Parece de película… ¡pero no lo es! El metaverso está cada vez más cerca
Gafas de realidad virtual, revolucionarios sensores de voz y corporales… Todo esto que parece sacado de una película de ciencia ficción forma parte de la puerta de entrada al Metaverso, una nueva dimensión digital y social en la que los usuarios, a través de avatares, podrán interactuar entre sí y que pretende superar el Internet de las pantallas para ser un universo de infinitas posibilidades. En la última edición de la feria de electrónica de Las Vegas ya se han presentado muchos de los complementos (en las imágenes que acompañan a estas líneas) que dentro de poco se convertirán en nuestros fieles compañeros para disfrutar de esta nueva era de Internet.
Pequeños artistas: descubren que los niños participaron en las pinturas de cuevas prehistóricas
Un estudio del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) ha descubierto la presencia de manos de niños y adolescentes en las pinturas rupestres de hace 25.000 años que se encuentran en las cuevas de Fuente de Salín, Castillo y La Garma (Cantabria), en Maltravieso (Extremadura) y en Fuente del Trucho (Huesca). Según indica la Universidad de Cantabria, han comparado la forma y la silueta de más de ciento cincuenta de estas representaciones pictóricas con muestras modernas de 600 manos y el resultado es que entre el veinte y el veinticinco por ciento de estas pinturas han sido realizadas por niños que tenían entre dos y doce años. Esta investigación, encabezada por Verónica Fernández Navarro en el marco de su tesis doctoral —De la mano a la mente: demografía y semiótica de los artistas del Paleolítico superior a partir de las representaciones de manos—, saca a la luz que los niños de la época eran también unos grandes artistas.
Un auténtico tesoro del siglo IV en la costa de Mallorca
Fue en 2019, después de un fuerte temporal que removió el fondo marino, cuando un buceador encontró por casualidad un barco hundido, a 60 metros de la orilla de la playa de Can Pastilla y a 2 metros de profundidad. Se trata de un pecio del siglo IV que se encuentra en admirable estado de conservación, del que los arqueólogos han estado recuperando su cargamento, en el que destacan 300 ánforas con la mayor colección de inscripciones pintadas del Mediterráneo. Si bien algunos están en pedazos, muchos están en condiciones notablemente prístinas. Los científicos dicen que los contenedores antiguos se usaron para transportar tanto salsas de pescado fermentadas (especialmente la llamada “flor de liquamen”) como aceite y vinos que se habrían usado para conservar frutas (el llamado defrutum o sapa por los romanos).
Las ánforas están decoradas con inscripciones pintadas denominadas tituli picti; de hecho, entre los restos se descubrieron un total de 100 etiquetas pintadas, lo que la convierte en la mayor colección de tituli picti de España. Estos proporcionan información sobre la vida de la tripulación a bordo, así como sobre cómo era el transporte marítimo y el comercio durante el siglo IV d.C. en el Mediterráneo. En los años transcurridos desde entonces, el antiguo naufragio ha sido objeto de un extenso estudio como parte de una colaboración entre las universidades de Barcelona, Cádiz y las Islas Baleares conocida como Consell de Mallorca. Juntas, estas instituciones han emprendido un proyecto de tres años denominado Arqueomallornauta (2021-2023), para hacer un balance de los descubrimientos submarinos. Los resultados, dicen los investigadores del Consell de Mallorca, son “francamente excepcionales”.