Isabelle Junot y Alvaro Falcó ya son marido y mujer. Pasadas las 13:00h del mediodía los novios se dieron el ‘sí, quiero’ en la capilla del Palacio de Mirabel, la joya arquitectónica de la localidad cacereña de Plasencia. Isabelle estaba espectacular con un vestido regio, propio del escenario de la boda y de su nuevo estatus de marquesa de Cubas, y que funcionaba a la perfección con el maquillaje y el peinado, obra de Gabriel Llano, su estilista y maquillador de cabecera.
“Poder trabajar con una mujer el día de su boda es un privilegio muy especial y una responsabilidad importante”, nos explica Gabriel. “Y en este caso, ha sido una experiencia preciosa. Nuestra ventaja ha sido llevar ya dos años trabajando juntos, y nos conocemos muy bien. Y, sobre todo, sé lo que a Isabelle le gusta, porque una novia tiene que estar guapa y, a la vez, respetando su estilo habitual”.
El asturiano creó para Isabelle un peinado elegante y atemporal. Un recogido digno de una princesa, clásico y hecho a la medida de la tiara familiar que lució, la misma diadema que Xandra Falcó, prima del novio, ya llevara en su boda con Jaime Carvajal.
La tiara fue el punto central en torno al que se creó el peinado. “Teníamos muy claro el concepto: un cabello pulido, que fuera clásico y, a la vez, resaltara la belleza de la novia”, explica Llano. “Soy muy partidario de los looks naturales, pero ésta no era la ocasión para ello: el entorno, el traje, los invitados, la tiara… pedían un recogido impecable”.
Para lograr su objetivo, Gabriel jugó con varios conceptos: “Por un lado, volumen para enmarcar la tiara y para fijar bien el velo. Por otro, que Isabelle llevara la raya en medio, como hace siempre. El recogido queríamos que fuera bajo y no demasiado voluminoso. Y, finalmente, buscamos que la tiara fuera hacia delante, para darle un aspecto más moderno y visual que además resalta su importancia”.
Curiosamente – y Gabriel ríe al recordarlo - ¡no hicieron prueba de peinado antes del gran día! “No sé si fue un poco locura”, comenta el maquillador, “pero Isabelle y yo llevamos trabajando juntos desde hace dos años, con fidelidad absoluta, y conocernos tan a fondo facilita el proceso”.
En cuanto al maquillaje, creado por Gabriel Llano para Dior, la idea clave fue “respetar y transmitir esa naturalidad y frescura que caracteriza a Isabelle. La he maquillado muy a menudo, con un patrón muy constante, y hoy no iba a ser menos. La idea central era resaltar la mirada y mantener la piel muy natural”.
La idea clave fue “respetar y transmitir esa naturalidad y frescura que caracteriza a Isabelle”, nos cuenta su estilista y maquillador de cabecera
El estilista preparó la piel con un sérum hidratante y con otro específico para ojos en el contorno, antes de aplicar una base de maquillaje ligera, que aportando algo de cobertura, mantuviera el aspecto jugoso de la tez. En los ojos, Gabriel Llano aplica siempre una pequeñísima cantidad de primer para párpados o incluso de corrector sobre el párpado móvil para unificarlo – un secreto que da luz a la mirada. Luego, jugó con una sombra color marrón topo en la cuenca para abrir la mirada y dar sensación de ojo más grande.
Sobre el párpado móvil extendió un velo de una sombre beige delicadamente nacarada, con un suavísimo toque irisado, para aportar un poco de luz (“favorece mucho en las fotos”, añade) para aplicar finalmente un trazo de lápiz en un tono ocre en la raíz de las pestañas, que luego difuminó para perfilar la mirada. “Gabriel, reveló asimismo uno de los trucos favoritos de Isabelle: dibujar con un kôhl beige la línea de agua del párpado inferior, para dar un aspecto más luminoso a los ojos.
En las pestañas, novia y maquillador tenían claro que buscaban mantener la naturalidad. “ No usamos pestañas postizas ”, revela. “Sólo ricé las suyas naturales (siempre lo hago, resalta mucho la mirada) y le apliqué varias capas de máscara negra”.
Las mejillas se dibujaron con un suave tono rosa melocotón con truco: se mezcló con un toque de iluminador para darle mucha luminosidad, un glow jugoso y fresco. La boca se mantuvo natural con un color nude de subtono rosado. Como siempre hace, Gabriel Llano usó un delineador. “No lo utilizo para cambiar la forma de la boca, ni hacerla más grande, sino para darle definición. Usé un lápiz del mismo tono de los labios, y luego apliqué el labial con pincel”. ¿Su truco especial? Aplicar un poco de labial un tono más claro en el centro de la boca, para darle volumen natural.
Para el escote, destacado por el diseño del traje de novia, Gabriel Llano usó un ligerísimo toque de polvos de sol, para darle calidez a la piel. “Eso sí – con muchísimo cuidado y protegiendo siempre el vestido”, ríe.
Para fijar el conjunto evitó los polvos, excepto un velo súper ligero en el área de la ojera y del surco nasogeniano, prefiriendo prolongar la duración del maquillaje con un fijador en spray, y así preservar ese aire fresco y natural buscado desde el inicio.
En manos de Maribel Yébenes
Para estar radiante en su gran día, Isabelle se puso en manos de Maribel Yebenes, que empezó a cuidar su piel a principios de enero. “Una novia tiene que empezar a prepararse como dos meses antes de la boda, porque cambia mucho la piel, con los nervios se altera mucho, generalmente”, nos comenta la experta en belleza.
-¿Puedes desvelarnos algún tratamiento que hayas podido hacerle?
-Sí, hemos empezado con ella con un tratamiento que se llama HidraDerm, que es una tecnología que usamos para limpiar la piel en profundidad, para eliminar toxinas, residuos. Y lo que hacemos es dar luminosidad e hidratar la piel.
¿Qué es lo que Isabel quería mejorar sobre todo de cara a su boda?
- Todas las novias quieren mostrar la cara descansada y con luz porque las pieles están muy átonas, con falta de luminosidad, el estrés juega malas pasadas en la piel y es visible además. Entonces, tras la preparación con HidraDerm, le aplicamos radiofrecuencia y también realizamos un láser, el Dermolifting Láser 8D, que es la última tendencia. Además es un láser indoloro y no deja nada de rojez. Entras con una piel y sales con otra muy luminosa.