Cuenta atrás para la boda más esperada del año. El próximo 2 de abril, Álvaro Falcó e Isabelle Junot contraerán matrimonio en el palacio del Marqués de Mirabel, en Plasencia, vinculado a la familia del novio desde hace seis siglos. En la pequeña capilla, una joya del siglo XVI, tendrá lugar la ceremonia, seguida de la celebración, cuyo eje central será el espectacular patio renacentista del histórico edificio. Acompañarán a los novios, en su día más especial, aproximadamente doscientos cincuenta invitados entre familiares y amigos, muchos de ellos llegados desde Estados Unidos, Francia, Dinamarca o Marbella, teniendo en cuenta el círculo internacional de la novia. Un enlace cosmopolita y aristocrático que unirá a dos grandes dinastías: la de los Fernández de Córdoba, un linaje que se remonta hasta el Gran Capitán —militar al servicio de los Reyes Católicos, conocido, entre otras batallas, por la reconquista de Granada—, y los Junot, una familia de empresarios y políticos franceses con antepasados ilustres como Jean-Andoche Junot, duque de Abrantes y general que luchó junto a Napoleón y cuyo nombre está grabado en el Arco del Triunfo de París.
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Álvaro, cuarto marqués de Cubas, es el único hijo del recordado Fernando Falcó y Marta Chávarri, uno de los matrimonios más destacados y fotografiados de la sociedad española de los años ochenta y noventa. Es primo de Tamara Falcó, marquesa de Griñón, casi de su misma edad, a quien está muy unido, y muy amigo de Carlos Torretta, Alonso Aznar y Felipe y Carlos Cortina, entre otros. Por su parte, Isabelle es hija del inversor y promotor inmobiliario francés Philippe Junot, que estuvo casado con Carolina de Mónaco y, en 1987, contrajo matrimonio con Nina Wendelboe-Larsen, en Dinamarca. Juntos formaron un matrimonio de revista. En verano solían disfrutar de Marbella (aún sigue reuniéndose toda la familia, a pesar de que hace más de dos décadas que se divorciaron). Y allí vivieron la época dorada de la Costa del Sol y alternaron con personajes como Gunilla von Bismarck o Adnan Khashoggi.
Dos sagas, por lo tanto, que forman parte de la historia de ¡HOLA! y que han sido protagonistas de nuestras portadas en numerosas ocasiones.
El secreto mejor guardado
Aseguraba Álvaro en ¡HOLA! que el día de su boda se imagina a Isabelle “espectacular, como siempre”. Este último año, la coach de nutrición intuitiva se ha convertido en una de las invitadas de moda. Su estilo, atrevido en el color y más clásico en las formas, ha hecho que pongamos en ella el foco de atención. Ahora, le toca ser la novia y, por ello, su look nupcial es uno de los más esperados. “No tengo ni idea de cómo definir mi vestido. Creo que es tradicional con un toque moderno”, nos decía divertida en una reciente entrevista en ¡HOLA! Fashion, cuya portada protagoniza. El vestido de la novia continuará siendo, como es tradición, uno de los secretos mejor guardados hasta el 2 de abril. Lo único cierto es que será un diseño exclusivo y que Isabelle ha querido primar “la moda española en un día tan especial”. Los diseños elegidos por su madre y suegra en sus respectivos enlaces también fueron muy comentados. Marta Chávarri deslumbró con un vestido de Dafnis, la tienda de María Rosa Salvador, que fue quien introdujo la alta costura en España. Por su parte, Nina Wendelboe-Larsen impactó con un vestido del célebre diseñador de alta costura Guy Laroche, con detalles diseñados por ella misma. Las joyas serán otra de las sorpresas de la boda de Isabelle y Álvaro. Al parecer, hasta la fecha, la joven no tiene previsto llevar tiara, aunque su familia política sí las ha lucido en otros enlaces.
Dos Estrellas Michelin
La pareja ultima estos días la decoración floral que vestirá de primavera el palacio del Marqués de Mirabel. Han confiado en las dos estrellas Michelin y la estrella verde de los hermanos Sandoval para un catering de alta cocina donde primarán las mejores materias primas, mantelería, cristalería, cubertería, vajilla… Todo estará cuidado al mínimo detalle.
La víspera del enlace tendrá lugar una fiesta de bienvenida para los invitados que hayan ido llegando; será en otra zona del mismo palacio habilitada para la ocasión.
