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Cuando Nicolás Vallejo-Nágera se divorció de Paulina Rubio, hace ya una década, tuvo que tomar una de las decisiones más difíciles de su vida. Podía regresar a España, donde es una celebridad y tiene una familia numerosa —es hermano del antropólogo Antonio Vallejo-Nágera y de la chef Samantha Vallejo-Nágera—, o podía quedarse en Estados Unidos para estar cerca de su hijo, Nico, pero lejos de su trabajo, de sus seres queridos y de su país. Colate, como lo llaman desde que era pequeño, eligió la opción más complicada. Fijó su residencia en Miami para ejercer la custodia compartida del pequeño que tuvo con la cantante mexicana.
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“Mi hijo nació en Estados Unidos. Cuando me separé, pensé que lo mejor para él era que tuviera a sus dos padres. Por eso me quedé. He sacrificado la vida familiar, profesional y social que tenía en España por él. Y no me arrepiento”, dice Nicolás en conversación con ¡HOLA! Estos últimos diez años no han sido fáciles para el empresario, que ha tenido que reinventarse en Miami. Ahora es productor y copresentador del programa Lengüilargos Live.
“Había perdido la esperanza de volver a encontrar el amor. Estoy descubriendo una nueva forma de amar”
También ha tenido que aprender a ser padre soltero y “amo de casa”. “Antes, yo era de los que dejaba todo tirado. Pero cuando me separé, con cuarenta años, tuve que aprender a hacer todo: cocinar, fregar, lavar la ropa… Ahora soy incapaz de salir de casa si no está todo perfectamente limpio y ordenado”, reconoce. Colate pasa la mitad del mes con su hijo, Nico, y ejerce todos los roles: “Soy padre, cocinero, amigo, psicólogo, chófer… todo. Y, además, me tengo que ganar la vida, algo que en este país es muy difícil”, explica. “Pero, para mí, mi hijo es lo más importante, más importante que mi carrera o el dinero. Mi gran satisfacción es mi trabajo como padre. Me levanto a las seis y media de la mañana para cocinar la comida que lleva al colegio. Nunca imaginé que, a esta edad, mi vida iba a ser así”, dice entre risas.
Colate acaba de cumplir cincuenta años y lo ha celebrado con los dos amores de su vida: su hijo, Nicolás, y su novia, la artista plástica y diseñadora de moda colombiana María Clara Mejía. Se conocen desde hace quince años. El verano pasado se reencontraron y empezaron a salir. “Nunca pensé que volvería a encontrar el amor aquí, en Miami. Había perdido la esperanza de volver a enamorarme”, confiesa el empresario.
Tampoco nunca pensó que alguna vez podría decir que es escritor. El próximo 18 de mayo, publicará sus Memorias, Colate por Nicolás. La historia que nunca creí que contaría (Harper Collins). “He estado dos años escribiendo este libro. Ha sido un ejercicio de introspección y de memoria. El título tiene un doble sentido: lo he escrito por mi hijo y por mí. Los dos nos llamamos Nicolás. Este libro es para él, pero también para mí”, explica. “No tengo intención de enfadar a nadie con este libro… Hay gente que vive enfadada”, adelanta.
“La relación con la madre de mi hijo está peor que nunca. Pero ya estoy acostumbrado”
El libro promete muchos titulares y capítulos. Desde su infancia en una de las familias más conocidas de la sociedad —es nieto del psiquiatra Antonio Vallejo-Nágera— hasta sus romances más mediáticos —fue novio de Inés Sastre, de la aristócrata Eugenia Martínez de Irujo y de la presentadora Patricia Pérez—, pasando por su matrimonio con Paulina y su tormentoso divorcio. Por primera vez, Nicolás posa con su hijo, Nico, y María Clara, en Miami.
—Nicolás, acabas de cumplir cincuenta años. ¿Cuál ha sido el mejor regalo?
—Lo tengo todo. Estoy muy feliz, vivo un momento buenísimo. Desgraciadamente, lo único malo que tengo en mi vida es la relación con la madre de mi hijo.
—¿Cuál dirías que ha sido el mejor momento de tu vida?
—Evidentemente, lo que más quiero en esta vida es a mi hijo.
—¿Y el momento más difícil?
—Lo más complicado que he hecho en mi vida ha sido lidiar con la madre de mi hijo. Desgraciadamente, todos conocen que llevo diez años en una situación complicada y absurda. Para mí, esta guerra es totalmente innecesaria y muy negativa para el bien de nuestro hijo. Por eso digo que es lo único malo en mi vida. Pero me siento muy afortunado.
