Sus medias de infarto y su enigmática mirada azul han conquistado al mundo de la moda y ahora también a nuestro modelo más internacional. En las páginas de la revista ¡HOLA! de esta semana, desvelamos que Candice Swanepoel y Andrés Velencoso se han convertido en algo más que compañeros de profesión, son una nueva pareja sorpresa y han paseado su amor por las calles de París, en plena semana de la moda. Tan altos, tan guapos y cogidos de la mano, parece que estuvieran rodando una película, pero su relación nada tiene que ver con la ficción.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Además de sus gestos de cariño y sus miradas, que evidencian algo más que una amistad, tampoco ha pasado desapercibido su estilo para salir a pasear por uno de los lugares más emblemáticos de la capital francesa, el Jardín de las Tullerías. La top sudafricana apostó por un estilo comfy , con una falda midi de color rosa y las conocidas como botas chunky, que son tendencia desde los últimos dos años y siguen pisando fuerte esta temporada, dando un toque diferente a los looks. Las combinó con un abrigo negro anudado a la cintura, una falda midi de color rosa y un bolso bandolera. Y es que la modelo suele apostar por la comodidad cuando baja de las pasarelas. Por su parte, Andrés apostó por un una chaqueta de ante azul, con jersey oscuro, pantalón cargo con zapatillas.
Una meteórica carrera que comenzó en un mercado de las pulgas
Ellos son dos referentes de la moda y ahora forman una de las parejas más atractivas del panorama social. Para nosotros Andrés es muy conocido, sin embargo la Candice, aunque es una de las modelos más cotizadas del mundo, no es tan conocida, aunque sí fascinante. De madre sudafricana y padre de Zimbabue, nació en un pueblecito de Sudáfrica llamado Mooi River, donde se crio en una granja productora de leche y carne. Pero siempre supo que su futuro no estaba allí, ella quería volar alto. “Pasé mi infancia rodeada de vida, amor, naturaleza y familia. Cuando era niña, siempre supe que quería hacer algo diferente, algo de lo que mi familia y yo pudiéramos estar orgullosos algún día”, ha contado la propia Candice en su biografía.
A pesar de su origen humilde, sus padres se volcaron en su educación y en la de su hermano, Stephen y a ella la mandaron a estudiar a un internado diocesano para niñas St. Anne’s, cercano a la ciudad de Hilton. Su pasión era el ballet y desde pequeña estuvo asistiendo a clases. Soñaba con viajar a Nueva York para seguir formándose como bailarina, pero sus planes cambiaron drásticamente durante un paseo por el mercado de las pulgas, como se conoce a los mercados de ropa segunda mano y antigüedades, de Durban. “Mi mundo estaba a punto de cambiar drásticamente de una manera que nunca podría haber imaginado”, reconoce.
Tenía quince años y un cazatalentos la vio y tuvo la corazonada de que terminaría llegando muy lejos. “Un año después, a los 16 años, estaba trabajando como modelo por toda Europa. Para alguien que se había criado en un entorno tan protegido como yo fue una bendición, pero también me obligó a tomar decisiones difíciles a una edad muy temprana”, ha contado la modelo. Dos años después de triunfar en París, Londres y Milán dio el salto a Nueva York, renunciando a estar cerca de su familia y amigos para lograr hacerse un hueco en la industria…. Y logró adentrarse en el olimpo de la moda de la mano de Victoria’s Secret, que la convirtió en un ángel. “Comencé mi carrera literalmente desde la nada y siempre estaré agradecida a las personas que me dieron una oportunidad. La mayoría de los días todavía me despierto sintiéndome como la niña de quince años de un pueblo agrícola de Sudáfrica, abrumada por la gratitud por el viaje en el que estoy”, ha reconocido la top.
En cuanto a su vida sentimental, Candice es madre de dos hijos, Anaça y Ariel, nacidos de su relación con el modelo brasileño Hermann Nicoli, al quien conoció en París en 2005. Diez años después, saltó la noticia de que se habían comprometido, sin embargo, la boda nunca llegó. En 2016 nació su primer hijo y en 2018, el segundo. Parecía que retomarían sus planes de boda, pero en 2019 pusieron punto final a su relación.