El enlace del IV marqués de Cubas, hijo de Fernando Falcó y Marta Chávarri, y de la hija de Philippe Junot y Nina Wendelboe será todo un acontecimiento que reunirá a varias generaciones de la aristocracia y la jet set internacional
“Para mí es importante casarme allí”, nos decía Álvaro en ¡HOLA! el pasado noviembre, en su única entrevista. “Se ha convertido en una especie de tradición que comenzó con la boda de mis padres, en los años ochenta. El palacio fue construido, en el siglo XV, por los primeros duques de Plasencia y siempre se ha mantenido dentro de mi familia”. “Es una maravilla, el patio es una pasada y todo el interior…, espectacular”, añadía Isabelle.
Fue el 2 de junio de 1982 cuando Fernando Falcó y Marta Chávarri se dieron el ‘sí, quiero’, en una Misa multitudinaria que tuvo lugar en la catedral de la ciudad y un banquete en el palacio del Marqués de Mirabel que reunió a todos los grandes de España. Entre los invitados se encontraban Isabel Preysler y su entonces marido, Carlos Falcó; Raphael y Natalia Figueroa, tíos de la novia; la duquesa de Alba; el duque de Alburquerque…
Marta Chávarri e Isabel Preysler fueron, en los ochenta, marquesa de Cubas y de Griñón respectivamente. Ahora, Isabelle y Tamara Falcó son las herederas de su belleza y elegancia
En 1998, Xandra Falcó, hija de Carlos Falcó y hoy marquesa de Mirabel, siguió con la tradición y contrajo matrimonio allí con el banquero Jaime Carvajal Hoyos. A la boda asistieron el entonces príncipe de Asturias acompañado de su hermana la infanta Cristina. Más recientemente, Clara y Cristina Matossian Falcó, nietas de Felipe Falcó, han sido —en 2014 y en 2019— las últimas generaciones en escoger este lugar con tanto significado para la familia Falcó. Un marco de excepción para una de las bodas más esperadas, aunque, dice Isabelle, no hace falta un palacio para sentirse como una princesa: “Con Álvaro siempre me siento así”, nos asegura.
De estilo gótico, la construcción ocupa 6.000 metros cuadrados y tiene un amplio patio renacentista, construido en dos pisos con arcos de medio punto y decorado con los blasones de la casa nobiliaria Zúñiga-Mirabel. En su interior destacan la capilla del siglo XVI, decorada con azulejos de la misma época; el salón Carlos V, el más importante del palacio, que acoge el busto del Emperador, realizado, hacia 1555, por Leone y Pompeyo Leoni y se cree que fue un obsequio del mismo a don Luis de Ávila y Zúñiga; una cocina medieval; el pensil, y hasta una berlina de gala situada a la entrada del Museo de Caza —la sala de los trofeos del VIII duque de Arión, abuelo de Carlos y Fernando Falcó—, que, según detalló el propio Fernando en un reportaje emitido en el Canal de Extremadura, “era de la boda de Isabel II, pero se usó en la boda de mis padres, en 1928”.
El día anterior, los novios celebrarán una fiesta de bienvenida en otra zona del palacio para los invitados que vayan llegando
El III marqués de Cubas hacía referencia a sus padres, Hilda Fernández de Córdoba y Mariátegui, marquesa de Mirabel y condesa de Santa Isabel, y Manuel Falcó y Escandón, duque de Montellano. Ellos también dejaron su impronta en un lugar que, como bien confesaba Tamara Falcó, actual marquesa de Griñón, a ¡HOLA!, “está lleno de recuerdos que han ido dejando sucesivas generaciones y que ahora crean un ambiente exótico, propio de otra época”. Higueras, naranjos y laureles centenarios forman parte de un exterior donde también hay un aljibe (usado para almacenar agua) del siglo XIII.
Tamara, testigo de su primo
Tamara tendrá, sin duda, un papel destacado en el enlace de su primo, junto al que creció. Cuando los marqueses de Cubas se separaron, en 1989, Álvaro tenía seis años y Carlos Falcó, marqués de Griñón, y sus hijos formaron un grupo familiar amplio celebrando fiestas navideñas, cumpleaños y aniversarios.
El próximo 2 de abril será, de hecho, un día agridulce para el novio, al faltar dos de las personas más importantes y que más han influido en su vida: su padre y su tío, que fallecieron en octubre y marzo de 2020, respectivamente, con seis meses de diferencia. Álvaro y Tamara llevan con orgullo los títulos que un día llevaron sus padres, para los que habrá un recuerdo muy especial en tan señalada fecha. Isabelle se convirtió en un apoyo imprescindible para su novio: “Por supuesto, fue un pilar para mí. Ella me ayudó muchísimo en esos momentos tan difíciles”, nos comentaba en estas páginas él.
