Hay quien dice que las cicatrices son los tatuajes de la vida y que no es más feliz es el que más tiene, sino el que sabe lo qué se necesita para ser feliz. Y este es el caso de Alba Parejo, una estudiante de sociología de 21 años, que ha aprendido a querer cada una de las cicatrices de su cuerpo. Perteneciente a esos 3 millones de personas que padecen una enfermedad rara en nuestro país, Alba padece nevus congénito melanocítico gigante, una anomalía que hace que tenga un lunar muy grande que le ocupa parte de los muslos y la zona de la espalda, además de muchos lunares satélite alrededor.
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Consciente desde temprana edad de que rompía los cánones de belleza establecidos en la sociedad, Alba, quien, actualmente, acumula casi 50.000 seguidores en las redes sociales, precisó de ayuda psicológica para gestionar su enfermedad, las numerosas operaciones a las que se ha sometido, y aceptarse a sí misma. Un desengaño amoroso, tras el rechazo de un chico al enseñarle su piel y un hilo de Twitter donde la gente hablaba de sus complejos y enseñaba las partes de su cuerpo que no le gustaban, llevó a Alba a hacer pública sus manchas y el apoyo recibido fue tan grande, que supuso el último empujón que le faltaba para aprender a quererse.
Con más de 30 operaciones en la piel y con un master en salas de espera y quirófanos, esta estudiante de sociología se llama así misma dálmata, stracciatella o cookie, ha señalado que, por el momento, y cruzando los dedos, su enfermedad solo es estética, pies en muchas ocasiones esta dolencia genera cáncer de piel, entre otras graves complicaciones, pues y tal y como ha explicado ella misma, los lunares no dejan de ser tumores, benignos, pero tumores. “ El paso a maligno es muy pequeño” declaraba Alba en La Vanguardia.
Fan de Chantelle Winnie, la modelo con vitíligo (una enfermedad cutánea en la cual hay una pérdida del color (pigmento) de zonas de piel que se manifiesta con la aparición de manchas blancas debidas a la pérdida selectiva de los melanocitos que son las células responsables del color de la piel), Alba ha hecho sus pinitos en el mundo de la moda con el fin de dar visibilidad a su enfermedad y ayudar a recuperar la autoestima a aquellos que la padecen.
La chica stracciatella, que no puede ocultar el gusanillo que le recorrió el cuerpo cuando hasta la propia Kourtney Kardashian compartió una imagen de ella en su perfil de Facebook, plasmaba recientemente su historia en un libro, Desde mi piel: Cómo aprendí a amar mis constelaciones, donde explica su enfermedad, sus numerosas operaciones, y su proceso de superación.