Minutos antes de comenzar el desfile de Roberto Diz en la Semana de la Moda, Mar Flores no podía –ni pretendía– disimular su nerviosismo. “Mira cómo estoy”, nos decía en el backstage, justo detrás de Alejandra Osborne, mientras la modelo alzaba su mano y nos mostraba sus movimientos temblorosos. No era para menos, ya que Mar regresaba a la pasarela de la capital tras más de dos décadas de ausencia. Además, lo hacía ante el empresario mexicano Elías Sacal, que se encontraba sentado en el front row, apoyando a su novia.
Sin embargo, una vez que entró en ella, Mar demostró que lo desfilar es algo así como montar en bicicleta: nunca se olvida. Al menos, pisó fuerte y proyectó una gran sensación de seguridad durante su trayecto por la pasarela, con el que se encargó de clausurar el espectáculo de Roberto Diz. Nada más terminar el desfile y de poner un pie en el backstage, nos encontramos con Mar y hablamos con ella. Allí, nos compartió su emoción de volver a ejercer de modelo, a sus 52 años. Además, aprovechamos la ocasión para preguntarle por su relación y sus planes de futuro con Elías.
- Mar, ¿cómo ha sido volver a desfilar?
- ¡Ha sido mágico, la verdad! –respira hondo–. Cuando me llamó Roberto, tardé dos días en contestarle porque no lo veía.
- ¿Te daba miedo?
- Nunca me despedí de la pasarela, pero nunca pensaba volver. Por eso, tardé dos días en digerirlo. Pero me alegro tanto de decir que sí.
- Has estado muy nerviosa antes de salir a la pasarela. ¿En qué pensabas durante la espera?
- ‘¿Y si ahora no sé desfilar?’ ‘¿Y si me caigo?’ Esas cosas que piensas cuando te entra miedo y te entran todos los pánicos. Pero, en el momento, en el que te dicen que salgas, se te van. Y vuelas.
- Es muy fuerte desfilar a tu edad.
- ¡Y veintimuchos años después dejar la pasarela! Es muy fuerte. Pero es maravillosa la sensación cuando haces algo que te gusta porque flotas y no hay nervios, no hay nada.
- ¿Lo has disfrutado?
- Mucho.
- ¿El hecho de que estuviera Elías entre el público te daba más nervios?
- No he visto nada. Pero todo era una sorpresa y él no sabía nada hasta antes de venir. Habrá atado cabos.
- Porque te vería nerviosa.
- He estado inaguantable (ríe).
- ¿Lograste dormir la noche anterior?
- No. Llevo muchas noches sin dormir. Muchas. Estuvo a punto de decir que no.
- ¿Por qué?
- No sé, pero estoy feliz.
- Tus hijos habrán alucinado al ver a su madre otra vez de modelo.
- Les hubiera encantado venir, pero como era sorpresa… El día antes ya no pude aguantarme y se lo dije. Entonces, lo único que decían es que querían venir. Pero no podían porque era una sorpresa.
- Aun así, es muy bonito haber contado con Elías en un momento tan especial para ti.
- La verdad es que sí.
- ¿Cómo estás viviendo esta nueva etapa con él?
- En general, me siento una mujer muy afortunada.
- Se ha dicho que estáis mirando casa…
- No quiero hablar de eso.
- ¿Te ves casada otra vez?
- No quiero hablar de eso, pero en mi vida no voy a repetir fallos. Jamás. De todas formas, estoy muy contenta y disfruto el día a día. A mi edad, no pienso en el futuro.