La popularidad del magnate asiático Peter Lim, uno de los hombres más ricos de Singapur y dueño del Valencia C.F., no pasa por su mejor momento. Al procedimiento judicial por la venta del club que se dirimirá el próximo septiembre y los problemas por la construcción de un nuevo estadio Mestalla, se une el descontento de la afición. ¿La razón? Desde que aterrizara en la capital del Turia hace siete años y se convirtiese en el accionista mayoritario del equipo de fútbol, sólo ha logrado un título: la Copa del Rey de 2019. Sin embargo, hace unos días, Peter Lim logró borrar todos estos sinsabores con una victoria personal.
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El sábado 22 de febrero, el empresario, cuyo patrimonio está valorado en 2.700 millones, casó a una de sus hijas. Kim Lim dio el ‘sí, quiero’ a su prometido, Leslie Leow, especialista del sector de las tecnologías de la información, en una íntima ceremonia que, como no podía ser de otro modo, se celebró entre oropeles. El escenario elegido fue la azotea de la residencia de Kim en Singapur, convertido para la ocasión en un auténtico vergel de rosas y hortensias. La novia deslumbró con un espectacular diseño de Vera Wang, tal y como recogen varios medios locales.
Directora de varias empresas relacionadas con la belleza, Kim es toda una personalidad de las redes sociales de Asia. En su perfil, donde suma más de trescientos mil seguidores, exhibe su alto tren de vida como heredera de una de las grandes fortunas del planeta: viaja en avión privado, almuerza en los mejores restaurantes de París, se hospeda en hoteles de lujo, colecciona bolsos de Chanel, Givenchy o Hermès y, por supuesto, luce sin reparos el escudo del equipo de su padre. Se trata de su segunda boda. En 2020 se divorció de su exesposo, Kho Bin Kai, tras más de tres años de matrimonio y un hijo en común, Kyden, de cuatro.
Tras el enlace, Kim y su flamante segundo marido, Leslie, cumplieron con la tradición y celebraron una ceremonia del té. Fue entonces cuando la pareja recibió un billete de 10.000 dólares singapurenses (seis mil euros) de parte de Peter Lim. Unos días antes, el prometido, siguiendo con el ritual chino de compromiso “Guo Da Li” -consiste en que el futuro novio presenta a la familia de la futura novia regalos que representan la fertilidad y la prosperidad-, la obsequió con lingotes de oro, joyas, zapatos de Jimmy Choo y relojes Rolex… además de comida. Toda una exhibición de más de dos millones de euros.
Dos días después de celebrar su boda en la intimidad, los novios decidieron festejarlo por todo lo alto con una cena de inspiración ‘Gran Gatsby’ para amigos y familiares en el exclusivo restaurante 1-Atico de Singapur, decorado con miles de rosas rojas y globos para la ocasión. En esa ocasión, la novia volvió a impactar con un conjunto de Nicole Felicia Couture que combinó con un impresionante collar Bvlgari Serpenti valorado en más de 400.000 euros. La guinda perfecta para la millonaria boda de la heredera del Valencia C.F.