Michelle Jenner, conocida principalmente por su papel de Sara Miranda en la serie Los hombres de Paco , es una de las actrices de nuestro país que lleva años dedicada al mundo de la interpretación. Una carrera que comenzó con tan sólo seis años y ha logrado labrarse una reputación basada en su profesionalidad ante las cámaras y también detrás de ellas, puesto que es una de las voces de doblaje más reconocidas de España gracias a papeles como el de Hermione Granger, en las primeras cuatro películas de Harry Potter, y el del pequeño Giosué, en La vida es bella. Pero, sin duda, uno de los datos más desconocidos y sorprendentes tiene que ver con su vida privada. Y no, no hace referencia a ninguna pareja (mantiene una relación desde 2013 con un adiestrador de perros, Javier García, con quien tiene un hijo, Hugo, que cumplirá tres años el próximo mes de abril), algo con lo que la barcelonesa siempre ha sido muy discreta, sino al parentesco que tiene con un célebre personaje de la historia.
Hija del actor de doblaje, Miguel Ángel Jenner, y de la también actriz y bailarina de music-hall, Martine Husson, Michelle es descendiente de uno de los científicos más importantes de la historia. Se trata de Edward Jenner, un investigador que nació a mediados del siglo XVIII y que, por su aportación al mundo de la medicina, es considerado el “padre de la inmunología”. Aunque era conocido como el “sabio-poeta”, debido a la pasión que sentía por la escritura y por manifestar sus sentimientos a través de la poesía, Jenner no saltó a la fama por su obra literaria, sino por hacer un descubrimiento que revolucionaría la ciencia para siempre: la vacuna de la viruela, una enfermedad que mataba al treinta por ciento de las personas que la padecían y dejaba secuelas en aquellas que sobrevivían como cicatrices por todo el cuerpo y una ceguera.
En 1761, el joven Edward se trasladó a Sodbury, donde empezaría su formación como cirujano y farmacéutico bajo las órdenes del médico del pueblo, Abraham Ludlow. Allí Jenner oiría por primera vez, en boca de Sarah Nelmes, una ordeñadora de vacas, la siguiente afirmación: “Yo nunca tendré la viruela porque he tenido la viruela bovina. Nunca tendré la cara marcada por la viruela”. Y sería precisamente gracias a esta creencia popular que Edward Jenner descubriría dicha vacuna. A Jenner el reconocimiento le llegaría, en 1805, desde Francia, de parte del mismísimo Napoleón Bonaparte, el cual dio la orden de vacunar a todos sus soldados con el método del médico inglés. Posteriormente, incluso dos importantes damas, la condesa de Berkeley y Lady Duce, pidieron a Jenner que vacunase a sus hijos. El científico llegó a alcanzar tal prestigio que podría haberse instalado en Londres, donde su fama le hubiese convertido en un hombre rico, pero prefirió regresar a Berkeley y llevar allí una vida tranquila. Pese a todo, Jenner recibió numerosas distinciones que le permitieron vivir holgadamente en su localidad natal, e incluso fue nombrado médico del rey Jorge IV en 1821.
El éxito del descubrimiento de este investigador supuso un avance fundamental para las posteriores campañas de vacunación masiva, especialmente la denominada como Real Expedición Filantrópica de la Vacuna o Expedición Balmis en honor al médico español Francisco Javier Balmis. Se desarrolló en los primeros años del siglo XIX con el objetivo de llevar la vacuna a todos los rincones del territorio español y evitar así la muerte de miles de personas, en la mayor parte de los casos niños. El apellido Jenner da nombre, en la actualidad, a la operación que permitió a la Policía Nacional desmantelar el pasado enero un grupo delictivo que inscribía en el registro de vacunados contra la covid a personas que no se había inoculado ninguna dosis, entre quienes han aparecido los nombres del cantante Omar Montes y los actores Álex García y Verónica Echegui, ganadora del último premio Goya al mejor corto de ficción por Tótem loba.
Michelle se encuentra, actualmente, en la etapa de promoción de su último proyecto, Horizon Forbidden West, un juego de acción de la PlayStation, ambientado en una Tierra postapocalíptica infestada de dinosaurios mecánicos, en el que pone voz a Aloy, “una guerrera que quiere proteger el mundo, la naturaleza y saber sobre su propio pasado y su historia”. También está a la espera del estreno de Las de la última fila (Netflix), la primera serie de Daniel Sánchez Arévalo, en la que hace una participación especial y que cuenta la historia de cinco mujeres treintañeras, amigas íntimas desde el colegio, que organizan todos los años sin excepción una escapada de una semana juntas, aunque las circunstancias en su último viaje son especiales y distintas porque a una de ellas le acaban de diagnosticar un cáncer.