La historia de Jamala es de esos relatos que sobrecogen el alma en plena guerra entre Rusia y Ucrania. La ganadora de Eurovisión en 2016 es una de entre los más de dos millones de refugiados de Ucrania que han huido de su país por la invasión rusa. Días después de compartir las dificultades que tuvo para abandonar Kiev junto a sus hijos pequeños, la cantante conmovió al mundo al volver a interpretar el tema con el que triunfó en el certamen europeo hace seis años. Su canción, 1944, que habla de la deportación de los tártaros de Crimea durante la Segunda Guerra Mundial, volvió a sonar este fin de semana y su letra pasó a convertirse en un himno en homenaje a los ucranianos envueltos en este crudo conflicto.
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Jamala actuó como invitada en Germany 12 points, la gala para la preselección alemana del festival. Aferrada a la bandera de Ucrania, su país natal, protagonizó una de las noches más emocionantes vividas hasta la fecha. Con los ojos llenos de lágrimas, la artista visiblemente emocionada quiso agradecer las millones de donaciones que ha recibido su país desde que comenzara la invasión rusa."Lamentablemente '1944' ha adquirido un nuevo significado para mí. Pero ganaremos. Otra vez", afirma la cantante en un post que ha compartido con sus seguidores, donde ha publicado su actuación. Alemania convirtió la gala en benéfica al conseguir fondos donativos para Ucrania. En total se recaudaron 67 000 000 euros: "Muchas gracias a cada uno de vosotros. Gracias a todos los que nos apoyan en la lucha por el derecho a vivir en casa. Todo el dinero se donará para apoyar a Ucrania", escribió la artista en sus redes.
-La conmovedora historia del niño ucraniano que viajó solo más de mil kilómetros hasta la frontera
Jamala tuvo que huir de Kiev el pasado 1 de marzo junto a sus dos hijos al ver que el conflicto se recrudecía. Su familia y ella se han refugiado en un país vecino y no pierden la esperanza de volver a casa. La artista de 38 años, se montaban en el coche y emprendían una huida durante horas para salir de la asediada capital. "Hacíamos dos kilómetros cada cuatro horas", relata al contar la odisea a la se enfrentaban, "sin comida" y en "estado de shock". "¡No entiendo este maldito horror!", exclamaba con lágrimas en los ojos, al mismo tiempo que mandaba un mensaje de apoyo a su presidente, Volodimir Zelenski, y a los hombres que luchan junto a él, para pedir que "no se dejen engañar" y se rebelen contra el gobierno ruso para "detener esta locura".
La letra y título de su canción, 1944, hace referencia a los tártaros que fueron expulsados de Crimea en aquel año del siglo pasado, un éxodo provocado por la entonces Unión Soviética de Stalin. La artista se inspiró en la historia de su bisabuela, quien siendo una joven veinteañera tuvo que emigrar a Asia Central junto a sus cinco hijos. Una historia que parece que se repite un siglo después al tener que huir ella con sus dos hijos. "Cuando llegan los extraños...vienen a tu casa, os matan a todos y dicen: No somos culpables...¿Dónde tenéis la cabeza? La humanidad llora, creéis que sois dioses, pero todo el mundo muere. No os traguéis mi alma, nuestras almas", dice la letra.