París, a punto de estallar la primavera. Una pareja camina a la orilla del Sena, las manos entrelazadas, miradas de complicidad. Cruzan el Pont Royal, se asoman un momento al río, se besan. A su espalda, Notre Dame; al fondo, la Torre Eiffel.
Esta escena, que parece sacada de una película romántica, es real. Ha ocurrido este mismo fin de semana en la ciudad del amor, y sus protagonistas —los enamorados, que, después del beso, continúan su paseo tomados del brazo y charlan animadamente, pendientes solo el uno del otro— forman una nueva e inesperada pareja sorpresa.
La elegante mujer que viste pantalón de pinzas gris, jersey, bolso y boina rojos, es Nieves Álvarez, nuestra top model más internacional, que acaba de celebrar treinta años de carrera, desfilando por las pasarelas más importantes del mundo, protagonizando portadas y campañas publicitarias, participando en programas de radio y televisión, siempre ha sido la preferida de los más grandes diseñadores y preceptores de moda.
Su atractivo y hasta ahora desconocido acompañante se llama Bill Saad. Es empresario, de origen libanés, educado en Francia y Canadá, con un impresionante currículum —su compañía Jota 2 Group, que fundó hace alrededor de diez años, promueve el emprendimiento a nivel internacional, principalmente en el sector tecnológico y, en la actualidad, reúne a más de treinta empresas, con más de dos mil quinientos empleados—.
Durante su estancia en la ciudad del amor, dieron largos paseos a la orilla del Sena tomados de la mano, y se los pudo ver besarse en varias ocasiones
Nieves y Bill han llevado su relación con una discreción asombrosa. Esta es la primera ocasión en la que ha sido posible fotografiarlos; a pesar de que comenzaron a salir en septiembre, han asistido ya a varios eventos juntos y las familias ya se conocen (Nieves tiene tres hijos de su matrimonio con Marco Severini, y Bill tiene dos hijos de su primer matrimonio).
Ambos viven en Madrid, hacen muchos planes de pareja, y están viviendo este noviazgo con verdadera ilusión, disfrutando del momento, enamorados y felices.
Las imágenes que hemos conseguido captar y que ilustran este reportaje así lo demuestran. Después de tres meses tratando de fotografiarlos juntos, lo hemos logrado en París, este fin de semana, y en dos días consecutivos. El viernes, durante un largo paseo a la orilla del río, que los llevó hasta los pies de la Torre Eiffel, donde aprovecharon para tomarse algunas fotografías con la cámara del móvil, y el sábado, de nuevo cogidos de la mano, caminando por los alrededores de su hotel, desayunando en el famoso Café de la Paix y sentándose a descansar en las escaleras del majestuoso edificio de la Ópera.
Desde su separación, hace casi siete años, no habíamos visto a Nieves tan feliz e ilusionada como ahora
Es probable que, en esta ocasión, el motivo de su viaje a París hayan sido los compromisos profesionales de Nieves, ya que, durante estos días, se celebraba en París la semana de la moda y la ciudad bullía de actividad —como se puede ver en páginas anteriores—. Bill y Nieves llegaron el miércoles, procedentes de Madrid, y asistieron a algunos desfiles junto a otras celebridades y modelos. En redes sociales, Nieves aparece posando con modelos de alta costura, en la mítica Place Vêndome, y también disfrutando de los rincones más emblemáticos de la ciudad.
Bill Saad, de cincuenta y cinco años y bonitos ojos claros, se mueve entre las altas esferas del mundo de los negocios; su nombre alcanzó la notoriedad cuando fundó (y posteriormente vendió) Mercury tfs, una de las compañías más avanzadas en finanzas comerciales, y también por la exitosa marca de productos alimenticios saludables Sukhran Foods. Su nombre aparece como fundador y presidente de la fundación Tara para mujeres emprendedoras, que, según se explica en su página web, intenta ayudar a mujeres de todo el mundo a cumplir sus sueños personales y profesionales.
La ilusión de Nieves
Nieves Álvarez siempre ha sido muy discreta con su vida sentimental. A pesar de que su trabajo como modelo y comunicadora la obliga a mostrarse cara al público, ha procurado mantener su faceta personal y familiar al margen. A los diecinueve años conoció en la Pasarela Cibeles al hombre que, en 2002, se convertiría en su marido y padre de sus tres hijos, Adriano, Bianca y Brando: el fotógrafo italiano Marco Severini, con quien estuvo casada hasta julio de 2015. Desde entonces, hace ya casi siete años, solo han trascendido dos relaciones sentimentales —un empresario mexicano y un abogado valenciano— poco importantes y poco duraderas. Esta es la primera ocasión en la que, según hemos podido saber, Nieves ha dado el paso de presentarle a sus hijos a su pareja, lo que demuestra una mayor confianza y compromiso.
Bill Saad, de cincuenta y cinco años y bonitos ojos claros, se mueve en las altas esferas del mundo de los negocios
Parece que la vida le sonríe a Nieves en todas las facetas de su vida. Tal y como se puede comprobar en las imágenes de estas páginas, sigue siendo la belleza clásica, serena y elegante, respetada y querida por todos en el competitivo mundo de la moda. Pero ahora, además, luce una nueva sonrisa: la de la felicidad.