aline griffith condesa de romanones© GettyImages

La vida de Aline Griffith, la condesa espía española, podría llegar a Hollywood: ‘Ana de Armas sería una buena elección para interpretarla’

Cinco años después de su muerte, Larry Loftis publica ‘La princesa espía. La verdadera historia’, la biografía definitiva sobre una de las mujeres más increíbles de la nobleza


15 de marzo de 2022 - 16:33 CET

Aline Griffith, condesa de Romanones, escribió tres libros de memorias ficcionadas, una novela, y dos obras de no ficción sobre su fabulosa vida como espía e informante del gobierno de Estados Unidos  durante el franquismo. Su primera novela autobiográfica, La espía que vestía de rojo, fue un best seller que se coló en la lista de los más leídos de The New York Times en 1988. En plena era de Reagan y la Guerra Fría, el público vibraba con sus historias: el asesinato de un agente cuando salía de una cena en Puerta de Hierro; la persecución de un topo ruso infiltrado en la OTAN con la ayuda de la duquesa de Windsor; una misión para evitar un atentado contra el rey Hassan II de Marruecos...

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Aline Griffith Condesa de Romanones© GettyImages
Aline Griffith, condesa de Romanones, tuvo una vida de novela.

Cinco años después de la muerte de Aline, Larry Loftis, el superventas experto en novelas de espías, publica  La princesa espía. La verdadera historia  (Roca Editorial), la biografía definitiva sobre una de las mujeres más increíbles de la nobleza, una Grande de España que llevaba revólver en su bolso y que estaba adiestrada para matar en silencio con cuchillo e incluso con un periódico. Loftis explica que en su libro trata de “poner orden” a la veracidad de las historias que escribió Griffith, mujer de Luis de Figueroa y Pérez de Guzmán el Bueno. El autor americano aclara en ¡HOLA! algunas incógnitas sobre la condesa espía: su verdadera ideología, la naturaleza de su relación con su marido, sus secretos, y por qué Hollywood todavía no se ha atrevido a hacer una película sobre su vida de cine.

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Ni su marido, Luis de Figueroa y Pérez de Guzmán el Bueno, estaba al tanto de su trabajo como espía.

-Muchas veces se han puesto en tela de juicio las historias que contó la condesa sobre su trabajo como espía. ¿Por qué no la han tomado en serio?

-La principal razón es que Aline inventó muchas cosas en sus tres libros de espías. Por ejemplo, de los nueve asesinatos que ella cuenta en sus libros, se inventó ocho. Confirmé el único verdadero con las memorias del hombre que se llevó el cuerpo. Las ‘memorias’ de Aline deben considerarse ficción histórica: los eventos y lugares mundanos, es decir, destinos de viaje, hoteles, restaurantes, los describió con precisión, pero la mayoría de los eventos dramáticos los imaginó. Un prominente historiador militar, Nigel West, señaló hace años los muchos eventos absurdos y ficticios que Aline creó en sus libros. Encontró tantos, que concluyó que ella nunca había sido una verdadera espía de la OSS (el servicio de inteligencia de los Estados durante la Segunda Guerra Mundial). Pero Aline sí fue una espía de la OSS, operó como empleada de cifrado en su primer año y luego se convirtió en agente de campo, en febrero de 1945. Y fue una buena agente, enviando 59 informes, mucho más que cualquier otro agente de Madrid.

- ¿Cuál fue la misión más difícil de Aline como espía?

-Tengo que tener cuidado de no hacer spoilers, pero hubo una misión en la que acabó en una cárcel de Málaga. Era en parte peligroso, en parte hilarante, e involucraba a un joven vicecónsul llamado Barnaby Conrad, que trabajaba como torero.

-Los espías suelen ser personas que pasan desapercibidas. Pero la condesa era una persona muy famosa en España, una celebridad. ¿La fama era su disfraz?

-No, Aline era una joven soltera cuando trabajó como espía de la OSS. Ni siquiera conoce a Luis, su futuro marido, hasta que llega a Madrid, y no se casa con él hasta después de la guerra. Así que ella era una persona normal, no una celebridad, y se mezclaba como lo hacían todos los agentes de la OSS.

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Larry Loftis autor del libro.

-La condesa trabajó para el gobierno de los Estados Unidos, pero tenía relación con Franco y otras figuras del fascismo español. ¿Cuál era su verdadera ideología política?

