Isabel Preysler acaparó todos los flashes el pasado miércoles 2 de marzo, cuando acompañó a su pareja, el escritor Mario Vargas Llosa, a Málaga. El premio nobel inauguró en la ciudad andaluza Escribidores, el nuevo festival literario que preside y que pretende reforzar los lazos de la literatura europea y americana. Fiel a su estilo, Isabel deslumbró con un traje sastre oscuro entallado con cinturón de Michael Kors al más puro estilo working girl.
Preysler atendió con detenimiento la intervención de su pareja y se rodeó, como una auténtica “primera dama de las letras”, de otros literatos, como el poeta y escritor rumano Mircea Cartarescu, presente en la apertura de este punto de encuentro. A su vez, atendió a los medios congregados y aseguró que su hija Tamara Falcó está “ilusionada” con el documental que la marquesa de Griñón está grabando para la plataforma Netflix y en el que contará cómo es su día a día al más puro estilo Georgina.
Este viaje a Málaga ha supuesto una de las primeras apariciones públicas para Isabel tras celebrar en la intimidad de su casa de Puerta de Hierro (Madrid) su cumpleaños el pasado 18 de febrero. Vargas Llosa también se prepara para su próximo aniversario: a este nuevo reto literario, se une su ochenta y seis cumpleaños el 28 de marzo. Tras cumplir con sus compromisos profesionales, la pareja también encontró un momento para conocer algunos de los rincones de la bella ciudad. Así se les pudo ver disfrutando de las espectaculares vistas al mar que se obtienen desde un céntrico hotel. Isabel, de nuevo, destacó con su cuidado estilismo. Lo suyo es una historia de novela con título propio: “Un amor bajo el sol de Málaga”.