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Suenan campanas de boda en el seno de Mario Vargas Llosa. No es que el escritor peruano vaya a formalizar su relación con Isabel Preysler, tal y como se ha preguntado a la pareja en muchas ocasiones a lo largo de sus siete años de historia de amor. En realidad, el autor de La ciudad y los perros se prepara para casar a una de sus siete nietos, quien acaba de protagonizar una romántica pedida de mano.
Es Josefina, la mayor de las dos hijas que tuvo Gonzalo Vargas Llosa durante su matrimonio con la chilena Josefina Said –se separaron en 2007–, quien está comprometida con Emiliano Camarena. Se trata de un ingeniero mexicano, de veintiséis años, con el que ella vive en Nueva York. Como es de esperar, la noticia ha colmado de alegría al premio Nobel , que ahora se encuentra a la espera de que los futuros contrayentes elijan fecha y lugar para la celebración del enlace.
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© @josefinavargasllosa/@anapaurdztamLa pedida tuvo lugar el pasado viernes 18 en Jalisco (México), la tierra natal de Emiliano Camarena. Al atardecer, el novio organizó una cena romántica en una bonita finca, decorando el lugar con flores blancas y velas. Aprovechando la bucólica escena con los últimos rayos de sol, el ingeniero sorprendió a Josefina con un anillo –con un llamativo brillante– y le pidió matrimonio. La nieta de Mario, entre lágrimas, no tardó en aceptar la proposición. Tal fue la emoción que la pareja no dudó en compartir este momento tan especial con varios familiares y amigos íntimos por videollamadas.
Con veinticinco años recién cumplidos, Josefina Vargas Llosa estudió en el exclusivo Instituto Le Rosey, en Suiza, donde se educaron don Juan Carlos y otros monarcas, además de aristócratas e importantes personalidades del mundo empresarial. A continuación, se licenció en Ciencias Políticas por la Universidad de Nueva York en 2017 y, dos años después, terminó su máster en Estudios Internacionales en la Universidad de Columbia, donde su prometido también completó su formación académica.
© @ariadnavll
© @josefinavargasllosaEn la actualidad, la nieta de Mario Vargas Llosa trabaja como analista estratégica en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP). Ese afán por ayudar a los más necesitados lo comparte con su padre, Gonzalo Vargas Llosa, que es representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR). Por su parte, Emiliano Camarena trabaja en Thornton Tomasetti, una empresa especializada en ingeniería de estructuras y construcción. El joven se graduó en Ingeniería por la Northeastern University y realizó un máster en la Universidad de Columbia.
