Sorprendido y disgustado, así atraviesa José Ortega Cano los difíciles momentos de crisis por los que está pasando de nuevo su matrimonio con Ana María Aldón. La vuelta de Rocío Carrasco al primer plano público, la emisión de sus documentales y el nuevo protagonismo del clan Mohedano en los medios han contribuido a desestabilizar a la recién estrenada diseñadora de moda, que ha reconocido no estar bien y temer su recaída en la depresión.
Tras las polémicas declaraciones de Ana María Aldón en Viva la vida sobre la desestabilidad que reinaba en su matrimonio con el torero José Ortega Cano, los rumores de crisis de la pareja han vuelto a llenar páginas con todo tipo de especulaciones sobre el futuro de esta relación. Son muchas las voces que apuntan a un posible divorcio pero todavía ninguno de los dos protagonistas ha dado el paso de anunciarlo. El pasado miércoles Ana María sorprendía, incluso al torero, con una nueva entrevista exclusiva en la revista Lecturas donde arremetía contra la familia del torero, haciéndoles culpables de su malestar y depresiones con lapidarias frases como "Me he sentido menospreciada por mi marido" o "Me quise quitar de en medio por culpa de la familia de mi marido". Unas palabras que han sobrecogido al torero, que hasta ahora guarda silencio.
Beatriz Cortázar en Ya son las ocho ha trasladado las únicas palabras del torero hasta el momento, la periodista se puso en contacto con el torero, que le aseguró que estaba "muy triste" porque "no esperaba esta entrevista ni estas declaraciones" por parte de su mujer, que escasos días antes posaba feliz a su lado y junto a su hijo por las calles de Madrid. Preguntado también por el futuro de la relación, el diestro ha asegurado que "No sabe qué pasará".
-Conchi, la hermana de Ortega Cano, defiende al torero tras las declaraciones de Ana María Aldón
Especialmente feliz tras relanzar su carrera profesional con su nombramiento como nuevo vocal del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, los rumores sobre un posible divorcio le llenan de tristeza. El diestro estaba muy ilusionado con la idea de entrar a formar parte del equipo que gestiona la explotación de la Plaza de Toros de Las Ventas, coordina su vigilancia y explota los eventos que se realizan en ella. Un nuevo horizonte llena ahora su vida, se le abren las puerta a poder poner su granito de arena a la hora de fomentar la fiesta de los toros, promocionar a las nuevas generaciones y favorecer su participación en las cinco escuelas de tauromaquia que hay en la Comunidad de Madrid e incluso poder aportar sus conocimientos a la hora de gestionar el Museo Taurino de Las Ventas. Una nueva etapa profesional, que a sus sesenta y ocho años, le colma de alegría y le mantiene distraído a pesar de estar inmerso en una nueva borrasca matrimonial que hace tambalear su matrimonio.