—Has escrito un libro…
—Era uno de mis sueños, una meta al cumplir cincuenta años. Es mi mejor regalo. He tenido una vida interesante, con sus cosas buenas y sus cosas malas. He tenido una vida muy mediática y siempre tuve ganas de contar mi versión. Ha llegado ese momento. Quería que mi hijo tuviera mi versión de mi vida y no la que le pudieran contar otros.
“Cuando empezamos a salir, le expliqué que mi vida no es muy atractiva por todo lo que la rodea. A ella le dio igual. Eso dice mucho sobre su belleza interior y su forma de amar”, dice Colate
—Y estás enamorado. ¿Imaginabas que podrías volver a enamorarte a los cincuenta?
—La verdad es que no pensaba que volvería a encontrar el amor aquí, en Miami. Es una ciudad muy distinta a lo que se ve desde fuera. Había perdido la esperanza de volver a encontrar el amor en la sociedad americana, una sociedad con una energía tan materialista e interesada y tan distinta a mis valores y mi historia. Llevo diecisiete años viviendo en Miami, pero nunca he llegado a sentirme como en casa. Vivo aquí por mi hijo. He sacrificado la vida familiar, profesional y social que tenía en España por él. Y lo seguiré haciendo. Por suerte, ahora esta vida es más dulce gracias a María Clara.
—A María Clara la conoces desde hace quince años. ¿Qué es lo que te enamoró de ella?
—Siempre me llamó la atención su belleza física y siempre sentí algo especial por ella. Me parecía una buena persona, y no conozco muchas buenas personas en Miami. Cuando nos reencontramos, me di cuenta de que su belleza exterior no es tan grande como su belleza interior. Estoy descubriendo una forma de amar que desconocía.
—María Clara, ¿qué te enamoró a ti de Nicolás?
—Tiene un alma hermosa y un corazón gigante, una capacidad para amar enorme. Me conquista todos los días. Me encanta su sentido del humor y siempre nos estamos riendo. Y sus ojos… Me encantan sus ojos azules. Tiene una mirada profunda que lo dice todo.
—¿Ya te gustó cuando lo conociste?
—Bueno, hace quince años, cada uno estaba con pareja, así que nunca lo vi como una opción para mí. Tenemos amigos en común y nos encontrábamos en las fiestas de vez en cuando.
—Nicolás, eres padre soltero y llevas una década de litigios con tu exmujer. ¿Tuviste que explicarle a María Clara lo difícil que es tu vida?
—Cuando empezamos a salir, le expliqué que mi vida no es muy atractiva por todo lo que la rodea. Mi vida es muy incómoda en muchos aspectos y no es lo más atractivo para una mujer ni para nadie. Pero eso dice mucho de su belleza interior y su forma de amar. Le da igual todo. Su amor es incondicional y está por encima de los problemas. Me ha ayudado muchísimo en todo esto y lo sabe manejar muy bien. Antes de conocerla, yo notaba el rechazo de la gente a acercarse a mí por todos los conflictos que tengo.
“Siempre me llamó la atención su belleza física y siempre sentí algo especial por ella. Me parecía una buena persona, y no conozco muchas buenas personas en Miami”, reconoce Colate
—¿Tenéis planes de vivir juntos?
—No es algo que hayamos hablado. Vivimos mucho tiempo juntos, casi la mayor parte del tiempo. Pero cada uno tiene su casa.
—¿Cómo se ha tomado tu hijo tu relación con María Clara?
—Mi hijo está feliz con María Clara. La adora. Estoy impresionado con la relación que tienen, la pasión y el cariño mutuo. Lo pienso y me pongo sensible. Cómo la recibe, como le habla, cómo la mira… Es impresionante. Yo a mi hijo no le había presentado a nadie hasta ahora. Llevo diez años soltero en Miami y nunca le había presentado a nadie hasta ahora. Esta es la primera vez. Con María Clara tiene una relación muy especial desde el primer día.
—María Clara, ¿cómo es tu relación con Nico?
—Nico y yo tenemos una relación muy linda. Es un niño muy cariñoso e inteligente. Me encanta cuando nos ponemos a conversar de películas y de lo que a él le gusta. Nos hace postres, vemos películas, tenemos una vida normal, de mucha armonía.
—Nicolás, ¿crees que en un futuro será posible que vivas en España?