Fernando Falcó y Marta Chávarri celebraron en este lugar su boda, hace cuarenta años: “Es muy importante para mí casarme aquí. Se ha convertido en una especie de tradición que comenzaron mis padres”, nos confesaba el novio recientemente
Recientemente, en la presentación de su colección para Tous, Tamara nos habló de los novios y de lo feliz que está de ser testigo: “Doy tantas gracias a Dios porque Lito haya encontrado a Isa… e Isa haya encontrado a Lito, los veo tan enamorados… Me llamó y me dijo: “Quiero que seas mi testigo”. Y pensé: “Por fin. Creía no me lo iba a pedir nunca”. “Y que sepas que eres la única chica” añadió. No me cabía la menor duda, porque mi primo es muy de sus amigos. Isa me dijo que, si no me lo hubiera pedido él, habría sido ella. Él tenía prioridad. Va a ser una boda preciosa, estoy supercontenta de poder participar y con muchas ganas”, y añadía: “Le he tenido que ayudar un poco con el tema del sacerdote, que será el padre Cruz, que también acompañó a su padre”. No faltarán a la cita familiar Xandra Falcó, heredera de la parte del palacio del Marqués de Mirabel que correspondía a su padre, que asistirá con sus hijas, Isabela, Camila y Blanca, ni tampoco Manolo Falcó, marqués de Castel-Moncayo, junto a su mujer, Amparo Corsini, y sus tres hijos, Carlos, Manuela y Mariana.
“Es una maravilla, el patio es una pasada y todo el interior…, espectacular”, nos decía la novia, ilusionada , sobre el escenario de su boda. Y nos aseguraba que no hace falta un palacio para sentirse princesa porque “con Álvaro siempre me siento así”
Marta Chávarri, que ejercerá como elegante madrina de su hijo y lleva décadas alejada del foco mediático, estará rodeada por sus hermanas, Isabel y María, y su tía Natalia Figueroa, a quien está muy unida desde niña.
Los orígenes ilustres del novio también proceden de su rama materna. Su abuelo, Tomás Chávarri del Rivero, fue embajador de España en Arabia Saudí y Tailandia, así como jefe de Protocolo del Estado. Su abuela Matilde Figueroa, fallecida a los treinta y siete años, era hermana de la mujer de Raphael y nieta de Álvaro Figueroa y Torres, conde de Romanones, alcalde de Madrid y tres veces presidente del Congreso del Gobierno, del que Álvaro es tataranieto.
La hermana de la novia, muy cerca
Isabelle también desciende de importantes personajes de la historia reciente. Michael Junot, su abuelo paterno, fue un relevante político francés que, entre otros cargos, fue teniente alcalde de París en la época de Jacques Chirac. Como ya hemos dicho, uno de sus antepasados fue Jean-Andoche Junot. El abuelo materno Iörgen Wendelboe-Larsen también tenía experiencia en administraciones públicas, ya que trabajaba en el Mercado Común. Pero Isabelle también tiene vínculos con la nobleza tradicional. Su abuela materna, Anna Margrethe, es descendiente de una saga de aristócratas daneses y hubo un tiempo en el que vivía en un castillo, el de Marsvinsholm, ubicado en el municipio de Ystad, al sur de Suecia, donde la madre de Isabelle, Nina, se crio entre torres renacentistas y un romántico lago.
“No tengo ni idea de cómo definir mi vestido. Creo que es tradicional con un toque moderno”, nos decía divertida la novia, que ya forma parte de la nueva generación de aristócratas del siglo XXI
Hace ya varias semanas que Nina llegó a España desde Nueva York, donde vive, para ayudar a su hija con los preparativos de la boda. Philippe Junot, que reside en Cannes, ejercerá como padrino. Isabelle ha reservado también papeles especiales para sus hermanos: Victoria, una brillante amazona que estudió y trabajó en finanzas —vive en Estados Unidos—, y Alexis, que sigue los pasos de su padre en el mundo de los negocios y reside en Londres. Probablemente, se encargarán de alguna de las lecturas y Victoria estará muy cerca de su hermana pequeña cuando se vista de novia y será su mano derecha durante la ceremonia.
