Tras dar el ‘sí, quiero’ a Álvaro Falcó este sábado, dos de abril, Isabelle Junot se ha convertido en la nueva marquesa de Cubas. La coach de nutrición pasa así a formar parte de la historia de una de las grandes dinastías de nuestro país, la de los Fernández de Córdoba, un linaje que se remonta hasta el Gran Capitán –que estuvo al servicio de los Reyes Católicos-.
Tal y como avanzó ¡HOLA! en primicia, fue el pasado mes de abril cuando Álvaro Falcó, el ya marido de Isabelle, solicitó formalmente el marquesado de Cubas, el preciado título que antes ostentó su padre, Fernando Falcó, fallecido en octubre de 2020, apenas unos meses después de la muerte de su hermano, Carlos Falcó, marqués de Griñón -ahora su hija Tamara, prima de Álvaro, es quien lleva el título-.
Álvaro pasó, de este modo, a ser el cuarto marqués de Cubas, un título que, como bien explicó su tío Carlos Falcó en su libro La buena vida , nació en el 1862. La reina Isabel II se lo concedió a María Blanca Fernández de Córdoba, hija de Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco, duque de Arión.
No obstante, Isabelle también puede presumir de pertenecer a otra importante familia, en este caso, del país vecino, puesto que los Junot cuentan con antepasados como Jean-Andoche Junot, duque de Abrantes, un general que luchó junto a Napoleón.
Dos sagas que han quedado unidas después de una ceremonia muy emotiva. El padre de Isabel, Philippe Junot, primer marido de la princesa Carolina de Mónaco, no ha podido contener la emoción al contemplar cómo su hija se casaba con el hijo del recordado Fernando Falcó y Marta Chávarri. Y, cuando la ha acompañado hacia el altar, se ha mostrado muy confidente con su hija.
La capilla, del siglo XVI, que antiguamente era el oratorio del palacio ha servido de marco de excepción a su enlace. Debido al reducido espacio que ofrece, algunos invitados han seguido la ceremonia desde dos salas adyacentes a la capilla, pero esto no ha impedido que se viviesen momentos muy distendidos, alguno que otro protagonizado por el oficiante de la ceremonia.
El catering corría a cargo de los hermanos Sandoval, que cuentan con dos Estrellas Michelin. Tal y como ha adelantó el prestigioso chef, Mario Sandoval, el menú estaba basado en los sabores y el gusto de los novios. “Hay como unos veinte bocados que son especiales y luego había un primer plato, un pescado, una carne y un postre”. Un catering de alta cocina que ha quedado desvelado este sábado, compuesto por trufa, lubina salvaje del Mediterráneo, cochinillo lacado y un postre (lemon pie, chocolate y avellana). El toque final lo pone la tarta especial que evoca a Francia, Dinamarca y España, un homenaje de Isabelle Junot a su madre, Nina Wendelboe-Larsen.
Isabelle y Álvaro han puesto el broche de oro a su historia ante las risas y los aplausos de sus amigos.