—No pienso demasiado en el futuro, vivo el presente. Me encantaría volver a España. Mi hijo adora su país. Es un niño americano, pero también es un niño de pueblo, de Pedraza. Tiene a sus once primos y le maravilla la libertad que tiene allí. Cuando estamos en España, él cambia. Allí es un niño feliz, libre y totalmente adaptado a la vida de pueblo español. Es uno más y todo el mundo lo recibe con un cariño espectacular. Pedraza es su happy place y para mí también. Cuando lo veo feliz, yo soy el más feliz.
“Nicolás tiene una capacidad para amar enorme. Me conquista todos los días. Y es un padre excepcional, entregado, cariñoso y devoto”, dice María Clara
—¿Cómo te definirías como padre?
—Creo que soy un excelente padre. Tengo una relación extraordinaria con mi hijo y todo el mundo lo sabe. Solo se pone en duda cuando estamos en los juzgados. En los juicios hay una necesidad de hacerme ver como un mal padre.
—María Clara, ¿cómo lo definirías tú a Nicolás como padre?
—Es un padre excepcional, entregado, cariñoso y devoto. Se comunica muy bien con Nico y siente un amor profundo por su hijo. Cualquiera querría un papá como él. Eso me encanta.
—Nicolás, ¿cómo está ahora tu relación con Paulina?
—Desgraciadamente, la relación con la madre de mi hijo es la que es y no soy muy optimista con respecto a cambios. Llevamos diez años absurdamente recurriendo a abogados para tomar decisiones importantes sobre nuestro hijo por la incapacidad de hacerlo directamente. Yo con ella me comunico siempre directamente, por escrito, pero es imposible tomar una decisión importante sin tener que recurrir a personas que, por interés económico, le dan la razón a ella. Lejos de mejorar, la relación con ella ahora está peor que nunca. Pero ya estoy acostumbrado a esta situación.
—Esto te consume mucho tiempo…
—Cuando no estoy con mi hijo, tengo que dedicarles muchas horas a los temas legales y a este precioso pero tortuoso proceso que es la paternidad en las circunstancias que me han tocado. En los juzgados, nadie, absolutamente nadie, mira por el interés de mi hijo. La gente solo quiere dinero y a todo el mundo le interesa que haya conflicto.
“A mi hijo no le había presentado a nadie hasta ahora. Nico está feliz con María Clara. La adora. Estoy impresionado con la relación que tienen, la pasión y el cariño mutuo”, reconoce Colate
—¿Todo esto también te ha costado mucho dinero?
—Todo el mundo sabe que un proceso legal en Estados Unidos es una forma de arruinarse. Yo me he arruinado, he perdido lo que tenía, y no tengo problema en decirlo. Por eso hace tiempo que decidí defenderme a mí mismo, sin abogados. Esto no solo ha sido perjudicial para mí, sino también para mi hijo. Seguramente, su madre algún día se arrepentirá de todo lo que ha hecho. Si hubiéramos invertido todo el dinero que hemos gastado en procesos en ayudar a otras personas o en nuestro propio hijo, la vida sería maravillosa. Desgraciadamente, no depende de mí. Hago lo que puedo, lo mejor que puedo, y sé que mi hijo no me va a poder reprochar nada cuando sea mayor.
—Nico ya tiene once años, ¿es consciente de lo que sucede?
—Es un niño muy maduro y se da cuenta de todo.
—¿Qué tiene Nico de ti y qué tiene de su madre?
—Físicamente se parece más a su madre. Pero tenemos en común la forma de ser y el gran corazón. Es una persona muy especial y con un alma muy bonita.
—Más allá de Paulina, ¿cómo es tu relación con tus otras ex?
—Tengo muy buena relación con algunas mujeres importantes de mi vida. Tengo contacto con ellas y, cuando voy a España, las veo. No tengo ningún problema con nadie, excepto con la madre de mi hijo.
—¿Puedes decirnos el nombre de una de tus ex con la que te llevas bien?
—Tengo una relación excelente con Eugenia Martínez de Irujo y la adoro. Y me consta que ella también me quiere mucho. Es con la que más relación tengo. Ha venido alguna vez a casa, con Narcís la última vez. Tenemos muchos amigos en común y, a pesar de la distancia, seguimos en contacto.
—¿Alguno de tus noviazgos se estropeó por culpa de la presión mediática?
—He tenido muchos noviazgos mediáticos, pero también he tenido noviazgos con personas conocidas que no han trascendido públicamente. El tema mediático ha afectado a mi vida, pero no es una queja. No me puedo quejar de nada.