Mercedes Milá ha regresado este miércoles a televisión decidida a abrirle su corazón a María Casado. A punto de celebrar su setenta y un cumpleaños el próximo 5 de abril, la periodista catalana se ha sentado en Las tres Puertas, el espacio de entrevistas que emite cada miércoles La1 de Televisión Española. Allí ha confesado sin despeinarse la horrible realidad a la que se enfrenta desde hace años por culpa de la depresión: "Lo he pasado muy mal, cuando sabes que una depresión puede acabar contigo, que una ansiedad puede acabar contigo, te das cuenta de los límites".
La comunicadora comenzó la entrevista confesando "Estoy mal, María” para después abordar uno de los temas más tabú de nuestra sociedad: las enfermedades mentales". Obligada a dejar la televisión por culpa de la depresión, Milá nunca deja pasar la oportunidad de concienciar sobre este tipo de problemas y darles visibilidad: "La enfermedad mental está rodeándonos cada vez más. Yo hablo como hablo para ayudar a la gente que está enferma y necesita apoyo”. Lanzar también un grito de esperanza es importante para ella, algo que también ha hecho esta vez: “siempre digo que no hay que tirar la toalla porque a pesar de que hay días que estoy mal, que tengo la espada de Damocles en la cabeza y todo me parece triste, horrendo, gris y horrible; hay otros en los que estoy bien, estoy feliz y voy por la calle diciendo: 'qué maravilla, qué suerte' ".
Mercedes Milá ha hablado más claramente que nunca en esta última aparición televisiva sobre los motivos que le llevaron a caer en la depresión: “La primera fue por un desamor muy doloroso. La segunda, la tercera y las que vinieron después fueron por exceso de estrés”. No fueron las críticas, "Eso me daba igual, me resbalaba completamente. Yo estaba encantada, feliz de la vida. Es de los momentos más felices haciendo televisión de mi vida. Fue el acierto más grande hacer ese programa. Me ponían todos muy mal, es verdad, pero yo estaba tan contenta y tan tranquila que no pasaba nada” respondía la hermana de Lorenzo Milá cuando Casado la recordaba: “mira que te daban caña".
La presentadora de televisión ha querido tambíen señalar la soledad que conlleva esta situación: “La gente que te quiere, y te quiere bien, también se harta”. Y ha recordado el momento en el que tuvo que abandonar el programa de Gran Hermano, en septiembre de 2016, a causa de la enfermedad: "Fue una de las etapas más felices de mi vida haciendo televisión. El acierto más grande fue hacer ese programa. Me fui por enfermedad, porque ya no podía más. Podía estar llorando toda la semana y llegaba el jueves y cogía un coche, me iba a la tele, me maquillaba y nadie lo notaba. Lo que me pasaba era después, que decía, ¿cómo podré volver a hacerlo?”.
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Tras participar el pasado 8 de marzo, Día de la Mujer, en el homenaje que organizó Rocío Carrasco en recuerdo de su madre Rocío Jurado, la periodista se ha decidido a volver a televisión. Ver desde el sofá las lágrimas de María Casado en su anterior entrevista a Pedro Ruiz a principios de marzo fue el reclamo necesario para convencer a la que se convirtió en reina del reality en España para volver, cuarenta años después de su éxito al frente de Buenas Noches, el programa que le dió la fama, a los platós de RTVE de Cataluña asegurando que nada le ha hecho nunca más feliz que “la televisión en directo”. “Te vi llorar con Pedro Ruiz porque estabas preocupada por la audiencia. Yo había dicho que no iba a venir, porque doy pocas entrevistas porque no sé qué contar ya, pero al verte así me dio tal pena y tal empatía que dije a mi jefa de prensa que te llamara para venir", confesaba ante todos al llegar al estudio.
Mercedes Milá recuerda dos de sus entrevistas más conocidas: Francisco Umbral e Isabel Pantoja