Una divertida confusión
La boda supone la culminación de cuatro años de discreto y sólido noviazgo que comenzó con una divertida confusión. En 2016, ambos coincidieron en la exclusiva estación alpina de Gstaad. Isabelle saludó a Álvaro pensando que era otra persona. Luego, al darse cuenta de su error, se acercó para pedirle disculpas. A él le hizo mucha gracia. Ahí quedó la anécdota hasta que sus caminos volvieron a cruzarse, dos años más tarde, en Madrid. Ella, simpática, le recordó la anécdota. Poco a poco, comenzaron a verse más, ya que frecuentaban el mismo grupo de gente, hasta que aquella curiosa coincidencia se convirtió en el inicio de una bonita relación. “La historia con Isa es bastante divertida. Cuando nos conocimos por primera vez, nunca pensamos que acabaríamos juntos, pero, cuando nos reencontramos, en España, dos años después, todo fue distinto”, nos contó Álvaro, en ¡HOLA!
La nueva marquesa de Cubas
Isabelle nació en Nueva York, el 18 de abril de 1991; ha vivido en varios países y ha estudiado en el internado suizo de Le Rosey y en el Liceo Francés de Madrid. Luego cursó Arte Dramático en la Universidad de Virginia, además de realizar talleres en la escuela Stella Adler, The Acting Studio y en la U. C. B., en Atlanta Acting School. En 2017, regresó a Madrid para estudiar Interpretación en la Escuela Central de Cine. La futura marquesa de Cubas es coach de alimentación intuitiva y durante la pandemia creó su proyecto Isa Healthy Life, en el que se ha centrado y que “va genial. Con muchísimo trabajo, que nunca se acaba, pero es muy gratificante y me siento muy orgullosa de lo que he creado”.
Álvaro, por su parte, de treinta y ocho años, estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Francisco de Vitoria y cursó un máster en el IE. Ahora trabaja como director de ventas en una empresa experta en marketing digital y entre sus aficiones está la música.
Marta Chávarri será la madrina en un día muy especial donde estarán muy presentes en el recuerdo el padre y el tío del novio, el marqués de Griñón, fallecidos con tan solo seis meses de diferencia en 2020
Tras el ‘sí, quiero’, Isabelle se convertirá en la nueva flamante marquesa de Cubas. La historia de este título nobiliario comenzó en 1862, con motivo de otra boda: la de María de la Blanca Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias Bohorques, hija del duque de Arión, con el aristócrata Andrés Lasso de la Vega Quintanilla, motivo por el cual la Reina Isabel II quiso otorgar este título a la novia. De este modo, Isabelle se unirá a la lista de mujeres que han sido marquesas de Cubas, como su suegra, Marta Chávarri, y Esther Koplowitz, con la que Fernando Falcó se casó en 2003.
Isabelle no solo tendrá el título, sino que heredará el peso de unos apellidos íntimamente ligados a la historia de nuestro país y por el que desfilan embajadores, diputados y grandes de España.
Marta Chávarri será la madrina en un día muy especial donde estarán muy presentes en el recuerdo el padre y el tío del novio, el marqués de Griñón, fallecidos con tan solo seis meses de diferencia en 2020
“Quiero que sea un día especial tanto para nosotros como para todos los amigos y familia que nos acompañen”, nos decía Álvaro sobre cómo le gustaría que fuera su boda. “Me imagino el 2 de abril con ¡mucha adrenalina!”, comentaba Isabelle en ¡HOLA! Fashion. “Su humor, su seguridad en sí mismo y lo fácil que es” son los tres rasgos que la novia destaca de su futuro marido, al que elige como “mi persona favorita en el mundo”.
Los recién casados podrían reaparecer en Perú una semana después durante su viaje de novios. El 9 de abril, Belén Barnechea, hija del escritor Alfredo Barnechea, candidato a la presidencia del Gobierno de Perú en 2016 y una de las íntimas amigas de la hija Philippe Junot, se casará con su prometido, el empresario español Martín Cabello de los Cobos y Sánchez-Ocaña, nieto de los condes de Fuenteblanca, en Trujillo. Además se espera la asistencia de los príncipes Alessandra y Christian de Hannover, ya que Alessandra es también muy buena amiga de la novia. Isabelle y Álvaro podrían finalizar su luna de miel en México —país donde también viajaron Fernando Falcó y Marta Chávarri— para asistir al enlace de un buen amigo del novio, Ramón Hermosilla. El hijo de Silvia Gómez-Cuétara se casa el 30 de abril en D. F. con la chef mexicana Karla Covarrubias.