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Iñaki Urdangarin no es el único miembro de su familia que está de actualidad estos días. Su sobrino Diego Urdangarin Ferreira, hijo de su hermano Mikel, también ha acaparado la atención de miles de espectadores. Y no por razones puramente sentimentales. El joven, de 24 años, ha formado parte del elenco de Érase una vez, pero ya no, un musical escrito y dirigido por el mexicano Manolo Caro que está triunfando en Netflix. La serie cuenta con actores de primer orden como Rossy de Palma y Asier Etxeandia y con alguna participación estelar, como la del cantante Sebastián Yatra. Sin embargo, Diego no ha sido fichado por sus dotes interpretativas sino su talento para la danza, una disciplina que practica desde pequeño y a la que siempre ha querido dedicarse profesionalmente.
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El bailarín, nacido en Vitoria, ha sido reclutado por Ángel Ro, responsable de coreografía de la producción, y forma parte del cuerpo de baile, que tiene una gran relevancia en la serie, ya que hay muchos números musicales. En uno de ellos, aparece totalmente cubierto de purpurina. No es de extrañar que hayan contado con él para este papel, ya que cuenta con una impresionante carrera para su edad. El sobrino del ex duque de Palma estudió en el conservatorio de danza José Uruñuela de Vitoria y, en 2015, completó su formación en el Ballett-Akademie Hochschule für Musik und Theater de Múnich, Alemania, donde participó en algunas aplaudidas producciones.
En 2018, consiguió un hito: fue fichado por el South Bohemian Theatre de la localidad České Budějovice, en la República Checa por la compañía homónima de Lukáš Slavický. Este es uno de los bailarines checos más respetados a nivel internacional y se fijó en Diego Urdangarin en ese verano, cuando la compañía buscaba bailarines varones con formación en baile clásico, baile moderno y experiencia escénica. En esas semanas, también se anunció el fichaje de su primo, Pablo Urdangarin, al equipo de balonmano alemán TSV Hannover Burgdof, que forma parte de la primera división de la Bundesliga. Ahora, forma parte de la compañía de ballet de Oldenburg, en Alemania.
Sus padres, Mikel Urdangarin y Fabiola Ferreira, siempre le han apoyado en su decisión y le han ayudado a reforzar la disciplina que implica esta profesión. Ellos saben de la importancia de esto último, ya que son dos grandes deportistas. Mikel, licenciado en Ciencias de la Educación Física en la Universidad de Barcelona, es el director de la Fundación Estadio, un centro deportivo municipal en Vitoria, y es profesor en la Universidad del País Vasco. Discreto, siempre ha estado al lado de su hermano Iñaki, al que visitó con asiduidad durante su ingreso en la prisión de Brieva (Ávila). Por su parte, Fabiola ha trabajado en la ya citada Fundación Estadio como monitora de pilates. Diego tiene dos hermanos: Arola y Marcos.
La primera es directora de Eurorregión Nueva Aquitania Euskadi Navarra (NEAN) y se casó el pasado verano en un caserío de la costa vasca. Por su parte, Marcos estudia Ingeniería en la escuela Ecole supérieure des technologies industrielles avancées, ubicada en Bidart. Todos ellos son, naturalmente, los mayores fans de Diego, la nueva estrella de la familia Urdangarín.