y se habilitaron unos salones más para poder acoger a todos los familiares y amigos que la pareja quiso tener a su lado en su enlace.
No faltó la familia Falcó ni Junot, tampoco los Chávarri ni, sobre todo, los amigos. Porque si algo ha caracterizado a esta boda es su ambiente joven. Se pudo ver a la entrada del palacio. Desde Marta Ortega y Carlos Torretta a Alonso Aznar, marqués de Mirabel se ha convertido en un desfile de jóvenes que han arropado a la pareja en su gran cita -incluso hubo quien hizo la ola a los recién casados-.
Las risas y la diversión han estado aseguradas en todo momento porque este ‘sí, quiero’ forma parte de la historia de la aristocracia en nuestro país -Isabelle ya es la nueva marquesa de Cubas-, pero, ante todo, ha sido una reunión de familiares y amigos que han querido celebrar, por todo lo alto, la vida y el amor.