-Me gustaría matizar algunas cuestiones. Aline trabajó como espía de la OSS durante la guerra. Después de la guerra, nunca “trabajó para el gobierno de los Estados Unidos”, per se, aunque tuvo algunos “trabajos ocasionales” en la CIA. A diferencia de su compañero en la sala de codificación, Robert Dunev, Aline no se convirtió en agente de la CIA a tiempo completo después de la guerra. En segundo lugar, Franco no era fascista, como señalo en el libro. Simplemente tocó a Hitler, como un violín, eso sí, apaciguándolo y asegurándole que España sería un aliado durante los primeros años de la guerra. Sin embargo, esto se hizo para evitar que Hitler ordenara la invasión de España. En el libro cuento el famoso encuentro entre Hitler y Franco en Hendaya, y el comentario posterior de Hitler fue que preferiría que le sacaran varios dientes antes que volver a encontrarse con Franco. Tan pronto como España estuvo a salvo de la amenaza de invasión, Franco comenzó a eliminar todas las concesiones a Alemania y ayudó a los Aliados. Franco no era ni comunista ni fascista: era español. Esta era la opinión del hombre que mejor lo conocía, Carleton Hayes, embajador de Estados Unidos en España durante la guerra, entre otros. En cuanto a la ideología política de Aline, siguió la de su marido, Luis, que luchó con el bando nacional durante la Guerra Civil Española.

-¿El conde de Romanones estaba al corriente de la labor de espía de su mujer? ¿Cómo definiría a ese matrimonio?

-Luis no estaba al tanto del trabajo de Aline como espía. Si bien ella le dijo antes de casarse que había sido una espía de los estadounidenses durante la guerra, Luis no le creyó. Aline no publicó sus primeras memorias hasta después de la muerte de Luis. En cuanto a su relación, parece haber sido un matrimonio de cuento.

-¿Cuál cree que es el mayor secreto que guardó Aline?

-Tal vez su relación con sus hermanos. Si bien le menciona a Frank Ryan (a quien llama “John Derby”) en una cena en 1943 que sus hermanos ya estaban en la guerra, nunca los vuelve a mencionar, ni siquiera en sus libros posteriores.

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Portada de la biografía definitiva de la Condesa de Romanones.

-Aline fue una mujer espía en un mundo de hombres. ¿Cree que alguna vez sufrió algún tipo de sexismo o machismo?

-Todo lo contrario. Dos ejemplos pueden ilustrar mi respuesta. Mientras que a los agentes de campo masculinos de la OSS (mucho más altos en la escala de importancia que los empleados de cifrado) como Robert Dunev, Edmundo LaSalle e incluso Gregory Thomas (jefe de la OSS en Madrid) se les dio pasaje a España en barcos incómodos, Aline fue enviada en el vuelo más lujoso que existía, el Pan Am Clipper. En segundo lugar, Aline fue entrenada y enviada a España para ser una empleada de cifrado; trabajo importante, pero no tan emocionante o glamoroso. Sin embargo, después de un año de servicio, fue “ascendida” a agente de campo. Ser ascendida a un papel tan importante después de solo un año de experiencia en otra cosa (codificación) dice mucho de cómo fue tratada.

-En Estados Unidos, Hollywood ya habría hecho una película o serie de televisión sobre la vida de Aline. ¿Por qué cree que todavía no se ha hecho?

-Hay innumerables espías de la Segunda Guerra Mundial que hicieron mucho más que Aline, tanto hombres como mujeres, y no se han hecho películas sobre su carrera o vida de espías. En segundo lugar, producir una película de “época” es muy costoso, en gran parte porque cada automóvil, cada bicicleta, cada edificio, cada prenda de ropa, tiene que coincidir con el período de tiempo involucrado. En tercer lugar, los ejecutivos de Hollywood pueden haberse asustado por los adornos que puso Aline a su historia. Dicho esto, hemos sido contactados por dos grupos de Hollywood para realizar una película sobre mi libro, “La princesa espía”. El mayor obstáculo, como mencioné, es el costo de hacer una cinta de “época”. El tiempo dirá si finalmente se desarrolla un proyecto.

-¿Qué actriz podría interpretar el papel de Aline?

-El casting no es mi fuerte, pero creo que Ana de Armas sería una buena elección.

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Para el escritor, Ana de Armas podría interpretar

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